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Hace dos días que Minho había ido a aquella tienda, y hace dos días que pensaba en el bonito rostro de Han Jisung. ¿Había sido un amor a primera vista? Miró su colección de "Corazón de melón" y deseó poder escribir un manga con su historia. Sería bastante fácil, si no fuera por que le faltaba un factor esencial: tener alguna historia con Jisung. Lo único que sabía del chico es que al parecer detestaba el rosa, por cómo miraba el establecimiento, y que tenía algún que otro estereotipo con aquello de que el rosa era solo para chicas, algo que obviamente Minho cambiará, si es que se volvían a ver.

El sonido de su teléfono al sonar le sacó de sus pensamientos, desbloqueando su aparato para ver que Jackson estaba llamando. Lo desbloqueó rápidamente, respondiendo al pelirrosa.

- ¿Hola?

- Hey, primo. Necesito tu ayuda.- pidió, al parecer demasiado desesperado. ¿Quién acudía a Minho? Nadie. Había muchas opciones mejores.

- ¿De qué se trata, "primo"?

- Es el cumpleaños de mi sobrina, ¡se me olvidó por completo! ¿Podrías ir a comprarle algo, por favor? Te pagaré el doble de lo que cuesta, por favooor.

- ¿Por qué yo? Está Chaeyong.

- Pero Lia me pidió algo de esa tienda de la que tanto compras, POR FAVOR.- se lo pensó un momento. Hoy había decidido descansar un poco de todo, pero la idea de poder ir a la tienda y de paso ver a Han era demasiado tentadora.

- ¿Me compras una sudadera de gato?- pero claro, también tenía que aprovechar el bug.

- Lo que sea. La fiesta de cumpleaños es en mi casa, ven en una hora.- y dicho esto colgó, sabiendo que Lee ya había aceptado, lo que era totalmente cierto.

Minho se vistió rápidamente, deseando poder ver al castaño que tanto rondaba por su mente últimamente en su lugar de trabajo.

Minho se vistió rápidamente, deseando poder ver al castaño que tanto rondaba por su mente últimamente en su lugar de trabajo

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El turno de Jisung acababa de terminar, por lo que el chico estaba en los vestuarios cambiándose esa horrible ropa, por fin. Si no necesitara tanto el dinero, seguramente habría mandado a Changbin y a su empresa a la mierda, pero lo necesitaba para pagar sus estudios y en ningún lugar conseguiría tanto dinero tan fácilmente.

Cambió su carcasa de móvil por una transparente y salió del cuarto con su sudadera azul de varias tallas mayores a la suya y sus jeans negros acompañados pos sus vans oscuras.

Iba a despedirse de su compañera cuando vió a cierto pelinegro entrar a la tienda y buscar algo con desesperación. ¿Qué quería Lee Minho?

Lo cierto era que se había quedado con las ganas de hablar más con él, pero por horario de trabajo no podría haberselo permitido. Sin embargo, ahora no tenía nada que hacer, ¿por qué no iba y simplemente le hablaba? Fácil: Jisung era y siempre será un cobarde en cuanto a esas cosas.

- ¿Jisung?

¿Cuándo mierdas se había acercado a él?

Sentía que su corazón se le iba a salir del pecho por el susto que le había provocado el azabache.

- Por dios, Lee, me has asustado.- exageró, tocando su pecho para asegurarse de que su corazón siguiera allí.

- Oh, perdón.- se disculpó el mayor, avergonzado. ¿Cómo no acercarse si veía lo hermoso que se veía el chico en esos momentos con esa remera? Sentía una ganas inmensas de abrazarle como si fuera un peluche.- ¿No estás trabajando?

- No, justo me iba.

- Oh, entonces dejo de molestarte.- se volvió a disculpar, sintiendo que estaba molestando a su "crush".

Siguió su camino, yendo a la sección de niñas y eligiendo un oso que a él le gustó bastante y estaba seguro de que a la niña también.

Por lo enfrascado que estaba admirando esa pieza de arte de color rosa, no se dió cuenta de que el más bajo le había seguido y lo observaba atentamente.

Es muy tierno.

Pero eso no fue lo más bonito que vieron sus ojos aquel día, si no cuando el mayor se probó una sudadera color rosa con gatos, un nuevo diseño que acababa de llegar hace unas horas.

Por una vez, Jisung estaba de acuerdo con que el rosa era para chicos. El rosa era perfecto en Minho.

el rosa es de chicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora