parte dos

61 11 4
                                    


0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0


Temblaba


Estaba muy asustado


El coche seguía en marcha y el palpitante corazón del joven retumbaba desesperado, como un conejo a quien un lobo había atrapado en sus fauces listo para comerselo, quería huir, gritar pero una pistola apuntaba su costado, lágrimas de impotencia cayeron de sus ojos pensando en el dolor que le causaría a su madre, a su tío(a quien ignoro cuando le decía que no debían quedarse más en ese pueblo, que era peligroso) y Sorey

No sabia porque lo habían arrastrado dentro de ese coche, pero era obvio que no seria para nada bueno, la pregunta era ¿porqué?

Mikleo se había levantado con un mal presentimiento y ese sentimiento no lo había dejado tranquilo durante todo el día, y aunque Sorey siempre era un alivio para su agitada alma, este día su presencia tampoco le proporcionaba consuelo, entonces pensó que talvez esa inquietud se debía al chico de ojos verdes


Al parecer se equivocó


El coche iba a velocidad constante, como si no temiesen que alguien los viesen, como si no tuviesen a un joven retenido contra su voluntad, como si no importará que el joven de ojos violetas no parase de temblar 


¿Qué pasaría con Sorey?


¿Ya no lo volvería a ver?


¿ y su familia, que pasaría con ellos?


Pensar eso dolía, pensar que no volvería a ver a quienes amaba era algo en lo que nunca había pensado, eso nunca le pasa por la cabeza a los jóvenes, teniendo la vida por delante jamas se pusieron a pensar en que se hallarían con ella de bruces al girar una calle, pero ahora ese parecía que ese seria su final, la muerte, ¿por qué sino sus captores no cubrían sus rostros? ¿sin el quien iba a delatarlos? después de todo solo el parecía hallarse en ese entonces debajo de la lluvia, sin testigos mas que el era obvio lo que pasaría


No dejes que la lluvia te ahogue


Las palabras de la niña de entonces cobraron sentido, ella de algún modo sabia su final e intento advertirle, su tío intento también hacerlo pero estaba tan cegado por su preocupación y amor por Sorey que hizo oídos sordos, necesitaba salvar a Sorey y lo demás no importaba, a pesar de que sabia que las constantes huidas de pueblo en pueblo tenían alguna razón que su tío nunca le aclaro y que el nunca pregunto

Ahora ya no habría un mañana  para saber el porque de las huidas ni para solucionar los problemas de su corazón, no habría un mañana para planear, un mañana diciéndose hoy es el día, mañana ya no existe para el y no lo habrá cuando paren el coche


Como deseaba que el coche siguiera corriendo 


Pero hoy el sería alguien que se había esfumado de la faz de la tierra

Dejo su mente alejarse de pensar en el cañon del arma en su costado y en la parada inminente del coche

Cuentos SorMikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora