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El camino de regreso a su hogar fue agobiante, soltar a Mikleo fue algo desgarrador, pero en su mente las palabras del otro Mikleo se repetían una y otra vez haciendo que miles de ideas llegasen para poder cambiar ese horrible futuro que esperaba a quien más amaba
Qué iba a hacer?
La madre de Mikleo tuvo que llamar a su madre quien llego asustada poco tiempo después, cuando cogió su mano la sintió no solo helada sino... Temblando... Su corazón se removió con pesar por preocuparla, solo por eso obligo a sus pasos a andar, con cada paso cada pensamiento afligido llenaba su mente, sabía que ella no tenia la culpa de nada... Pero...
Si tan solo....
Si tan solo ella no hubiera dejado a ese tipo volver talvez....
Talvez nunca hubiera dado con Mikleo
La imagen del cuerpo frio y pálido, de la carencia del subir y bajar de su pecho al respirar, la falta de sonrisas al verlo y su última conversación fue algo que lo perseguirían siempre...
Pero aun podia hacer algo
Podia evitar eso
Pero...
¿Cómo?
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Mikleo vio marcharse a su amigo desde su ventana, sujetaba con fuerza la cortina mientras lo veía alejarse con su madre
No sabia porque sentía que la distancia que crecía entre ellos se hacia abismal
Tampoco porque se sentía fuera de lugar
Cómo si no debería estar aqui
Sin darse cuenta su respiración empezó a tornarse agitada a la vez que varias lágrimas caían por sus ojos
Era acaso el recuerdo de la desesperación en la voz de su amigo mientras lo abrazaba lo que le hacia sentir asi?
¿O... Era algo más?
Sintiendo los suaves pasos de su madre levantó su manga y presuroso limpio sus lágrimas, aunque sabia que sus ojos rojos lo delatarían
- Estas bien?
- No sé mamá - intentó calmarse pero varias lágrimas calleron de sus ojos haciendo que su madre se acercara y cubriera con sus brazos a su niño... Pues aun si su hijo cumpliese 39 o más siempre seria su niño
- Todo estará bien
- Pero... No sé por qué estoy tan angustiado?
Limpiando sus lágrimas, cómo siempre hizo desde que era un pequeño bebé, acomodo su cabello para luego acunar una mejilla con la misma mano
- Sorey es importante para ti, lo que sea que le pase te angustia
- Mamá yo...
Musa solo negó con la cabeza indicandole que no necesitaba explicar sus sentimientos por ese joven... El primero que hizo sonreír a su hijo después de la pérdida de su padre y que su sola existencia hizo que se negara a partir de esta ciudad
El miedo de lo que pasaría si los encontraban seguía torturando sus pensamientos, pero Musa se negaba a que su hijo se negara a vivir por eso, No, su hijo debia ser feliz
De un modo u otro lograrían sobrevivir
Su esposo los cuidaría desde el cielo
Y desde la tierra su hermano haría lo posible porque esas sombras no le quiten nada más
