Bound to you

Capítulo Cinco

Abbadon se encontraba en sus estancias privadas después de ejercitarse, eran las diez en la mañana y sabía que cierto moreno debía seguir durmiendo pero aun así tomó su celular y comenzó a teclear al igual que cada mañana en las últimas tres semanas pues tal vez no podía estar junto al objeto de su adoración pero se encargaba de cuidarle a la distancia...

-Hydra Supremo- le llamaron desde el otro lado de la puerta tocando suavemente

-Adelante- susurró tomando el mando principal para desbloquear las puertas

-Señor- una agente joven se cuadro frente a él a la espera de instrucciones

-Descanse agente ¿Tiene alguna novedad para mí?

-Sí Hydra Supremo, el Barón Zemo envío esto para usted- susurró entregándole una Tablet

El rubio la recibió y una tenue sonrisa ilumino su rostro ante las cuatro palabras enviadas por su más leal amigo "... Lo tengo, viejo amigo"

-Tú nunca me decepcionas Helmut- murmuró el líder de Hydra con voz sedosa, todo iba conforme al plan y su pequeño genio estaría contento con él.

Tony despertó pasando del medio día, se estiró perezosamente haciendo sonar su columna, la noche anterior se había retirado a dormir después de una breve conversación con cierto rubio de ojos escarlata, aquel hombre demostraba a cada instante posible cuanto se preocupaba por él y todos los días sin falta le mandaba textos para saber sobre su día, poniendo atención a cada minúsculo detalle que el castaño le contaba o simplemente para decirle que le extrañaba, causando de esa manera sensaciones extrañas en su pecho.

I catch my breath we're just one beating heart
And I brace myself, please don't tear this apart

-Debo estar completamente loco- murmuró el castaño antes de tomar su celular, su rostro de inmediato se iluminó con una enorme sonrisa al ver la notificación que tanto ansiaba.

-"Buenos días, min kjaerlighet.* Espero tus sueños fueran tranquilos y placenteros. Ojalá tu día sea productivo y por favor no te olvides de comer bien".

El castaño suspiró con fuerza aun con la enorme sonrisa adornando su rostro, en las últimas semanas había estado trabajando como loco, sin embargo Abbadon siempre parecía saber el momento adecuado para llamar su atención y hacerle descansar, por lo que increíblemente se había estado alimentando y durmiendo de manera adecuada,

-"No recuerdo ningún sueño pero dormí mejor que en semanas. Por cierto, comería mejor si cierta persona cumpliera sus promesas..."

No había pasado ni un minuto cuando su contestación llegó

-"Mañana, 17:50 hrs. Te enviaré las coordenadas... Te estaré esperando ansioso".

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Steve miraba los mapas y coordenadas de manera ansiosa, la búsqueda de Bucky era a contratiempo, debía encontrarlo antes que Tony lo hiciera para evitar que terminaran matándose, no podía soportar la idea de perder a alguno de los dos, eran demasiado importantes.

-Yo creo que Stark quiere que lo encontremos por él- susurró Sam

-Sam no...

-Piénsalo- le interrumpió- él está muy tranquilo y no ha dado muestra alguna de estar buscándolo, tal vez esté espiando nuestros avances para capturarlo antes

-Odio admitirlo Steve pero sería probable. Tony usaría cualquier ventaja táctica en su favor- murmuró Natasha

-No, Tony no lo haría...

-Steve...

-¡Dije no!- gritó con los puños crispados y mandíbulas tensas

-¿Sam, podrías darnos unos minutos?- pidió la pelirroja

-Claro- susurró saliendo del despacho del Capitán

-Bien, suéltalo- exigió la mujer en cuanto estuvieron solos

-No es nada

-Steve, puedes engañar al resto pero no a mí

-Bien... es que... Tony me evita, he querido hablar con él pero me restringió el acceso a su taller y despacho. Le ordenó a F.R.I.D.A.Y. que me negara toda información sobre él. No sé si esté bien, me preocupa que no esté cuidándose, que se le pase encerrado en ese taller sin permitir que nadie le consuele...- murmuró con voz dolida

-Era de esperarse se siente traicionado pero te aseguro que lo único que necesita es un poco de tiempo. No olvides que está loco por ti...- murmuró Widow tomándole del hombro para consolarle

-Natasha... yo no soportaría que él me odie...- confesó conteniendo las lágrimas

-Lo quieres- susurró la pelirroja son una sonrisita que decía que ya lo sabía

-Más de lo que creí posible- contestó

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Tony se vistió con un elegante traje gris Dolce and Gabbana de tres piezas, camisa blanca y corbata rojo escarlata, las prendas se ajustaban a sus varoniles curvas de manera exquisita haciendo que le sonriera a su reflejo, peinó su cabello en rebeldes picos desordenados para después de cubrir sus ojos chocolate con un par de lentes de sol de cristales rojizos y montura negra, salió de su habitación en dirección al hangar donde un helicóptero autómata (su última creación) le esperaba.

-¿Tony?- el castaño se tensó al escuchar aquella voz

-Rogers- siseó bajo mientras continuaba

-Tony ¿Podemos hablar?- pidió el rubio tomándole de un brazo para detenerle

-No tengo tiempo Capitán, un nuevo socio me espera- dijo con voz apática y mirada indiferente

-Por favor Tony, no podemos seguir así. Sé que te herí...

-¿Herirme?- siseó molesto- Jugaste con mis sentimientos, me mentiste, te aprovechaste de mi estúpido enamoramiento...

-¡No!- le interrumpió- yo jamás quise eso...

-No, pero lo hiciste. Dejaste que siguiera amándote como un idiota sin aclarar nunca que no podías corresponder a mis sentimientos- gruñó

-Tony, no lo hice porque...- el rubio suspiró quedamente- me siento atraído por ti, mucho. Pero no tengo experiencia alguna y tenía miedo ¿Qué tal si echaba a perder nuestra amistad?

-Así que decidiste no arriesgarte- murmuró el castaño

-Sí, pensé que era lo mejor. Podríamos seguir siendo amigos y liderar el equipo, juntos.

-Idiota- dijo Tony por lo bajo con una risita ácida- Gracias por hacerme las cosas más sencillas

-¿Tony?

-Dices que te atraigo pero decidiste no arriesgarte, cuando eres tú la persona que más riesgos ha tomado por defender sus ideales. Te arriesgaste con el suero, te arriesgaste en aquel avión, te arriesgaste por Barnes...

-¿A dónde vas con eso?

-Que no crees que YO sea alguien por quien valga la pena arriesgarse- declaró el moreno con una sonrisa triste

-¡No Tony! Yo jamás pensaría eso...

-Tus acciones dicen más que tus palabras. Pero gracias por abrirme los ojos...

Tony se soltó de su agarre y caminó con la frente en alto hacia su transporte, puede que Rogers no se atreviera a tomar riesgos en su nombre, pero había alguien que sí lo hacía.