Capítulo Nueve

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Tony Stark se encontraba en su taller, en los últimos seis meses había reducido drásticamente su número de misiones, tenía cosas más importantes que hacer, proyectos que perfeccionar, armas que crear. Dividía su tiempo entre el complejo de los vengadores y la base principal de HYDRA sin que su equipo lo notara y pretendía seguir así por un tiempo.

-Bien chicos- susurró mientras dirigía el equipo a distancia- Hay civiles a dos cuadras, la legión se encargará de ellos. Los contrabandistas tienen un punto débil en la formación en el ala oeste...

-"Un equipo de tres podrían entrar mientras el resto los distrae"- dijo Rogers de inmediato

-Exacto Capitán- contestó el castaño y dejó que el equipo continuara mientras él seguía monitoreando el área a la vez que sus manos trabajaban dando los últimos ajustes al dron que Beck le había enviado, ese hombre era muy talentoso sólo necesitaba un ancla para mantenerse estable...

-"Estamos dentro"- la voz del rubio se hizo escuchar

-Tres puertas a la derecha, seis pisos arriba. Visión debes desactivar el chaleco de inmediato- dijo el castaño sin poner realmente atención a las pantallas

-"Enseguida Sr. Stark"- contestó el androide adelantándose mientras el rubio le seguía

-Widow, a tus seis- murmuró mientras continuaba con su trabajo mecánico

-"¡Despejado!"- murmuró Wanda haciéndose notar

-Este es tu examen final Maximoff, te necesito alerta en caso de que Visión falle. Bajo ningún motivo Rumlow puede salir de ahí...- dijo Tony con calma

La misión ocurría rápidamente, golpes y jadeos se hicieron escuchar mientras el magnate continuaba en su taller dando órdenes sin mirar pantallas y corriendo pruebas en F.R.I.D.A.Y. mientras arreglaba el dron y aun así tenía su atención puesta perfectamente en cada una de sus tareas.

-Bien hecho Vengadores- dijo cuándo Rumlow por fin estuvo bajo custodia y sin representar una amenaza- Ross se encargará de llevarlo a la Balsa y la legión comenzara con los daños estructurales

-"Lo hiciste de maravilla"- dijo Steve con voz alegre

-Lo sé, soy un genio. Vuelvan ahora, tienen papeleo- murmuró el castaño poniéndose de pie y estirando su columna

-"... Nos vemos en casa Tiny"- susurró el ojiazul antes de que el moreno cortaba la comunicación, las pantallas se cerraron y un tenue brillo azulado en los ojos del genio comenzó a extinguirse poco a poco hasta recuperar su natural color chocolate y entonces unos férreos brazos le abrazaban por la espalda.

-Si vuelve a llamarte por ese estúpido mote de nuevo le voy a arrancar la maldita lengua- gruñó Abbadon besando su yugular

-No estarás celoso de tu "papi" ¿o sí?- se burló el mayor ladeando la cabeza para darle mejor acceso

-El idiota es muy obvio, te quiere...- siseó apretando aún más su agarre

-Sólo intenta ser un buen amigo, compensar los años que se aprovechó de mi enamoramiento- susurró el moreno intentando calmar los celos de su pareja

-Tal vez asi inició, pero el idiota se enamoró de ti. Lo sé- murmuró contra su piel

-¿Quieres una pequeña vendetta contra tu adorado padre?- cuestionó Tony girando dentro de aquel abrazo y colgándose de su cuello

-¿En qué estás pensando?

-Sígueme beloved- susurró tomándole de la mano y guiándole fuera del taller

Bound to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora