Arte y Ansiedad

Ya no más

Este no es el típico sentimiento de ahogo, aunque si se siente como si te pusieran una roca de 60 kilos en la pierna y te echaran al océano, pero digo que no es solo ahogo, porque mientras te vas hundiendo en ese océano, miles de cuchillos van cortándote, cada vez más lento y... más doloroso. Estoy lleno de posibilidades que yo considero malas, que es muy probable que no sean ciertas, o si son ciertas no son tan malas, pero yo las siento así. Sólo veo el reflejo de muchos fantasmas del pasado, muchas heridas pasadas plasmadas en esas posibilidades que no puedo ver, pero si sentir, como si fueran zombies que cuando piensas que murieron, vuelven a levantarse más fuertes y con más ganas de dañar. Básicamente así es como se siente, muchas miradas puestas en mí, juzgando casa cosa que hice mal y cada cosa que pensé mal.

Este es otro de mis demonios, ahora cada vez los puedo ver con más claridad, y esto es algo que me ha perseguido por años, años y que me agarra en el momento más inoportuno posible, me hace sentir el poco control que he tenido conmigo mismo, el poco manejo que tengo de mi mente.

Saben, o por lo menos yo sé, que esto meses atrás no hubiera hecho más que volver a ponerme depresivo, pero ¿saben? Ya no más, no sé cómo estará el mundo cuando salga de casa, porque ahora estoy viviendo en cuarentena por el coronavirus, pero cuando salga quiero comerme el mundo. Sé que será difícil, sé que estará mucho más complicado y que las restricciones dificultarán muchas cosas, pero ahí estaré yo. No solo me cansé de ser miserable, sino que me cansé de no lograr lo que sé que puedo lograr. Ya no más infierno a pesar de tener demonios encima, ya no más sangre a pesar de tener una lluvia de cuchillos, ya no más; ansiedad, ya no más.