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Capítulo 7: ¡¿Un beso?!

KISUGI'S POV

En la noche, los niños se fueron a dormir. Como siempre, Yumi era la última en ir a la cama, y todo por su actitud positiva y su energía infinita, pero dormir es importante si quiere mantener esa energía.

─Yumi, a la cama─ Izawa señala con su dedo el piso de arriba.

─Pero quiero seguir corriendo por la casa─ protestó haciéndonos un hermoso puchero.

─Tus hermanos están dormidos y los despertarás. Además, sabemos que sí tienes sueño─ se cruzó de brazos.

─Eso es menti...─ bosteza─No tengo sueño...─ de a poco se fue agachando en el piso. Ya no podía estar de pie.

─Jeje, ve a dormir de una vez─ la cargo─. Mañana tienes escuela, podrás ver a Nana─ dije para levantarle el ánimo.

─Síiiii, Nana-chan─ dijo en un tono de voz bajo. Es evidente el sueño que tiene.

Izawa me contó que sentía un poco de lástima por Nana. Yo también. El hecho de que no tiene padres, que no ha hecho nada en la vida más que leer libros y jugar con sus cuarenta y un gatos como forma de entretenimiento (aún no supero que tenga esa cantidad de gatos), tampoco come otra cosa que no sea sopa, y todo por esa estupidez de que "se puede atragantar con las cosas sólidas", es que es una estupidez: Yumi y los niños viven comiendo hamburguesas de MCDONALD'S y nuestras comidas (que son masticables, y jamás se han atragantado). Debe ser la edad de su abuela la que la vuelve paranoica, o tal vez siempre fue así. Nadie lo sabe.

Sólo sé que es un alivio que Yumi y Nana sean verdaderas amigas. Lo que ambas necesitaban era eso: una amiga con quien charlar (Yumi tiene a Shin y a sus hermanos, pero también es bueno socializar con gente ajena a tu entorno familiar).

Fui a arroparla junto con Izawa.

─Buenas noches, tesoro─ le di un beso en la frente.

─Buenas noches─ dijo somnolienta, Izawa le dio un beso en el mismo lugar que yo.

Los dos salimos de ahí y fuimos a nuestra habitación.

MEI'S POV

Hoy fue otro día divertido con el profesor Humiya. Realmente sabe cómo hacer que el aburrimiento se vaya en el aula. Eso sí: DEBE saber manejar bien. 

Pero en fin, hoy entró una mosca por la ventana, y él agarró su matamoscas (siempre dice que es necesario porque siempre hay un bicho cerca).

─¡Ven acá para que pueda matarte, fastidio con alas!─ dijo intentando darle al insecto con el matamoscas, ¡y sin querer rompió la ventana! Casi se me escapa una risa de mi boca.

Al final el profesor mintió diciendo que habían lanzado una piedra, no tiene el suficiente dinero para pagar el vidrio roto.

Debo admitir que es el profesor más divertido que jamás he tenido, pero es un peligro con su torpeza.

Ahora estoy caminando por la playa frente a un atardecer rojo. Adoro caminar por la playa, es muy relajante, y además es hermoso ver las nubes rojas (no las puedo ver temprano ya que a esa hora estoy durmiendo, jaja).

Sigo caminando hasta que veo a alguien sentado en la arena. Me acerco un poco más, y me doy cuenta de que esa persona es ¡Hyuga!

Se ve deprimido, y está bebiendo un poco de Coca-Cola. Además está un poquito barbudo.

─Hyu-hyuga...─ le digo con timidez.

─¿Hmm?─ me ve─Oh, tú eres...

─Mei, la niña que golpeaste─ sonreí un poco nerviosa.

─Perdón por eso─ rio.

─Ya te perdoné─ me senté a su lado─. Te veo un poco triste, ¿qué te pasa?

─Oh, ¿se nota mucho que estoy triste?

─Un poco.

Él suspiró.

─Es porque mi novia, la otra chica de cabello blanco que conociste la otra vez que nos vimos, falleció hace ocho años, y todavía me afecta.

─Ay, lo lamento mucho─ tomé su mano entre las mías─. El dolor de una pérdida es el peor que te podría pasar.

─Y lo que me da más bronca es que todo es culpa de sus horribles padres─ dijo cabreado.

─¿Por qué?

─Jamás le dieron importancia, fumaban todo el tiempo (cosa que causó su cáncer de pulmón) y lo peor de todo es que su padrastro, que sospecho que es un violador, abusaba de ella sexualmente.

─Eso es terrible... ¿Y sigue libre?

─Yo creo que sí. Por favor ten cuidado, no quiero que te pase lo mismo─ me abraza.

Mis mejillas se incendiaron. Él me estaba abrazando, y se preocupa por mí... 

─¿Sabes? Físicamente te pareces mucho a ella, por tu color de cabello, longitud y tus ojos son casi iguales.

─Jeje, ¿enserio...?

Entonces algo que nunca creí que sucedería sucede: él me toma de los cachetes... y me besa...

Pasaron unos cinco segundos y finalmente se separó.

─¡Ay, perdón! ¡No quise hacerlo! Es que por un momento vi a Nozomi en lugar de a ti...

─No te preocupes─ reí un poco nerviosa, sin dejar de sonrojarme.

─Enserio, eres tan parecida a ella que creí que eras ella.

─Te entiendo, jeje. Oye, estás un poco barbudo─ dije para cambiar de tema.

─Upps, lo siento. Supongo que he estado tan deprimido que no me he afeitado tanto─ rió.

─Y otra cosa: tienes un impregnante sabor a coca─ reí.

─Es lo que más suelo consumir. Otras veces he bebido alcohol y fumé por mi depresión.

─Oh, ya veo...─ me levanto─Lamento de nuevo tu pérdida. Yo me tengo que ir a casa.

─Está bien. Ten cuidado al irte caminando. Me muero si algo te pasa.

─Tranquilo, estaré bien─ sonreí─. Cuídate.

─Adiós─ saludó con la mano.

Me fui de ahí pensando en ese beso. No dejo de pensar en él...