Siete años han transcurrido desde el nacimiento de Yumi, la hija de Izawa y Kisugi. Ahora ambos cuentan con veintitrés años de edad, y tienen tres hijos más que lograron rescatar del orfanato de la ciudad: Daoko es la mayor, Haru el del medio y Maya...
Durante el resto de la clase hicimos un práctico de ecuaciones logarítmicas, pan comido. No sé cómo hago para comprender todo de una. En realidad soy así con todas las clases. Siempre que preparo una prueba oral, o incluso escrita, hablo de los temas que me tocaron con profundidad, solamente porque puedo y me sale hacerlo. Es increíble. Jamás he reprobado ninguna prueba en mi vida. Ojo, hay veces que ni estudio para las pruebas. Todos me dicen: "Quisiera tener un cerebro como el tuyo", y yo les digo: "Sí lo tienen, pero no lo saben usar". La mayoría no saben ni dónde están parados, y eso es porque usan sus cerebros para hacer estupideces que ponerse a hacer cosas productivas. Yo quiero hacer cosas grandes en la vida, ser ilustradora y ganar mucho dinero para vivir en una casa enorme, y viajar por todo el mundo. Es un sueño que pienso hacer realidad.
La voz de Kohana interrumpe mis pensamientos:
─Oye, ¿hiciste la parte tres b?─ me susurra.
─Sí, de hecho ya terminamos hace poco.
─Y dime, ¿de qué hablaron tú y Yukito-kun?─ vuelve a poner ese gesto pervertido.
─De cosas del práctico─ le respondí con los ojos entrecerrados.
─¿Segura que no hablaron de cuántos hijos piensan tener?─ sube y baja las cejas.
─Será mejor que pienses en cómo subir la nota en lugar de molestar con cosas que nunca sucederán.
─Sí, Okamoto, debes subir ese cinco que tienes en la nota─ interrumpió Koichi.
─¡No te metas, idiota!─ me dejó en paz, por fin.
─Disculpa, Mei─ me habla Yukito.
─¿Sí?─ intenté sonar lo más normal posible.
─Viste que yo soy nuevo aquí, ¿no?
Asentí.
─¿Podrías hacerme un tour por las instalaciones para no estar tan perdido?
─Claro que sí.
─Sí, Mei-chan, ustedes dos solitos─ vuelve a decir Kohana.
─Kohana...─ de mis ojos comenzaron a salir chispas de la furia que siento─¡Deja de decir estupideces!─ agarró el compás de mi cartuchera.
En ese momento sonó el timbre de receso.
─Te enseñaré todos los lugares de la escuela─ le dije a Yukito.
─Okey. Lo más importante es saber dónde está el baño.
Los dos nos reímos.
─El baño... El lugar donde lo harán por primera vez─ volví a escuchar la voz de Kohana en la puerta del salón.
─Uno... Dos... Tres...─ comencé a contar─Si quieres seguir viva...
─Okey, okey, los dejaré solitos─ se fue con Aimi y las demás.
─¡Luego las alcanzo! Si nos da el tiempo, te presentaré a todas.
─Lo que tú digas, Mei-san.
Le enseñé el laboratorio de ciencias, el cuarto de diseño gráfico, la biblioteca, la cafetería, lo más importante: el baño, okey no, y el patio, donde nos reunimos con las chicas.
─Gracias por enseñarme el lugar, Mei.
─De nada. No podía dejar que te perdieras en tu primer día, y arriesgarte a que los grandotes que practican deportes en la escuela te pisotearan─ puse cara de espanto.
─No tienen piedad─ dijo Kaede por lo bajo.
─Me alegra que no me haya pasado eso─ dijo Yukito─. Cuando tenía nueve años me pisoteaban los niños de MCDONALD'S cuando quería subir a los juegos.
Todas nos reímos.
─Nos ha pasado.
─Si no fuera por mi onii-chan, no estaría aquí─ dije bajando la mirada con una cálida sonrisa─. Él es lo más preciado en mi mundo.
─Oh, ya veo... Yo no tengo hermanos. Mis padres se divorciaron y mi madre se fue a vivir a Tokio a conseguir trabajo─ dijo Yukito mirando el cielo.
─Lo lamento mucho─ dije─. Sé lo horrible que es cuando tu familia se separa, lo sé porque yo también lo viví.
─¿Enserio?
─Sí, pero la diferencia es que ellos no se divorciaron, sino que papá se fue a Estados Unidos a conseguir trabajo y enviarnos dinero debido a que nos quedamos sin dinero. Pero eso fue hace años, cuando yo tenía seis.
─Wow... Tú historia me conmovió, Mei-san─ volvió a hablar Yukito.
─Gracias, supongo... Jeje, no sé qué decir.
─A veces me pasa lo mismo─ los dos nos volvemos a reír.
Kohana siguió mirándome con esas caras.
─¡KOHANA!
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El timbre sonó. Ahora tenemos clase con Masato. Espero que vea para adelante si haremos viaje en camioneta...
─Escucha, Yukito─ le digo─, ahora tendremos clase con Masato, el mejor profesor del mundo, pero si llegamos a hacer un viaje en su camioneta, sujétate bien.
─¿Por qué?
─¡Porque maneja horrible!─ dijo Aimi.
─La última vez casi choca contra una columna─ añadió Ushio.
Yukito tragó saliva. Se notaba el miedo en su rostro.
Estamos pasando por la playa. Podía apreciar el mar, las personas jugando voleibol y tomando sol... Ya me vino la inspiración para dibujar algo...
Masato no vio un tope y la camioneta estuvo segundos en el aire para tocar el piso de una forma violenta.
─¡MASATO, FÍJATE EN LOS TOPES!─ le grité.
─Perdón, mi esposa me estaba escribiendo.
─¡NO SE USA EL CELULAR MIENTRAS CONDUCES!─ le gritó Aimi.
Condujo un buen rato por la calle, cuando llegó a un desvío. Dio la vuelta a tiempo, pero mi cabeza casi se da contra la ventanilla... De no ser por un agarre de Yukito.
─¿Te encuentras bien, Mei-chan?─ me pregunta.
Me dijo "Mei-chan". La sangre subió a mi rostro mientras oía alguna risa en el fondo.
─S-sí─ respondí.
─¡¿ACASO QUIERES MATARNOS?!─ le gritó Chiasa, una de mis compañeras, a Masato.
─¡RECIÉN INICIÉ UNA RELACIÓN, ASÍ QUE DEBO SEGUIR VIVO!─ le gritó Takeda.
Y así se armó un lío entre todos.
Mientras tanto, el agarre de Yukito iba y venía en mi cabeza. Creo que estoy... ¿enamorada?
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DATO:
Me inspiré en la personalidad de Sikowitz de Victorious para hacer a Masato.
