Epilogo

4K 326 44
                                    

-Ishiro, baja de ahí que tu padre te busca- le ordena inuyasha a un joven de aparente 15 años

Ishiro bajo de las ramas del árbol que se encontraba en el patio de una gran mansión

-Si tío, ya voy- el joven demonio era muy apuesto, su cabello era plateado como el de su padre pero lo llevaba corto, sus rasgos demoníacos lo hacían lucir hermoso pero era más fuerte que su progenitor, su ascendencia sagrada lo hacía el más poderoso de su especie, hijo de un demonio imponente y la sacerdotisa más poderosa del sengoku le había dado un equilibrio a su fuerza. Era hermoso pero mortal, con el paso de los siglos había establecido su dominio en el territorio de Sesshomaru, defendiendo la tierra de su padre de las invasiones que habían intentado quitar el gobierno del Lord, encontrando la muerte a manos del joven Ishiro

-Me dijo mi tío que me buscabas- le dice Ishiro a su padre que lo esperaba en la entrada de la casa

-Llego el momento hijo- le explica sesshomaru, ve a buscarla, esta muy ansiosa

El joven sonrió dejando ver su hermosa dentadura, corrió por las escaleras de la mansión, tocó la puerta de la habitación principal

-Adelante- se escuchó la voz melodiosa de la mujer que ambos demonios amaban más que nada

Ella se encontraba observando el cielo por la ventana de su habitación, al escuchar a su no tan pequeño hijo decir esas palabras

Aome miro a Ishiro y le tendió los brazos como cuando era solo un niño, el sin dudarlo se acercó a su madre y la abrazó, el voluptuoso vientre de la mujer no le permitía apretarla como el hubiera deseado y frunció el seño

-No te enojes cachorro, después de 500 años de ser hijo único este pequeño no te quitara mi amor- le dice Aome besando la frente de su hijo

-Madre, me dice mi padre que estás nerviosa, se puede saber ¿por qué?, que no esperabas este momento con tanta ansia?

-Jamas pensé que en el momento que naciste, la sangre de tu padre me diera vida eterna, me había hecho la idea de jamás volver a verlos, ahora estoy a solo unos momentos de encontrarlos después de tantos años me siento muy nerviosa- le responde Aome- no se como van a reaccionar al saber todo lo que he esperado para poder abrazarlos

-Mujer, es hora- se escucha la voz de Sesshomaru desde la planta baja de la mansión

Aome caminaba con dificultad, este embarazo era algo esperado por toda la familia del Oeste ya que desde el nacimiento de Ishiro no habían logrado volver a tener hijos hasta ahora, ella bajaba las escaleras con ayuda de su hijo, abajo la esperaban Sesshomaru, inuyasha y Yura

-Anda tía, que estamos ansiosos- decían Inumaru y yashamaru, hijos de Yura e inuyasha

-Ya voy, no presionen cachorros latosos, que creen que es fácil caminar con esto?- les decía señalando su vientre

-Te ves hermosa Aome- le dijo su amiga Yura, ella se había convertido en su compañera y confidente cuando al pasar de los siglos fue perdiendo a las mujeres importantes en su vida

Primero se fue la anciana Kaede quien ya anciana dejó este mundo rodeada de toda la aldea que tanto la amaban.

Con el paso del tiempo su amiga Sango que llegó a edad muy adulta junto a su amado Miroku, tuvieron muchos hijos y vivieron tranquilos en la Aldea, Aome aún cuida de sus descendientes.

Algunos años después su pequeña Rin quien creció y se convirtió en una hermosa mujer, adorada por muchos pretendientes pero ella solo tenía ojos para Kohaku quien después de mucho tiempo logró convencer al temible Lord Sesshoumaru que sus intenciones con Rin eran honorables y que la amaba sobre todas las cosas, lograron casarse y tener varios hijos quien aún están bajo el cuidado del Lord viviendo una vida cómoda. Fue muy doloroso para ambos ver como su pequeña se convirtió en una anciana y presenciar su último suspiro acompañada de sus hijos, nietos y bisnietos.

El Demonio Que Más Amo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora