Capitulo 3

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¡¡🔥AVISO DE LEMON🔥!!

Sesshoumaru la besó!! Por la mente de Aome un montón de ideas se estaban formando, porque la besaba?, era ella la mujer que el decía, su corazón latía desbocado en su pecho y lo único que sentía eran millones de mariposas en su estomago.
Ella respondió al beso permitiéndole al demonio explorar toda su cavidad bucal, de pronto la mano de Sesshoumaru comenzó a apretarla más a su cuerpo y con la otra sostenía su nuca, en el momento que le hizo falta el oxígeno, se separó de el.

-No entiendo, por que?- decía Aome aún sonrojada

-Porque me gustas- le respondió

-Solo te gusto?- preguntaba tímida Aome, pero la respuesta no llego, el demonio atacó nuevamente sus labios, esta vez ella permitió que las manos del Lord jugaran con su cuerpo, comenzó a quitar las prendas que le estorbaban para poder tener acceso a su piel, poco a poco comenzó a bajar el kimono, ella instintivamente se cubrió sus pechos, jamás había estado desnuda conscientemente delante de un hombre, menos del hombre que ella amaba, sin embargo el ya la había visto así a escondidas y deseaba tocarla completa, le retiro las manos y la recostó en su estola lentamente, comenzo a besar su cuello, sus hombros, toco uno de los senos, tenían el tamaño perfecto para las manos del demonio, amaso y acaricio el rosado pezon, el cual reaccionaba al tacto sacando un jadeo de placer de la mujer, deseaba saborearla, así que introdujo uno de los pechos a su boca mientras juguetea con el otro.
Aome se retorcía de placer, una de las manos del demonio comenzó a bajar por el vientre de la mujer hasta llegar a su intimidad, con los dientes se arrancó las garras para no lastimarla, y sin dejar de besarla, comenzó a introducir un dedo en ella, Aome abrió grandemente los ojos a notar al dedo intruso y con la mirada cuestionó al Lord.
-Necesito prepararte, no te quiero lastimar- entonces sintió como ella se relajó un poco, volvió a atacar sus labios mientras su mano preparaba su camino, otro dedo fue introducido generando olas de placer a Aome, algo comenzaba a sentirse en su vientre, una pequeña presión que se extendía por su cuerpo, un tercer dedo llego al ataque y con el ella comenzaba a gritar de placer, el Lord observó que estaba próximo el orgasmo y se posicionó entre sus piernas, cuando Aome estaba lista para explotar, retiro los dedos y de una estocada se introdujo en la mujer al mismo tiempo que ella se liberaba en un orgasmo genial, vaya que era estrecha, ella solo sintió un poco de dolor mezclado con placer, su cerebro no podía procesar todo, pero cuando comenzó a relajarse después de su orgasmo fue cuando se dio cuenta que el estaba dentro de ella, comenzó a moverse poco a poco, primero lento, un ritmo constante disfrutando la estrechez de su ahora mujer, sin quitarle los ojos de encima, observaba su rostro sumido en placer pero sus ojos se clavan en los de el, la besó intensamente mientras aceleraba su ritmo, ella acariciaba la espalda del demonio y de vez en cuando le enterraba sus uñas, causándoles más placer a los dos, entonces el se sentó y se recargo en la roca, colocó a su mujer encima de él, llegando más profundo en el vientre femenino, Aome sentía a su compañero hasta dentro muy dentro, pero no la lastimaba, era muuuy placentero, ella no sabía que hacer así que Sesshoumaru comenzó a ayudarla a mover sus caderas para darle ritmo, ella se tomaba de los hombros del Lord para equilibrarse, las sensaciones que estaban pasando por ella eran indescriptible, estaba por llegar nuevamente al cielo, estaba a punto de volver a explotar y sus gemidos de placer hacían que Sesshoumaru  se pusiera más encendido acelerando el movimiento, ella hecho su cabeza hacia un lado mostrando su hermoso cuello y Sesshoumaru saco sus colmillos, en el momento en que los dos se liberaban el clavo su veneno en el cuello de su mujer marcandola para siempre como suya, por fin era suya por todas las leyes youkais, y al mismo tiempo libero toda su semilla dentro de ella, Yako aullaba de felicidad dentro de la cabeza del lord pues por fin habian tomado a su hembra elegida y el estaba totalmente feliz.
Aome se desplomó en el hombro de su pareja, totalmente exhausta, Sesshoumaru paso su lengua por la herida que le acababa de causar y bebió su sangre, deliciosa y solo suya, la herida cerró y comenzó a sanar inmediatamente, dando paso a una cicatriz en forma de media luna.

Tomo a su mujer y la recostó nuevamente en su estola sin salir de ella, Aome abrió los ojos y le sonrió tiernamente a su compañero, retiro los mechones de cabello plateado que caía en su rostro y lo besó, fue un beso lleno de amor, y nuevamente el amiguito del Lord volvió a tomar vida dentro de su mujer, comenzó a moverse lentamente, en esta ocasión fue suave, tierno, la besó mientras se movía estaba haciendo el amor con su mujer, no solo era sexo apasionado, el la amaba y quería demostrárselo, sus estocadas eran lentas pero placenteras, Aome podía detallar los rasgos de su amante, ella acariciaba su rostro mientras se miraban, sus ojos no se apartaban más que para besarse, los movimientos eran más rápido, estaban próximos a liberarse, aome ya no podía más y los dos llegaron  al clímax, mientras el se derramaba nuevamente dentro de ella, ella le dijo tres palabras que lo llenarían de júbilo

-Sesshoumaru, Te Amo-

El solo la pudo apretar a su cuerpo, no dijo nada, el pensaba que no era necesario decirlo, ya lo estaba demostrando, después de la confesión de Aome, la besó y la acomodó a su lado, ella estaba exhausta, pero se quedó un poco decepcionada al no recibir respuesta del Lord, ella había entregado todo a él y ella pensaba que el no la amaba de la misma manera que ella, sin embargo no despreciaria estos momentos con el, así que se acorruco a su lado y se durmió profundamente.

La noche pasó tranquila, al llegar la mañana ella abrió los ojos y se encontró sola, miró a todos lados, Sesshoumaru no estaba, no había rastros de él, se sintió triste, decepcionada,  pero ella sabía lo que estaba arriesgando, así que en silencio se levantó, se vistió y tomó sus cosas, salió de la cueva con rumbo a su aldea, no quería toparse con nadie así que se envolvió en su reiky logrando esconder su aura y su aroma, quería estar sola y poder llorar...

Sesshoumaru regresó a la cueva un poco tarde, no quería tardarse tanto pero quería buscarle un obsequio a su mujer, quería sorprenderla con un hermoso kimono, pero el sorprendido fue el al volver y encontrar la cueva vacía, no había rastros de Aome, la fogata tenía mucho que se había extinto, ella lo había dejado, ¿por qué?, que no deseaba ser su compañera?, le dijo que lo amaba, ¿y por qué no esta?

Salio de la cueva en su búsqueda, nadie se burla del Lord, voló por la zona, no podría caminar tan rápido, pero no la encontró, no ubicaba su aroma y eso lo molestaba demasiado, la busco por varias horas sin tener resultados.

Decidió volver al palacio totalmente furioso, al verlo entrar el pobre Jacken tembló al sentir el aura de su amo, se encerró en su habitación y destrozó todo a su alrededor, no salió de ahí, tres días después Rin y Yura estaban realmente preocupadas, jamás habían visto a su amo en esas condiciones, así que Rin decidió entrar en la habitación encontraron todo totalmente destrozado pero lo más lamentable fue el estado de su amo, estaba sentado en un rincón del cuarto con la cabeza entre sus piernas

-Amo?- dijo quesito Rin -¿Esta bien amo?
Sesshoumaru levantó la mirada y estaba totalmente roja, era Yako quien estaba presente

-Por que me dejo?- pregunto en voz ronca

-¿Que paso amo?, Rin y Yura pueden ayudarlo

- No, nadie puede- respondio aún gruñendo

-Es por la señorita Aome?- pregunto cautelosamente Rin

Sesshoumaru se levantó con un gesto deforme de furia y rugio

-Ella se fue!!!, rechazó ser mi compañera!!!- rugió ferozmente

-Amo, está seguro?, la señorita Aome lo ama desde hace mucho tiempo- le dice Rin dando un paso hacia el

-Ella me abandonó, después de hacerla mi compañera- dijo en un tono más bajo, sus ojos habían vuelto a la normalidad

-Expliquenos amo por favor- le suplico Yura

Sesshoumaru no era de muchas palabras pero pensó que solo ellas podrían orientarlo, ambas eran mujeres y Rin era humana, a lo mejor ellas podrían resolverle sus dudas así que el Lord aceptó la ayuda de las mujeres así que optó por contarles todo...

El Demonio Que Más Amo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora