Capítulo 04 - Preparación -

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Habían pasado cuatros días desde el incidente con la señora Uvarova. Yakov, pese haberlos dicho que haría la vista gorda, era notorio que seguía molesto. No había sido un fallo muy gordo, pero eran por esos pequeños despistes, que muchos acaban muertos o detenidos.

- Les pasé a Boris y a Grigori los trabajos que teníais para hoy -. Les dijo Yakov cuando fueron a su despacho para conocer sus quehaceres del día.

- ¿Eh? ¿Por qué? -. Preguntaron contrariados, pues era la primera vez que les quitaban su trabajo.

- El trabajo es cerca del cuarto distrito. Por el númerito que montásteis, no quiero que os vean por allí durante una temporada -. Contestó sin levantar la mirada de sus papeles.

Seis llamadas a la policía, donde alegaban a ver escuchado un grito y dos disparos. Los agentes buscaban a tres sujetos. Dos hombres y una mujer, uno de ellos rubio. Eso era lo que denunciaron los que se asomaron a la ventana tras escuchar a Bela Uvarova gritar y caer muerta. Yakov tenía razón, lo mejor sería no pasar por allí durante una larga temporada.

- Os llamaré si tenemos algo -. Con un gesto de su mano, les indicó que se marcharan. Los tres muchachos salieron del despacho con caras de circunstancia. ¿Qué se suponía que iban a hacer ahora? Era la primera vez que tenían la mañana para ellos, totalmente libre.

- ¿Y ahora qué? -. Harris fue el primero en atreverse a preguntar lo que todos estaban pensando.

Los tres salieron de los almacenes y se marcharon a la ciudad. "No paséis por el distrito número cuatro" fue lo que Nadja les dijo cuando fueron a pedirla uno de los coches.

Condujeron hasta una cafetería, a la cual entraron. Era la primera vez en diez años que iban a desayunar fuera, sin trabajo que hacer.

- No sé vosotros... pero me resulta raro estar así, sin hacer nada -. Amanda removía su café mientras observaba el remolino que se iba creando en él.

Sus horas de descanso eran por la noche, por lo que sólo podían salir a antros o a bares. Estar en una cafetería, a las once de la mañana, mientras desayunaban como personas normales... era tan raro...

Iniciaron un tema de conversación con el fin de acostumbrarse a aquello. Amanda y Harris relataron recuerdos que tenían de su infancia. Hacía muchos años que no habían hablado de su vida anterior, la cual parecía olvidada.

- Mis padres trabajaban en una fábrica, yo iba al instituto casi todos los días -. Amanda esbozó una sonrisa nostálgica. El recordar a su familia, por primera vez en diez años, le causó nostalgia.

- Yo no sé que les pasó a los míos. Sólo sé que me encontraron en la puerta de un bar, por lo que me llevaron a un orfanato... o eso me dijeron las cuidadoras -. Harris se encogió de hombros, como quitándole importancia.

Por más que Lev quería participar en la conversación, sus mente sólo recordaba hasta el día que fue comprado por Yakov. Ni siquiera sabía que edad tenía exactamente. Amanda, como adivinando lo que el rubio estaba pensando, cambió de tema rápidamente.

- Y... ¿cómo es que te ha dado por dejar de recogerte el pelo? -. Primer tema que se le ocurrió. Lev y Harris lo notaron, pero le siguieron el juego.

- Bueno... -. Pasó uno de sus brazos al rededor del cuello del azabache y comenzó a sonreír de manera jocosa. - Al parecer, a Harris le encanta -.

- Vete a la mierda -. Harris le dio un manotazo en el brazo que lo aprisionaba los hombros, arrepintiéndose en seguida de ello, pues era el brazo derecho del rubio.

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