Hoseok.
Estaba dormido. Soñando con nada en especial, removiéndose por la cama. Y pudo haber pasado más tiempo así de no haber sentido un peso sobre él.
—¡Despiértate, Hoseok! —escuchó una voz conocida con su marcado acento extranjero.
Abrió los ojos, encontrándose con la traviesa mirada de Seokjin y Namjoon mirando su celular.
—¿Qué hacen aquí? —Preguntó con una sonrisa adormilada—, no me avisaron que vendrían.
Namjoon lo miró—. Tú me dijiste que querías que te acompañarnos a comprarle algo a Yoongi para cuando regresara y...hoy regresa.
Jung alzó las cejas—. ¿Qué? ¿Hoy? ¿Qué día es?
—Son las doce del mediodía de este bello domingo—contestó Seokjin—, y Yoongi vuelve hoy.
—¿A qué hora, exactamente?
—Me dijo que en la tarde-informó el poseedor de ojos miel—. Así que tienes tiempo, Romeo.
—Joder—maldijo y se levantó bruscamente, ocasionando que Jin se cayera.
Se adentro en el baño, tratando de ducharse lo más rápido posible. El champú le cayó en los ojos varias veces, pero lo ignoró (o trató dé).
Una vez listo, salió sólo para encontrar a Seokjin acostado en su cama con Namjoon a un lado, leyendo los mensajes de su celular. Riendo.
—Dejen eso-regañó, mientras le arrebatan el aparato—. Tiene contraseña, ¿cómo lo desbloquearon?
—Eres muy predecible—respondió Namjoon—. Tanto como para poner una contraseña de solo tres números.
—Los cuales eran 694—concordó Seokjin.
—¿Y ustedes cómo supieron eran esos, intentos de Sherlock Holmes?
—Porque esos números forman MYG, creo que es algo obvio—volvió a contestar Seokjin—, aunque, casi lo bloqueamos—rió—, perdón.
—Da igual—el pelinaranja negó—, vámonos antes de que se haga más tarde.
Los otros chicos asintieron y lo siguieron, dándose golpes entre ellos. Hoseok suspiró. Algunas veces dudaba que él fuera el único infantil.
Yoongi.
Estaba feliz.
O algo muy parecido.
Era su último día de su estadía con sus abuelos y eso lo alegraba de cierta manera.
No era que los odiara, los quería, pero nunca le agrado demasiado Daegu. Además que quería ver a Hoseok, pero eso ya era algo aparte.
—Tonto, mamá pregunta si ya estás listo—comentó Yeri, estaba parada en la puerta de la habitación.
—Dile que ya casi-contestó, aún recogiendo parte de su ropa—, ¿sabes cuándo nos vamos?
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Bittersweet. [Yoonseok]
FanfictionLas personas no siempre son como aparentan y eso bien se sabe. Sin embargo, es algo inevitable que, cuando vemos a alguien con tatuajes, nuestra mente automáticamente piense «Vaya delincuente», siempre terminamos juzgando cosas y/o personas por sus...