07. prometiste que seríamos tú y yo para siempre.

271 51 1
                                    





[ 𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞 ]
presente






─ ¿Yoongichie? ─Me pregunta ahora.

─ ¿Sí?

─ No fue pecado.

Levanto la vista hacia él, usando mi mano libre para limpiar mis ojos ─¿Qué?

Él tiene esa pequeña sonrisa en su rostro ─Que tú no cometiste pecado.

─ Maté a un hombre ─le digo con voz ronca ─Podría haber elegido otra opción.

─ Pero lo hiciste... me protegiste.

─ Sí... ─Aparto la mirada, incapaz de mirarlo a los ojos.

Suspira a través de la máscara de oxígeno y comienza a toser de nuevo, rápidamente le sostengo la mano con fuerza, esperando a que pase, sabiendo que no hay nada que pueda hacer para detenerlo. No puedo matar su enfermedad. Un arma no es suficiente. Todo escapa de mis manos y me convierto en un inútil, porque no puedo salvar a mi esposo.

La luz, del sol, entrando por la ventana es una indicación de que casi es la hora para que yo haga mi trabajo, como marido y amigo. Como cómplice.

─ Fue correcto ─dice finalmente, su voz más débil por la tos. Jin no debería estar hablando tanto, pero no puedo soportar la idea de detenerlo. No cuando estamos tan cerca del ocaso. No puedo. Soy egoísta, pero no me importa. Necesito escuchar su voz. ─Fue correcto porque me salvaste, Yoongichie ─Una respiración profunda en su máscara de oxígeno. ─Quién sabe lo que hubiera pasado si me hubiera quedado.

─ Él era tu padre...

─ Claro Gi, pero los padres pueden ser monstruos también. Tú venciste al monstruo por mi con tu amor.

Las lágrimas queman mis ojos ─¿Sí?

─ Sí, yo no tenía un hogar antes, tú hiciste uno para mí cuando me miraste por primera vez. Tu mamá y tu papá pueden no haber sabido nunca sobre nosotros, pero yo los amaba como si fueran míos y tú me los diste. Me diste todo, Gi. ¿Cómo podría culparte de todo cuando tú eres mi todo?

Podría no haber sentido remordimiento, pero nunca me dejarón los recuerdos. Venían en pesadillas de vez en cuando: YoungBae estirando el brazo hacia mí con pastillas cayendo de au boca y su cabeza perforada por una bala. Afortunadamente, ahora son pocas y distantes entre sí. Su rostro se ha desvanecido en la nada con el tiempo. Se ha vuelto inexistente.

No sé si mi alma será perdonada cuando muera, después de rezar mis motivos, o si estoy expuesto al infierno. Pero me consuela, y consoló, el hecho de que YoungBae jamás pudiera tocar a Jin de nuevo.

Mis acciones ese día habían sido sobreentendidas entre nosotros hasta ahora. Lo que había sucedido ese día hace mucho tiempo, ahora lo había confesado, y sé que lo haría de nuevo si lo tuviera que hacer. Lo haría todo de nuevo, sin importar las consecuencias.

Tal vez estoy ligado al infierno pero no importa.

Si Dios en su infinita sabiduría me puede perdonar por ese día, entonces tal vez él me perdone por lo que tengo que hacer hoy.

─ ¿Estás seguro de esto? ─Me pregunta, sólo porque él conoce cada uno de mis pensamientos ─No voy a obligarte a hacer esto, puedo hacerlo yo, Yoongichie, solo voy a necesitar un poco de tu ayuda, pero puedo hacerlo yo mismo.

Mi mirada se enfrenta a la suya. ─¡No! ─Le digo con dureza ─¡Te lo dije, Kim SeokJin! Te dije que no te iba a permitir ir solo, ¡sabes que no voy a correr ese riesgo!

A pesar de mis creencias en mi propia alma, independientemente de mis creencias en la Palabra de Dios, me he convencido de que sé lo que le pasa a un alma de un suicida.

Limbo.

Un abismo de eterna oscuridad.

No permitiré que eso suceda.

No a Jin.

NO A MI JIN.

Jamás.

El sol se extiende más allá.

─ Estamos cerca ─dice, respirando fuerte.

─ Lo sé ─Muestra tu fuerza ahora, Yoongi, no puedes dejar que tu esposo te vea derrumbandote. ─Todo irá bien, te lo prometo.

Sueno más fuerte de lo que me siento.

─ ¿Sí?

─ Sí, cariño. Prometí que no dejaría que nada malo te sucediera, ¿no?

Él me mira con ojos cálidos, y casi me rompo allí mismo. Casi me rompo y suelto todos mis miedos, todas mis angustias, mi pena. Cómo me siento de perdido ya, cómo mi corazón ya está destrozándose, cómo me estoy perdiendo una parte de mí mismo.

Sin él, no estoy completo. Sin él, no estoy entero, pero no lo demuestro, de alguna manera, me mantengo entero; de alguna manera, me quedo intacto, por ahora.

─ Me prometiste ─susurra ─Me prometiste que seriamos tú y yo para siempre.

─ Sí. Para siempre, Jin, sí...

Y yo se lo había prometido. Pero después de aquella fiesta pensé que había echado a perder las cosas para siempre, que nunca volvería a verlo. Sin embargo, él me había encontrado cuando pensé que lo había perdido.

─ Cuéntame lo que pasó ese día, Yoongichie.

Señor, dame fuerza en ésta, mi hora de necesidad. Por favor, ayúdame a encontrar el poder para hacer lo que quiero. Perdóname por hacer lo que debo. Protégelo, cuídalo. Cuida de él como yo lo hago. Aprécialo como si fuera la cosa más grande en el mundo. Porque él lo es.

El inicio del anochecer cada vez está más cercano.

Y le sigo contando nuestra historia...

setenta y dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora