Capítulo 21:| The box saved the moment

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Los labios de Tobias se movían en sincronía con los suyos y logrando que volvieran a crear aquella danza entre sus bocas, se devoraban vivos y era obvio hasta donde llegaría aquello.
Sin pensarlo dos veces, él alejó sus manos de su cintura y las llevó hasta sus hombros, continuó besándola y sin esperar la condujo lentamente a recostarse sobre la cama, ella no rechistó, aquello era algo que secretamente había deseado hacer desde la noche anterior.

Él se levantó y la miró desde arriba, lucia realmente hermosa, recién levantada y con aquella mirada traviesa en el rostro. No pudo evitar sonreír y sin ninguna invitación se colocó sobre ella, cuidando no aplastarla. Volvió a sonreír y la besó de nuevo, probaba su boca y de vez en cuando dejaba una mordida en su labio inferior.
Annelise no se quejaba, por el contrario correspondía a sus besos, con algo de timidez separó sus piernas dandole más espacio al cuerpo de Tobias y al parecer eso le había agradado ya que no tardó en acomodarse y besarla con aun más insistencia que antes. Se acomodó entre sus piernas y colocó sus brazos a ambos lados del cuerpo de la chica, volvió a besarla y su cuerpo no tardó a reaccionar a aquel pequeño gemido que emitió ella cuando mordió su labio inferior con algo fuerza.

Se separó de ella y la miró fijamente, realmente sus ojos brillaban, sonrió y se mantuvo así durante unos segundos, esperando que alguno dijera algo u hiciera algún movimiento para romper la tensión del momento, buscaba algún indicio de que ella quería parar, pero no lo hubo, ambos no pensaban en detener aquello.
Sonrió ante el hecho de que estaba por volver a iniciar algo que antes había hecho, pero debido al alcohol que había en sus organismos aquel día, ninguno de los dos podía recordar mucho de su pasado encuentro, pero esto sería diferente.
La besó de nuevo, manteniendo su cuerpo sobre el suyo, evitando dejando caer completamente su peso, llevó una de sus manos a su rostro y la acarició como pudo, aquello se sentía realmente bien.

Annelise suspiró y cuando ambos volvieron a separarse para tomar aire, miró a Tobias de arriba a abajo, aquello solo la impulsaba a lanzarse a él como si fuera un animal salvaje, amaba la manera en la que su pecho subía y bajaba debido a la agitación de todo aquello, y como sus brillantes ojos verdes la miraba como si la analizaran a travez de la ropa que llevaba, se mordió el labio levemente y sin esperar llevó sus manos a su pecho, tocando con las palmas de sus manos, pudo escuchar un pequeño gruñido por parte de él y sin esperarlo se enderezó un poco para poder deshacerse de su camisa, la quitó con facilidad y lo que miró la dejó sorprendida, Tobias poseía un pecho firme y marcado, sonrió al notar el llamativo tatuaje que decoraba su hombro izquierdo, volvió a morderse el labio y sin esperar llevó sus manos a su brillante y negro cinturón, lo desabrochó bajo su atenta mirada y cuando se deshizo de el, lo dejó caer en el suelo.

Tobias alzó una ceja divertido al notar el ruido que esté había hecho al caer al suelo, Annelise le regaló una pequeña sonrisa, y el siguiente movimiento de su parte fue interrumpido por uno suyo, Tobias la enderezó y sin esperar se deshizo de la ajustada blusa de tirantes que ella llevaba, dejando a la vista su típico sostén negro, sonrió ante la imagen y el contraste del color con su pálida piel, miró su costado izquierdo y sorprendido, leyó el pequeño tatuaje que adornaba esa zona, " rebel, rebel".
Sonrió y ella al notar que era lo que estaba mirando fijamente, volvió a alzar la ceja divertida, al igual que él lo había hecho segundos antes, sonrió y sin decir nada se levantó, se mantuvo de pie frente a la cama, mirando a la chica recostada frente a él.

Aquella imagen le trajo un pequeño flashback, donde recordó un poco el como habían llegado a la cama la noche en que ambos regresaron a su cuarto de hotel en Las Vegas, ambos se besaban y estaban mucho más incontrolables que en ese momento, él no pudo evitar admirar sus sensuales y largas piernas, las acarició y como consecuencia, de un segundo a otro estaba deshaciéndose de su vestido.
Volvió a sonreír embobado, mirando al rostro sonrojado de Annelise, no pudo contenerse más y sin esperar bajó sus propios jeans dejándolos después en el suelo, quedando solo en sus ajustados bóxers negros, bajó la mirada y se miró a si mismo, su erección era más que notable, pero era algo que no podía evitar, no ante la imagen de la chica semidesnuda frente a él.

Dark matters. | Tobias Forge  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora