hombre de arte • 𝐕𝐌𝐈𝐍

OO5

Voten y comenten o lloro.
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“Quiero pintar arte sobre tu cuerpo desnudo ”
Fue lo que escuchó ese día y luego un largo silencio. Decir que no lo pensó mucho sería mentira, había estado toda una tarde divagando en busca de su respuesta.
Realmente era muy diferente estar desnudo frente a un hombre para tener sexo que estar desnudo frente a uno para ser su obra de arte. Mostrar su cuerpo por completo a alguien que le prometía que era hermoso solo para poner su pene dentro de él era tan diferente a mostrarse para alguien que quería acariciarlo con un pincel porque realmente juraba que él era un tesoro.

Entonces después de tanto pensarlo decidió aceptar, y ahí estaba,  estaban.
Ambos, se miraban a los ojos y amagaban a decir una palabra que nunca salía más allá de sus mentes. Estaban dispuestos a empezar con ello. Porque este era el día.

—Bueno –Fue el más alto el primero que junto la voluntad suficiente para soltar una palabra —. ¿Estás seguro de querer hacerlo?.

—Por supuesto que sí, quiero hacerlo –Afirmó, TaeHyung asintió todavía dudoso.

—Acompañame entonces, precioso –Jimin lo escuchó tan cálido que pensó que podía hacerlo toda la vida. TaeHyung era un hombre seductor a su manera que lo hacía ver tan natural.

El más bajo lo siguió hasta subir las escaleras, caminaron por el pasillo de la casa, estaban decorados de muchas formas distintas que era simplemente preciso hacer ese camino. El pasillo de paredes rojas y dibujos daba daba justo al balcón pero antes de llegar a este frenaron en una puerta con un dibujo azul precioso que podía decir que era el mar a simple vista, pero era engañoso y sorprenderte.
TaeHyung la abrió tan rápido que para él fue muy lento, la sala iluminada era amplia para ser un simple estudio.
Tanto las paredes como el suelo estaban llenos de diferentes manchas de pintura, podía decir que hasta algunas manchas llegaban al techo, en el suelo había cientos de pinceles usados y nuevos regados por todo el lugar. Los tarros de pintura también eran de diferentes tamaños y colores, podía encontrar cualquier color que quiera, vio a lo lejos un libro que tenía mezclas de muchos colores, lo había estudiado antes; eran de esos que te guiaba sobre que colores mezclar para llegar a uno es especial.
Lo que más le llamaba la atención en el lugar no eran las manchas en el piso o los grandes lienzos limpios o usados que se desparramaban sobre las paredes de la sala, en medio de ella había una tela blanca enorme que colgaba del techo y llegaba hasta el piso, donde otra tela del mismo color ocultaba bajo sus hilos las manchas del piso. Allí había dos sillas, una más alta que la otra y luego una luz de estudio que tenía en medio una cámara, también una pequeña mesa de madera con algunos diarios como mantel.

—Ahí está el baño, puedes cambiarte por la bata que deje ahí y luego salir cuando estés listo –Jimin asintió, se sentía cuidado por TaeHyung, lo estaba haciendo sentir el especial.

TaeHyung era dedicado a su trabajo, lo veía en las manchas sobre el piso e incluso el los lienzos a medio pintar, sobre las paredes de la casa incluso. Le gustaba ese tiempo y cuidado que él parecía ponerle a su trabajo, se sentía cómodo a pesar de que sabía que todo luego sería incomodo. Jimin pensaba en eso como una anécdota para contar.

Cuando pasó al baño se desnudó con tranquilidad, quería tomar su tiempo y prepararse para lo que venía después de bajar la bata de baño frente al hombre. Las telas acariciaron su cuerpo sonrosado con suavidad, amando como su cuerpo estaba cuidado en ese momento. El día anterior se aseguró de estar completamente listo y precioso, inconscientemente pensando en TaeHyung.
Subió la baya por su cuerpo con la misma lentitud con la que se deshizo de sus ropas, tentado a salir tan rápido de aquel baño de color lila, pero al mismo tiempo la tentación de encerrarse un poco más allí.

Cuando salió de las paredes que lo acogían con dulzura vio como el hombre más alto ya llevaba unas ropas sucias, aquellas que le quedaban de un tamaño bastante grande, JiMin pensó cómo es que podía haber ropa tan grande y en el querer tenerlas cubriendo su cuerpo. Se vio a él usando esa misma camisa que Kim llevaba y como la tela podía tocar sus rodillas, rió poco y avanzó hasta estar junto a él.

—Mientras avanzamos con el dibujo quería ir sacando fotos, prometo que todas tus partes íntimas y rostro serán cubiertas –Él limpiaba unos pinceles con un trozo de tela vieja, JiMin veía como sus grandes manos apretaban los pelos del pincel, escurriendo casi por completo el agua, tan poderosas —. También pensé en que tal vez querías tapar tus partes y compré un taparrabo blanco, cubre tu miembro pero me permite pintar toda tu piel. Es para que te sientas más cómodo.

—Mm, e-esta bien –TaeHyung le tendió una pequeña bolsa —. Las fotos están bien, pero puedes cerrar aquellas cortinas?.

Le incomodaba que las cortinas de aquella ventana dejen cruzar la poca luz que quedaba. TaeHyung asintió y mientras él caminaba hacia ellas para cerrarlas JiMin subió la tela por sus muslos y luego se sentó en la silla más alta.
Esto iba a ser tan raro como incómodo, pensó cuando vio a TaeHyung llegar a su lado y acomodar los diferentes tarros de colores, los trapos y pinceles.

—Será raro, estás seguro de esto? –Volvió a preguntar, JiMin lo sintió un poco lindo y su corazón se aloco una vez más.

—Por supuesto.

Entonces TaeHyung dejo lo que hacía, sus manos tocaron sus hombros cubiertos por la toalla y luego sus dedos acariciaron su piel con cuidado, estaba tan cerca que podía sentir el calor de su aliento sobre su frente. TaeHyung era alto, incluso si él usaba la silla más alta de la habitación. Sintió como la lentitud se hacía eterna mientras la bata bajaba lentamente por sus hombros, y luego los dedos de TaeHyung acariciando al mismo tiempo. JiMin suspira un poco cuando la bata ya no cubre su cuerpo, sabe lo que sigue y está listo para que empiece, ruega por dentro para que su corazón no se acelere de más y provoque cosas (no tan) indeseadas, se conoce a él mismo y sabe lo incontrolable que son sus hormonas cuando un hombre alto, fornido y dominante está frente a él, tocándolo con tanto cuidado.

—Empecemos.

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SIN        EDITAR
NADA DE NADA

D      O      L       Y

La verdad es que esta vez sí no tiene nada de editado, estuve todo el día de mal humor como para hacerlo bien, meper?