—¡Bu! –A sus espaldas sonó el grito en seco, TaeHyung entonces ya sabía de quién se trataba. Aquel tono de voz tan exclusivo y el acento que solo marcaba él, por error. Lo supo entonces, el niño rubio estaba detrás suya.
Cuando volteó hacia él lo vio, notó primeramente el celeste que se acurrucaba en sus cabellos y supo que era de las cosas más preciosas que había visto en su vida.
—Nunca te asustas –Puchereo JiMin, su labio se alzó un poco pero en vez de seguir el berrinche se sentó a su lado. No necesitaba el permiso sabía perfectamente que incluso si preguntara Kim no respondería.
—No asustas, sentí tu mirada hace tiempo –fue lo que respondió. JiMin pensó en ese "tiempo" y se cuestionó si realmente había estado tanto mirándolo.
La verdad era que sí, apenas lo vio sentado en la fuente con un lápiz en la mano y una libreta de hojas blancas supo que estaba viendo fijamente la tienda de instrumentos de la señora seo. Entonces tal vez él dejó de pensar en el almuerzo y se sentó por un tiempo a ver la espalda de aquel hombre.
—¿Qué estabas haciendo? –Decidió ignorar su realidad y buscar una conversación que acabaría más rápido de lo que pensaba.
TaeHyung fijó su vista en él, sus ojos volvieron a imprimir la imagen de su rostro y quedó tieso cuando las mejillas del celeste se empezaron a teñir de rosa. Pensaba que JiMin se veía bien, incluso con aquello que decoraba sus párpados y sus labios que sabía que pintaba de color cereza.
—Solo... ¿Quieres tomar café? –Taehyung sabía que él podía responder aquello, porque realmente no era para nada complejo lo que estaba haciendo pero prefirió sorprender una vez más al pequeño chico a su lado.
Jimin no dudo en asentir a la invitación, pensó que aquello solo pasaría una sola vez en lo que se conocieran y aprovecharía aquello para conocer más al hombre que tanto le atraía.
Comenzaba a dudar sobre sus sentimientos, así fue desde el comienzo pero solo eran simples emociones que se transformaron en sentimientos fácilmente descifrables.
Caminaron entonces hasta el lugar de la familia Jeon, ellos tenían de los mejores cafés de jibsan y realmente todos lo sabían y admitían, incluso él señor lee que también llevaba una cafetería. A decir verdad, el kee's no estaba a más de dos cuadras de fuente, por lo que no les tomó mucho llegar hasta allí.—Buenas tardes –La señora Jeon, como siempre, vestía su delantal color miel y te daba la bienvenida desde la entrada. Saludaba radiante y amable porque esa señora no era más que un tesoro para todos.
Ambos devolvieron el saludo, entonces ella los dejó elegir una mesa y JiMin fue quien lo hizo por ambos.
La mesa que daba al parque, siempre fue esa en realidad, desde sus primeros días, al principio solo fue por el pequeño Min, luego fue porque el atardecer dejaba ver las nueces naturales del sol en aquella parte, entonces mientras se ocultaba el sol jimin bebía una taza de té.Ya sentados cada uno en su lugar el silencio reinó por ellos, ninguno sabía cómo empezar y Kim sentía que todo lo que podía decir lo dijo en el corto camino a kee's.
—Entonces... ¿De dónde eres? –Park realmente lo intentaba y Kim de verdad lo agradecía.
—Busan –Respondió nada más, sabía que su tono de voz realmente era seco, todo el tiempo en realidad pero lo volvió a comprobar con la pequeña mueca que JiMin hizo, entonces también respondió —, ¿Y tú?.
—¡Woh! Yo igual –Respondió. El entusiasmo resonó en los rincones de su voz —. No te he visto en la capital.
—Supongo, solo estudié ahí. Soy de provincia.
—¿Entonces estudiaste artes?
—Algo así. Tarde años en obtener mi título, nunca preferí estudiarlo. Pero era eso o gestión financiera.
—De todas formas para crear arte no debes tener un título de artista –Elevó sus hombros.
El menor de los Jeon llegó a tomar sus pedidos, con su sonrisa de conejo compartió su repentina felicidad por ver a TaeHyung, quien era su amigo.
—TaeHyung Hyung, JiMin Hyung –Saludó a ambos, el par devolvió el salud en cortesía.
—Jungkook, veo que volviste.
Jeon asintió -Supongo que la arquitectura no era lo mío.
—Todavía eres joven, al menos te diste cuenta antes de avanzar más.
Revivieron una respuesta afirmativa y luego pidieron, JiMin anotó mentalmente aquel dato sobre el café americano y las galletas de miel, jungkook jamás les dejo sonreír, hablaron solo un poco más antes de que el mesero vaya por sus pedidos.
—Y entonces, ¿Dónde vives? Te he visto algunas veces con los Min –Se sintió algo atrevido, aunque la curiosidad lo flechó desde el primer momento.
—Oh, sí. Vivo con ellos –Respondió, tomando una de las galletas que jungkook dejo para ellos.
—Son una familia amable.
Jungkook apareció nuevamente, dejando solo esta vez el té de frutos rojos del celeste y el café de Kim. Luego de una reverencia se fue.
—Por supuesto. Fue de ellos la idea de que viva junto a ellos. Realmente son maravillosos.
—No los conozco muy bien. Tal vez a YoonGi-ssi un poco –Divaga un poco —. ¿Por qué Jibsan?
TaeHyung se sentía tan hablador, y JiMin algo afortunado de escuchar la voz gruesa del chico.
—Supongo que el cambio –Sus hombros se elevaron un poco —. Mi vida en Busan era un caos, pero es muy largo, mejor cuéntame de ti.
—Estamos hablando de ti ahora, después tendremos tiempo para mí.
Jimin asintió, y TaeHyung supo que le dio el pase libre para hablar todo lo que quisiera y estaba bien, porque el sol apenas estaba cayendo sobre la playa y tenían tanto tiempo para ellos.
Cuando la noche llego, pensaron que era tarde, lo supieron cuando el celular amarillo se JiMin sonó.
Una llamada de Min Yoongi entonces se presentaba a ellos.—¿Yoonnie? –Algo se revolvió dentro de Kim. Ignoro completamente aquello dejando el dinero sobre la mesa.
JiMin se paro también, y ambos caminaron hacia la salida.—Lo siento. La estaba pasando bien –Aquello sin duda había provocado que una sonrisa apareciera en los labios del mayor. Significaba que a pesar de todo la había pasado bien y que podrían seguir así muchas tardes.
TaeHyung pensó entonces, JiMin era un hombre hermoso, sin duda cualquier persona estaría celoso de él, porque su belleza era tan única que deslumbraba a cualquier. Tal vez él era la persona que esperaba, entonces tal vez lo consideraría.
—Realmente lo siento, no te asustes iré enseguida –Cortó —. Lo siento, debo irme. Creo que los asuste un poco.
TaeHyung asintió, viendo su reloj de muñeca y entendiendo un poco todo. Eran las ocho de la tarde, realmente kee's estaba por cerrar, y las luces de la calle se iban a encender dentro de poco.
—Te acompaño.
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SIN EDITAR
NADA DE NADAD O L Y
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hombre de arte • 𝐕𝐌𝐈𝐍
Fanfic𝐕𝐌𝐈𝐍│TaeHyung dejaría su talento pintado sobre el cuerpo de JiMin y ellos lo iban a considerar su obra de arte❞. ➷│VMin ; jm; 1,59 ;; th; 1,90 ➷│fluff;; mpreg;; smut ➷│universo alternativo ©│17 ©│Se prohíbe su copia y/o adaptación ©│Doly...