hombre de arte • 𝐕𝐌𝐈𝐍

OO7

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Cuando TaeHyung terminó de limpiarlo se apoderó de su piel limpia, sus labios saboreaban tan dulce su cuello que podía decir que su cuerpo no se sostendría y caería en cualquier momento, incluso si estaba sobre una silla.

Estaba entre sus piernas, y él podía sentirlo a la perfección, como el bulto entre sus pantalones levantaba levemente la tela del taparrabos que ocultaba su erección. Las suaves caricias de las manos de TaeHyung sobre su pecho bajaron hasta sus muslos.

TaeHyung pensó en levantarlo, todavía besando su cuello. Tal vez si no hubiera sido porque las piernas de JiMin rodearon su cadera por completo él no hubiera accedido a la tentación, pero entonces los gruesos muslos que acariciaba lo sostuvieron con fiereza. El cuerpo de JiMin insistiendo en ser cargado fue lo que lo impulsó a sostenerlo, su boca entonces subió por su mandíbula hasta llegar a las mejillas rojas de JiMin, que todavía soltaba balbuceos al aire. No lo besó, lo vio a los ojos esperando a que el menos asienta ante la idea de salir se la habitación, JiMin lo entendió y asintió un poco con sus ojos llorosos. Lo quería, lo quería todo.

El alto se acercó a su boca, lo iba a devorar por completo, con sus ojos a medio abrir, antes de dar el primer paso para salir de la habitación colorida. Abrió la puerta como pudo, todavía besando los labios sensibles de JiMin. El más bajo se apretaba su cuerpo, mostrándole lo duro que se encontraba en ese momento, mientras sus labios era dominados por el más alto. Sus pulmones pedían un poco de aire antes, incluso así le era imposible querer dejar de besar los labios de Kim TaeHyung.

El castaño no pudo hacer más que despegarse de los labios gruesos, necesitaba que el aire entrase en sus pulmones lo más rápido posible. El pasillo era un poco largo, debía respirar para volver a besarlo hasta llegar por lo menos a una habitación que le asegurara que había una cama amplia y resistente.

—Me encantas –Susurró jadeante antes de pegarlo a la pared, JiMin gimió sobre sus labios una vez más. Las manos lindas del grandote le apretaban el trasero y a JiMin le gustaba.

Lo besó una vez más, ambos estaban tan pegados en ese momento que se sentían a la perfección. TaeHyung agradecía haber comprado aquella pequeña prenda que cubría nada del rubio, porque incluso su pene se escondía bajo la tela de la prenda, este se delineaba a la perfección bajo la misma. Cuando los besos de TaeHyung se hicieron paso sobre su cuello fue el momento donde caminó hasta una puerta con flores de pintura, una habitación.

Jimin no se permitió observar a su alrededor, sus ojos estaban llorosos en aquel momento, su mente no procesaba todo por completo entonces. Sintió como se hundía sobre una superficie cómoda y luego el taparrabos deslizándose por su cuerpo. Miró por sobre su cuerpo recostado como el más alto se acomodaba entre sus piernas, llevando ambas manos hasta el plano estómago de JiMin y luego dejando sus hombros bajo las piernas del rubio. Sus ojos se conectaron justo en el momento donde el castaño empezó a dejar besos cerca de su pelvis, el calor en la zona aumentó con los besos que Kim dejaba junto a las bruscas pero calientes mordidas sobre sus piel. Tan pronto y con un par de besos más TaeHyung estaba respirando sobre su caliente y dura carne, Jimin lo sintió palpitar cuando TaeHyung tomó su punta con los labios, luego desvío la mirada ya llena de lágrimas de placer.

TaeHyung sacó su lengua fuera de su boca y la paso por la cabeza rosa de JiMin, luego bajó con lentitud asegurándose de que su saliva dejase un camino desde la punta hasta la base.

—M-más –Escuchó. Metió por completo el pene de JiMin en su boca y su lengua bailó sobre la piel caliente del músculo –. ¡S-sí!.

Se deslizó con lentitud desde la punta hasta chocar con los testículos del rubio, sopló escuchando un gemido alto y los metió dentro de su boca chupando y paseando con su lengua.
JiMin no podía hacer más que gemir y contraerse sobre el colchón, su mente en ese momento no estaba conectada con la realidad, se centraba en ellos dos calientes, sudados, pegados, ambos tocándose de aquella forma y en nada más.

—Oh por los dioses –Taehyung introdujo el primer dedo en él, su espalda se arqueó queriendo sentir más del dulce tacto en su interior.
Hace tanto tiempo no tenía sexo, tal vez era por eso que estaba tan vulnerables, esa sería su excusa.

Tiro sus caderas hacia abajo, TaeHyung todavía estaba entre sus piernas aquello le permitió tomar de sus cabellos e incrementar el movimiento de su cabeza. El más alto entonces lo captó, la succión se hizo más brusca, sus dedos ya eran cuatro, enterrándose cada vez más en el suave agujero de JiMin.

—P-por favor –Jimin tardó en formar sus palabras, su cuerpo en éxtasis estaba por explorar.

—¿Lo quieres? –Mientras TaeHyung respondía abandonó su entrada y su pantalón cayó a un lado suyo, su camisa tan destruida en ese momento salió tan rápido de su cuerpo. Estaban desnudos ahora, ambos.

—¡S-sí! –Sentía como el calor de la polla de TaeHyung se apoyaba sobre su anillo, como apretaba y subía un poco, baja otra vez luego y se apoyaba queriendo entrar. Una de las manos de Kim sostuvo su muslo, lo llevó hasta su hombro y se inclinó para besar a lo bruto el cuello manchado de jimin.

—¿Qué es lo que Quieres, Diminie? –El apodo entró por sus oídos, su cuerpo extasiado casi se corre con solo oír aquel apodo con la grave voz de TaeHyung.

Ronca voz, que perforaba sobre su piel y rasguñaba su sensible cordura.

—Todo –Las pequeñas manos de JiMin lo tomaron del rostro, juntando por un momento corto sus labios —, lo quiero todo de ti.

TaeHyung lo miró a los ojos, JiMin estaba sobre el colchón completamente expuesto y entregado a él y lo entendía, y sobre todo le gustaba. La sensación de estar sobre su cuerpo y tenerlo todo de él, todo de ese chico rubio que ahora lo miraba fijamente con los ojos llorosos, perdido completamente en su propio placer esperando el placer de ambos. TaeHyung supo que lo quería, no importaba el tiempo que llevaban juntos él en ese momento entendió que era más que un simple apego amistoso. De otra forma esta situación no sucedería.

Lo besó una vez, dejando sus pensamiento para otro momento. Su pene se apretó sobre la piel de JiMin y luego se deslizó dentro de él. El suspiro de alivio que ambos soltaron en ese momento les hizo entender que ambos estaban a gusto con eso.

TaeHyung no espero ni un segundo a continuar con todo, sus caderas empezaron a moverse al ritmo de los gemidos, la cama creó su propio ruido al compás de sus embestidas. JiMin lloraba queriendo más, queriendo todo.
Se sentía hecho en ese momento, su agujero extendido a la perfección por el pene duro y caliente de TaeHyung, su cuerpo sudado, acalorado al punto de estas ahogado era simplemente la perfección del sexo. Él lo sabía, conocía la sensación de satisfacción, o eso pensaba, realmente TaeHyung estaba haciendo que conozca sus límites. Todo aquel placer que creyó sentir antes ahora el doble o incluía el triple de cualquier otra experiencia.

Los chasquidos de sus cuerpos chocando se hicieron más altos, más excitantes. Sus movimiento eran rápidos y cortos, sus respiraciones se mezclaban, sus narices chocaban, sus labios querían unirse pero ellos solo podían verse a los ojos. Ambos lo sentían, el rozar de las paredes, la presión sobre la polla gruesa y mojada de Kim, los latidos a rápidos, los jadeos, los gemidos. Lo compartían todo en ese momento. Fue cuando sus labios se juntaron que TaeHyung presionó el pene del más bajo y luego solo las tiras de semen cayendo sobre su vientre.

TaeHyung aceleró un poco sus movimiento antes de que las paredes del interior de JiMin sintieran como el calor del líquido espeso las manchaba por completo. El más alto cayó a su lado, JiMin estaba rojo en ese momento.

—Bueno… –Taehyung apenas podía susurrar algo, JiMin lo esperó a que continuara pero incluso así Kim no pudo, solo se estiro un poco para besarlo otra vez.

Cuando sus bocas se separaron solo supieron soltar una pequeña y tímida sonrisa, mientras se acurrucaban juntos sobre las mantas.

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SIN        EDITAR
NADA DE NADA

D      O      L       Y
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