Capítulo 30: "De vuelta en Neverland"

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Los conciertos seguían y Michael daba entrevistas omitiendo varias preguntas, sólo respondía aquellos que tenían que ver con sus conciertos y futuros proyectos. Finalmente se fueron a latinoamérica empezando por argentina. Esa misma noche Michael se presentó y una vez término, bajó del escenario y se desmayó. Diana fue a socorrerlo algo preocupada, lo tomó entre sus brazos, mientras los demás iban por el doctor.

-Michael despierta, por favor

Él no respondió, se notaba cansado y frágil, sus cabellos se pegaban a su piel sudada dejándolo ver ultra sexy. Pero eso no le importaba ahora. Diana apartó algunos mechones de su cabello y acarició su mejilla, moría por besarlo, por abrazarlo, por estar con él una vez más, pero no podía y no debía.

-Ahora deberías besarme mi linda Wendy

Dijo Michael apenas audible, su voz parecía aún más cansada, estaba aún con sus ojos cerrados y respirando apenas. Diana sonrió leve apenas escuchó aquello.

-Ya quisieras... ¿Cómo supiste que era yo?

-Hueles a Vainilla, eres la única chica que huele a vainilla, la vainilla es dulce y yo amo lo dulce

Diana trató de no reír ante lo que había dicho él, suspiró y trató de levantarlo, pero Michael la jaló hacía él haciendo que se le cayera encima, acarició delicadamente su mejilla.

-¿Qué haces?

-Quédate un momento más conmigo

Dijo sonriendo apenas abriendo sus ojos, Diana miraba sus labios y luego sus ojos, estaba nerviosa quería besarlo y estaba conteniéndose de hacerlo, Michael la acercó más a él sintiendo como el ambiente se ponía tenso, él también deseaba besarla y hacerla suya una vez más, odiaba tener que estar separado de ella. En ese preciso instante llega Bill, Javor y el doctor, Diana se levantó mientras se sonrojaba ante la ruda mirada de Bill quien negaba con la cabeza, ella había entendido el mensaje. El doctor lo examinó en el suelo rápidamente y luego con ayuda de Bill y Javor lo llevaron a su camarín para que se cambiara de ropa y finalmente se fuera a su habitación. Diana quería acompañarlos pero se limitó a hacerlo y sólo se conformó con escuchar que se encontraba bien. Diana jamás había sentido lo que ahora sentía, y en verdad aquello la estaba matando cada día, suspiró y se quedó en su cuarto pensando. Por consiguiente los desmayos se fueron haciendo más y más constantes, durante los ensayos, después de los conciertos, en sus tiempos libres en todo momento estaba desmayándose y eso a Diana le preocupaba. Michael no quería decepcionar a sus fans así que sólo suspendió algunos conciertos, no la gira completa además semanas después su contrato con Pepsi término.

Michael decidió finalmente ponerle fin a su gira, y es que su doctor y familia lo había convencido pues su estado de ánimo y de salud no estaban muy bien.

Al volver, pocas semanas después nuevamente llegaban niños de las fundaciones para pasar un lindo día en Neverland. Diana observaba a la distancia como el se divertía con los niños, corría de un lugar a otro, gritaba, reía y hacia cosas de niños, aquello era demasiado tierno, parecía que ya había recobrado toda esa energía que no tenía hace unas semanas atrás. De pronto se descuidó y no veía a Michael, se preocupó. Unas manos taparon su vista haciendo que esta comenzará a alarmarse.

-¿Quien soy?

Dijo una voz ronca y ruda que obviamente era forzada, ella sonrió y suspiro aliviada.

-Déjame pensar... a ver, siempre trae sombrero, usa gafas la mayor parte del día, tiene cabello largo y es... muy dulce y sexy

Michael se sorprendió al escucharla y sacó sus manos de los ojos de ella, se puso frente a Diana y sonrió de lado.

-¿Te parezco sexy?

-No... No lo dije

-Si lo dijiste, yo lo escuche

-Pues... solo era un halago

-Me gustaría que siempre lo dijeras, en ti se escucha muy bien

Dijo acercándose mientras se quitaba las gafas y la miraba fijamente. Ella comenzó a ponerse nerviosa, suspiró.

-¿Qué pretendes Michael?

-No se... quizás se me antoje besarte ahora mismo

Dijo mordiéndose el labio algo serio. Diana desvío su mirada intentando mantener la compostura y no aventarsele a besarlo.

-Pues si lo haces, sabre como defenderme

-¿Y si te detengo?

-Pues gritaré

-Deberías gritar, pero en mi cuarto y de preferencia en mi cama

Dijo Michael sonrojándose un poco, ni el creía aquello que había dicho. Diana lo miró haciéndose la sorprendida intentando no sonreír.

Dios mio! Michael en que te haz convertido

Él comenzó a reír mientras la miraba, relamio sus labios. Diana no paraba de mirarlo, la pasión pronto comenzaría a desefrenar entre ellos.

-Entonces invitaré a Lisa quizás ella acepté

-Pues hazlo... me da igual

-¿Así? Entonces lo haré, además ella no tiene tu carácter, ella es linda y dulce no una testaruda aguafiestas como tú

-¿¡Disculpa!?

Michael comenzó a reír. Diana se dio cuenta que aquello era verdad. Lisa era perfecta para Michael, mientras que ella no era más que un desastre y un problema en la vida de él. Justamente ahora venía Lisa con los niños, Diana se retiró y llevó a los niños a jugar. Michael y Lisa se quedaron solos.

"Neverland" Paraíso del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora