Capítulo 34: "Siempre te amaré"

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Finalmente la decisión de Michael llegó a un Veredicto. Se casaría con Lisa. A las semanas después de que Michael y Diana veían a la pequeña Sabrina, él decidió que lo correcto era casarse con Lisa, decidió elegir por sobre sus intereses internos, su bienestar con los demás. Le dolería, y sabía que le dolería a Diana.

Llegó el matrimonio de Michael en menos de un mes, él quiso hacer una ceremonia privada fuera del país, sin invitados, sin fiesta. No estaba de humor para hacer una fiesta, quería terminar rápido con eso. Si bien, para él, Lisa era una mujer hermosa y buena, no se sentía del todo completo con ella a su lado, la única confianza poder de hacer eso, tenía un nombre y se llamaba Diana. Por su parte, Lisa estaba feliz, contenta, radiante. Había logrado su objetivo, casarse con quién amaba y es lo que eso sentía, estaba locamente enamorada de Michael. Ahora ya nadie podría quitárselo, aunque no estaba segura del todo y más sí Diana seguía trabajando en Neverland. Ella sabía lo que realmente sentían Michael y Diana el uno por el otro, eran muy obvios, con sus miradas, gestos, todo los delataba, pero Lisa, estaba empecinada en que lograría enamorar a Michael, haría todo lo que fuera posible y que estuviera en sus manos para lograrlo.

Una semana después ambos volvían a Neverland, ahora ella, como la señora Jackson. Él no le importaba nada, su estado de ánimo estaba por el suelo y no quería nada más. Había cumplido con casarse, pero mas allá no haría nada, no quería nada. Diana intentaba pasar más tiempo con Johnny para olvidar a Michael, pero le era muy difícil, más si la misma Lisa se lo restregaba en la cara diciendole lo grandioso que era Michael como esposo, se lo contaba como si Diana fuera su mejor amiga, aunque ella sabía muy bien que sus intenciones estaban muy lejos de una relación de amistad. Diana solo fingía una sonrisa de felicidad por ella.

Michael estaba sentado meciéndose levemente en uno de los columpios de Neverland, mientras estaba sumido en sus pensamientos. Movió sus pies sobre la tierra que se desprendía al movimiento de sus pies. Estaba descalzo, sus pies solo estaban cubiertos por sus calcetines, calcetines que eran de diferente color, el uno del otro.

Diana lo ve y su corazón parecía acongojarse, decidió sentarse en el columpio de al lado, antes de salir. En silencio comenzó a mecerse suavemente en este, luego lo miró y sonrió levemente.

-Hola

Él alzó la mirada apenas la escuchó. Ni siquiera se había dado cuenta de su presencia.

-Diana... te ves, muy hermosa

-Gracias...

Ambos se miraron, ella suspiró y él miró el suelo.

-¿Saldrás con Johnny?

-Sí, me invitó a cenar

-De seguro le gustas...

Dijo sonriendo leve mientras alzaba la mirada, ella comenzó a reír levemente negando.

-No, sólo somos amigos nada más ... y tú, como vas con Lisa

-Nada... si te refieres a que si tenemos sexo, no, es más siempre trato de que no suceda

Diana lo miró frunciendo el ceño y sonriendo un poco. Michael la miraba fijamente.

No es lo que ella dice

–Entonces ¿Le crees a ella? ¿Desde cuándo son tan amigas?

–Pues no, no le creo y no, no somos amigas... Solo presume cada día lo genial esposo que eres

–No soy un genial esposo, aún no consumamos nuestro "matrimonio"

Dijo haciendo comillas con sus dedos. Diana fruncio el ceño.

-Estas loco, es tu esposa, no deberías tratarla así, además tú decidiste casarte con ella

-Oh, vamos Diana

Dijo riendo, ella también sonrió, y se dio cuenta que él estaba sin sus zapatos y con calcetines diferentes.

-Michael ¿no encontraste el par?

–No

–Te vas a resfriar

-No me importa...

-¿Quieres contagiarme con tus microbios después?

-Es una propuesta o una pregunta

-¡Michael!

Dijo riendo Diana empujandolo un poco. Michael la miró como embobado.

-Siempre te amaré Diana

-Ya no digas eso Michael...

-Es la verdad, siempre seras mi linda guardaespaldas, mi linda Wendy

Diana lo miró un poco apenada y bajó la mirada. Se levantó para irse, pero antes de hacerlo volteó a verlo y habló con una leve sonrisa en su rostro.

-Y tú siempre seras mi Peter Pan

Dijo Diana tratando de contener las lágrimas que se aproximaban a salir, tragó en seco y bajó la mirada para irse de ahí, para irse con Johnny. Michael se quedó allí pensando aún, ya nada tenía sentido. ¿Había tomado la decisión correcta?.

En la cena, Diana no habló mucho, Johnny intentaba hacerla sonreír pero nada, sólo fingía una sonrisa, que parecía más una mueca rara. Pronto volvieron a Neverland ya que ella se excusó con que no se sentía bien del estómago. Diana no durmió en toda la noche. Michael tampoco.

"Neverland" Paraíso del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora