Hoseok no podría decir cuál fue el momento exacto en el que perdió la consciencia, de lo último que tiene conocimiento fue haber estado entre un abrazo cálido y luego la nada.
El dolor agudo se hizo presente un rato más tarde mientras más despierto se sentía junto a un extraño calor constante en su mano derecha y algo más que le hacía cosquillas en la mejilla.
Sus ojos comenzaron a abrirse de la forma más lenta y perezosa, al instante visualizo una alta figura entrando con lo que parecía una bandeja.
"Oh, ya despertaste" la voz de Namjoon lo saluda en un tono suave y con gracia. "Es un alivio, la verdad me sentía algo apenado por despertarte aunque Jungkook no corre la misma suerte"
¿Jungkook?, gira ligeramente su cabeza hacía un lado y es cuando nota la espesa mata de cabello que conoce tan bien y por consiguiente la causante de las cosquillas en su piel.
"No quiso separarse de ti en ningún momento, le ofrecimos la habitación de al lado, pero dijo que quería asegurarse de que estuvieras bien y que se sentiría mejor estando aquí" el moreno le sonrió dejando sus hoyuelos al aire, admirando (secretamente) la tierna escena que ambos habían formado.
En cambio Hoseok sentía de nuevo el inexplicable bienestar y revoloteo en el fondo de su estómago.
¿Qué se supone que deba hacer con Jungkook?, dios, ese niño realmente lo tiene en un gran dilema.
"Traje el desayuno de ambos, despiertalo antes de que se enfríe, nos vemos abajo después" y con ello la puerta comenzó a cerrarse.
"Gracias" se apresuró a decir Hoseok antes de que Namjoon desapareciera del todo, él atino a asentir en su dirección y luego salir de la habitación.
Nuevamente Jungkook y Hoseok se habían quedado solos, cosa que puso bastante rojo al azabache de sólo pensar que habían compartido una noche completa juntos y con sus manos enlazadas. Si lo piensa bien, toda la escena no se siente de ninguna forma incorrecta, de hecho, le da un sentimiento de confort y seguridad, de la misma forma en que se siente con ese peculiar chico desde que llego a su vida.
Hace semanas había decidido no cuestionarse qué clase de sensaciones siente alrededor de Jungkook porque estaba tan confundido y aterrado al respecto, también había considerado que mantener un perfil profesional no debía involucrar ninguna clase de emoción en el asunto, así marcharía mucho mejor la misión.
Tan sólo si Jungkook no fuese tan torpemente adorable quizás todo sería sencillo, sólo que desde hace tiempo no puede evitar fijarse en él, verlo le hace sentir tranquilo y cuando le sonríe todas las cosas en su mente hacen una revolución en su contra y lo único que quiere es estar justo a su lado, quizás sosteniendo su mano como ahora, manteniendo una charla de cualquier cosa.
Sabe que se adentra en un terreno peligroso, enamorarse nunca fue un eslabón por el que tuvo que preocuparse alguna vez, para él su carrera siempre estuvo primero, salvo que no contaba con Jungkook entrando en su vida por supuesto y lo peor es que no comprende completamente el tema y es frustrante.
Dicen que el amor hace cosas, podría cambiarte y convertirte en alguien diferente a quién eres, que te sudan las manos, que te hace sonreír como tonto, cielos, Hoseok ya hace todo eso y no sabe si deba preocuparse o dejar que todo siga su curso.
Sus cavilaciones se ven interrumpidas un minuto más tarde cuando un movimiento apenas leve y un ronquido se hacen presentes a su lado, así que recuerda que su deber era despertar al durmiente muchacho que le puso una sonrisa con un acto tan simple.
Como puede se pone de lado y pone su mano sobre la cabeza del muchacho dándole algunas caricias.
"Hey, Jungkook" susurra (más bajito de lo que esperaba) quedándose para verlo con una expresión que bien puede catalogarse en la escala de completamente embobado. "Vamos, tienes que despertar" intenta de nuevo con un tono más elevado.
Aunque en el fondo, no quiere despertarlo, él se ve tan tierno y al mismo tiempo tan cansado, como si no hubiese estado durmiendo bien los últimos días que su único deseo es dejarlo disfrutar de su sueño un poco más.
Decide que lo dejará dormir entonces y aprovecha para verlo; su cabello ligeramente esponjado y desprolijo sólo anotan puntos en la larga lista de cosas que hacen a Jungkook uno de los hombres más guapos que Hoseok alguna vez haya visto algo que parece incluso injusto como si el universo se hubiese puesto de acuerdo para convertirse en un ser humano.
Hay un bonito lunar justo bajo sus labios que hace el lugar incluso más llamativo y sin pensarlo su mano ya se ha transladado a su mejilla, sus dedos actuando por su cuenta mientras lo acaricia con suavidad, hay algo extraño con la textura es incluso más suave que la seda, ¿puede ser eso posible? Parece que estuviese acariciando una nube.
Jungkook se remueve y balbucea, Hoseok se congela en su lugar al creer que había sido atrapado, pero el hombre junto a él continúa demasiado dormido o flojo para abrir sus ojos aún así los dedos de Jungkook se aferran de manera torpe a su muñeca y luego lo tira más cerca, se acurruca en su pecho y le pasa el brazo sobre la cintura.
Si antes sus latidos eran un desastre, en ese momento incluso los escucha en sus propios oídos, tocando una especie de melodía codificada especialmente para sonar como el producto de sus emociones rebosantes.
Tiempo después sabe que Jungkook está despierto, su agarre se ha aflojado y escucha perfectamente un bostezo más tarde.
Luego el alza su mirada, sus ojos grandes lo observan con curiosidad y luego sus mejillas también se tiñen de rojo, él comienza a separarse y Hoseok siente un extraño vacío en cuánto el calor que él le proporcionaba lo abandona.
"Buenos días" susurra con su voz inusualmente grave que remueve de nuevo algo en el interior de Hoseok.
"Buenos días" repite el saludo.
Después ambos se ven a los ojos, como algún tipo de imán sus miradas se unen, pasan así un par de segundos y luego de una forma increíblemente sincronizada ambos se sonríen y después ríen.
"Deberíamos comer ahora aunque creo que ya se ha enfriado un poco" recuerda Hoseok mientras intenta reincorporarse con una mueca, ahora también nota el dolor en su abdomen.
Jungkook se apresura a ayudarle poniendo también una almohada en el respaldar de la cama para su comodidad y en todo ese tiempo Hoseok lo mira y no sabe cuál es el motivo exacto para que sienta que todo luce incluso más brillante ese día.
"Gracias" musita tomando la bandeja con la comida con mucho cuidado y luego la deja sobre sus piernas para que ambos tomen sus respectivos alimentos.
Hay silencio, pero no se siente como uno en general, tal vez por el sonido de los cubiertos contra la porcelana o las respiraciones unidas, tal vez sean las voces al azar en su cabeza o su alocado corazón que no lo deja en paz.
Quizás sea momento de aceptarlo, Jungkook ya no es más su compañero, no puede serlo cuando lo único que desea en ese instante es besarlo.