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┊ I love you
☪ . ˚ I always love you
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El mayor de los Jeon limpiaba suavemente con una sonrisa a su hermana. Ya era casi una hora para dormir, por lo cual como siempre tenía que darles una taza de avena a sus bebés y mandarlas a dormir. Solo que Somi era un poco torpe y siempre regaba algo.

JiMin por su parte miraba como JungKook hacía como si nada, sonriendo y cuidando a Nayeon y Somi, dejando de lado sus propios sentimientos. Se sentía frustrado, solo ver como JungKook se escondía y dejaba de verse a sí mismo; lo frustraba y bastante.

No era algo en lo que pudiese trabajar mucho, no ahora, no cuando JungKook vivió tantos años velando por sí mismo a dos menores de edad, no cuando JungKook dejó tantas cosas por sus hermanas, no cuando JungKook había dejado de verse solo por sus hermanas.

El timbre del hogar sonó sobresaltado a todos, más que todo a JungKook que estaba confundido, no esperaba a nadie por lo cual era raro. Ni siquiera le dio tiempo de abrir cuando su tío ya había abierto la puerta dejando ver quién era.

Era su jefe con una sombrilla y un bolsito en su mano, pudo reconocerlo al instante por los llaveros de colores. Por acto de reflejo observó a Nayeon con una mirada fulminante, pero la castaña ni idea que se refería a ella. Nayeon como siempre ajena a todo mientras comía su avena con desinterés.

— TaeHyung ¿Qué pasó? — el rubio se sorprendió de ver al hermano de su amigo a tan altas horas de la noche allí. Rápidamente lo dejo pasar ya que la lluvia se estaba convirtiendo en un problema.

TaeHyung entró en pánico, rápidamente recordó el bolso de la pequeña Nayeon y lo mostró.

— Este- uhm. Encontré este bolso en mi auto- uhm — ladeó su rostro nervioso.

Oh vamos eso era una excusa, una muy estúpida y el lo sabía perfectamente. Solo había llegado con un propósito, con una causa y es que estaba más que arrepentido.

Había sido muy fuerte con sus palabras. Cuando vio salir a JungKook del auto con la cabecita gacha, los ojitos medio a salir lágrimas y sosteniendo las manitos de sus hermanas; había caído en cuenta con quién trataba.

JiMin frunció su ceño juguetonamente, no le convenía, pero tal vez un poco.

— ¡Tae! — una voz dulce y algo linda lo hizo sobresaltarse y en poco tiempo tenía a una pequeña Somi entre sus brazos, lista para ir a dormir.

¿Si se había encariñado? Un poco, tal vez bastante. Así que solo apretó un poco las mejillas de la menor y esta hizo un puchero, rio un poco por su tierna reacción y la bajó.

Pudo ver al fondo a Nayeon, pero no tuvo ninguna vista de JungKook, él solo quería llegar con el propósito de disculparse. Lo sabía, porque no eran las palabras correctas para tratar con una masita como la que era JungKook.

Solo había sido aquel dolor manejando de nuevo, solo había sido aquel sentimiento volviendo otra vez a su vida, solo había sido la molestia de sentirse así. Incluso estando al lado de su asistente. Porque sentía que era su culpa cada mirada triste de JungKook.

— Ven TaeHyung pasa. No es un buen clima para que te vayas solo.

JiMin sonrió cómplice. No tendría escapatoria. Sabía que ambos eran demasiado orgullosos así que tenía que darles un empujón.

Oh sí, la desesperación lo había carcomido tanto que prefirió salir sin su auto y solo llegar a la casa de JungKook tan rápido como pudiera. Creía que estaría solo con él, pero dos bolitas tiernas estaban despiertas todavía.

un novio para Kook¹ | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora