𝙎𝙩𝙖𝙮 𝙂𝙤𝙡𝙙 | 𝕭𝖆𝖓𝖌𝖙𝖆𝖓𝖕𝖎𝖓𝖐

Promesa

C A P Í T U L O  02:

[Todas las voces en mi corazón
Parece que no desaparecerán
Una pregunta las atormenta:
¿Dónde estás?]

Taeyeon; Voice

Las manos ágiles y delicadas pasaban por cada cuerda de aquel instrumento, sus dedos se movían al compás de aquella música que sonaba en su mente.

«Suena melancólica... Pero eso no la hace menos hermosa»

Se repetía a sí misma, recordando la triste melodía que hacía unas noches atrás comenzó a sonar en sus sueños.

Tenía ganas de preguntarle a Morfeo sobre aquello. ¿Será Morfeo el causante de esos extraños sucesos en su mente?

Y es que recordaba la sombra de un chico vestido de Blanco, con cabello de un curioso plata que movía su cuerpo al ritmo de una melodía que adormecía los sentidos.

Es... Cautivador.

Sus movimientos tan naturales que pareciera como si sus pies fueran unas ligeras plumas que levitan ante un tranquilo viento de febrero.

Y su rostro...

No lo lograba distinguir por las sombras que le ocultaban. Pero hace una semana lo a estado viendo en sus sueños, una y otra vez la misma canción y la misma escena de él bailando en un cuarto oscuro pero ciertamente iluminado y con él vestido de Blanco.

Sin olvidar una curiosa venda en sus ojos que gracias a sus recuerdos era lo único que logró distinguir de sus facciones.

Suspirando por enésima vez soltó una sonrisa.

—¿Quién será aquel joven de cabello cual luna?

Siguió tocando aquel instrumento sin querer soltar sus cuerdas. Aferrándose a esa linda pero melancólica melodía que le hacía recordar a aquel chico.

—Suena triste... También sus pasos demuestran frustración y tristeza... —susurró— ¿Qué crees que le tenga así de mal, Golden?

Su mirada se desvío a la gran fuente de agua, donde dos grandes y brillantes peces nadaban con tranquilidad: Yellow era el pes amarillo, resplandeciente como el sol. Mientras que Golden era Dorado cual oro mejor pulido de la historia.

Sonrió al recibir como respuesta un brinco de Golden.

—Si... Es difícil saberlo. Pero me gustaría tanto... — siguió tocando—¿sabes?, quisiera distinguir su rostro. Tal vez vaya a mandarle una carta a Morfeo para que me muestre el rostro de ese chico... —Sonrió entusiasmada al pensarlo— ¡Si! Eso es lo que haré. ¡Gracias Golden, tu siempre eres sabio!

El pes siguió nadando.

—¿Otra vez hablando sola, Roseanne?

En la entrada a su alcoba logró reconocer la imponente figura de su hermana mayor. Quien como siempre acostumbraba, vestía un largo vestido de seda color champagne con una fina abertura en su pierna derecha, unas finas ramas hechas de oro y con cristales en formas de lirios dibujaban sus pies dando la sensación de un fino y magistral calzado, su cabello negro y largo que llegaba hasta su cintura estaba trenzado mientras caía por su hombro izquierdo.

-«Como una deidad solo puede lucir»- sonrió ante su pensamiento.

—¡Jennie!, hermana, ¿cómo te fue allá arriba?

La Pelinegra se acercó a su hermana menor y sacó una cadena dorada con una rosa roja que colgaba como gota en ella.

—Me fue bien... Aunque un tanto agotador, sabes como llega a ponerse a veces madre en ese tipo de cosas— hizo un ademán— lo único bueno de ir allá son las joyas que se encuentran...— puso la cadena en mi muslo mientras seguía tocando el instrumento— Conseguí esto para ti, espero que sea de tu agrado...