𝙎𝙩𝙖𝙮 𝙂𝙤𝙡𝙙 | 𝕭𝖆𝖓𝖌𝖙𝖆𝖓𝖕𝖎𝖓𝖐

Valor

C A P I T U L O  04:

[En esta obscuridad tan negra,
estás brillando demasiado
Dame tu mano
Sálvame (x2)
Necesito tu amor antes de que caiga
Caiga]

BTS ; Save me

El arco de oro creado por uno de los aprendices de Hefesto, estaba en las manos delicadas pero firmes. Apuntando en una distancia prudente, un punto fijo en un árbol de olivo.

La flecha sujeta rozando su mejillas, marcó con su vista el punto donde quería disparar y con un suave suspiro soltó el primer disparo dando justo en el blanco. Aplausos hicieron ecos en el espacio abierto y con una sonrisa volteó airada.

—¿Tan rápido fue la reunión?

—Hola Hermana, ¿bien y tú? Yo estoy bien gracias— la mayor revoloteo sus ojos sin soltar la sonrisa y con una elegancia digna sujetó su largo vestido de seda color violeta que se arrastraba por el limpio pasto del exterior.

—Bienvenida, Jennie— abrió sus brazos a su hermana quien le observaba con un puchero y sus ojos rojos como rubí destellando con gracia.

—Contigo no puedo molestarme. ¿Cierto Jisoo?— asentí aún con mis brazos al aire y con una gran sonrisa ella se acercó en un abrazo— Las extrañé. Se supone que por ser inmortales no contamos los días porque para nosotros son como segundos pero... —sus palabras se quebraron— Estoy muy confundida. La reunión me dejó con un muy mal sabor en la boca. Hermana. ¿Has visto algo extraño en el gran libro?

Al soltar el abrazo giré mi rostro y negué con un suspiro.

-«Pasa algo muy extraño con el Gran libro. Pero no pienso preocuparlas... Prefiero hablar de esto con madre»-

—Nada, Hermana.

Ella me observó fijo. Soy consciente de que a Jennie es casi imposible mentirle, pues detecta las emociones de cualquiera — incluso de los Dioses — pero como me Imaginaba, ella no preguntó.

-«Porqué ella sabe que mis mentiras no vienen con malas intenciones»-

—Bien, eso me alivia un poco... —murmuró observando la flecha aún incrustada en el blanco — aunque me pregunto, querida hermana: ¿Qué te tiene tan nerviosa?, A pesar de que tu madrina es la diosa de la caza, tu no eres de practicar dicho ejemplo.

Y tenía razón. Artemisa es mi madrina, quien me enseñó a usar el arco y la flecha, aunque no me gusta usarlos puesto que me recuerda con tristeza todas las pequeñas vidas que se van con solo lanzar una pequeña flecha de madera. Pero sé usarlo de forma positiva: cuando quiero olvidarme de algo, cuando estoy nerviosa o me siento ansiosa...

Y últimamente he sentido todas ellas.

—Solo algo nerviosa por el banquete. Ya que no vendrá madre ni padre por los asuntos del Olimpo, espero hacer un trabajo impecable— solté con una sonrisa. No era mentira. Eso también me tenía nerviosa, pero han estado pasando cosas extraña en las últimas semanas; las reuniones en el Olimpo, el misterio con el gran libro y para agregar a todo...

Los sueños con un hombre de cabellos negros.

Cada noche lo veo y él también puede verme a mí. Desde el primer encuentro en mis sueños supe que algo sumamente extraño estaba surgiendo, porqué desde su aparición el gran libro a dejado de mostrar partes del futuro...
Convirtiéndose en un gran libro en blanco.

Hablé con él desde la primera noche, le pregunté quién era y porqué estaba perturbando mis sueños, si tenía que ver con Morfeo o si era un Dios menor tratando de jugar una broma.