𝙎𝙩𝙖𝙮 𝙂𝙤𝙡𝙙 | 𝕭𝖆𝖓𝖌𝖙𝖆𝖓𝖕𝖎𝖓𝖐

Oscuridad

C A P Í T U L O  05:

[Estoy llorando
Me pregunto si mi corazón
pasará a la brisa de primavera
¿Volverá a brotar para mí?
Bellas flores, me gustan...
Después de este viento frío
Cuando mi corazón se derrite
Primavera de vuelta
¿Habrá primavera en mi corazón?]

Park bom ft Sandra Park ; Spring

Su mirada posada en el Gran espejo, con varias manos acariciando sus rubios cabellos, llenándolos de detalles y esparciendo un perfume con aroma a jazmines y frambuesas.

Con la mente llena de preguntas y miles de dudas sin contestar, permaneció todo el gran rato en el que se le fue vistiendo para lucir impecable en aquella cena que su hermana mayor había preparado.

—Luce Divina, señorita Lisa— alabó una Ninfa de los erebos— Cómo toda una perfecta Diosa.

Sus palabras me hicieron sentir poderosa pero no pude gozar de ellas puesto a que una sensación extraña se iba extendiendo por mi cuerpo.

-«Miedo...»-

—Me honran tus palabras Yeri— susurre viendo mi reflejo en el espejo y admirando por unos segundos mi actuendo— Sorn, Yeri, ¿Pueden avisarle a mis hermanas que bajo en unos instantes?

Ambas Ninfas aceptaron y les regalé una brillante sonrisa.

A ellas les tengo un aprecio gigante, —junto a Minnie, Yuqi y Wendy— somos las inseparables amigas de está casa. Muchas veces fui regañada por mi madre a llegar altas horas bajo la luz de luna de Artemisa, pero un voto de confianza fue ganado al darse cuenta de que me la pasaba en el mismo lugar con todas ellas... No era sorpresa que salíamos por la tardes a esperar que surgiera el amanecer, entre risas y jugueteos veíamos como Apolo cedía su lugar a su gemela.

Suspirando agite mis manos que temblaban. Sin saber la razón de mi estado, repasé mi imagen en el gran espejo de oro blanco.

Un vestido largo de seda color perla que se ajustaba de forma justa en mi cintura y pechos, con un corte cascada por la parte superior que permitía una magnífica vista a mis clavículas. Llegaba hasta mis tobillos de manera ligera, asomándose mis pies que estaban decorados en enredaderas de color plata con piedras negras. Mi cabello antes lacio estaba llenó de risos, en mi cabeza reposaba una corona de laurel bañada en oro blanco y decorada con flores hechas con cristales y diamantes de color salmón...

Impecable y hermosa. Habría dicho su madre.

Y una rara melancolía creció en su corazón.

-«¿Porqué la necesito tanto junto a mí?»- se preguntaba. Cuando sabía que su madre estaba arreglando asuntos junto a los grandes Dioses.

Nunca le había hecho tanta falta.

pero ahora...

—No empieces con extraños sentimentalismos Lisa. Mucho ocurrió hoy para que ahora sigas con eso...

Negando rápidamente, buscó entre sus cosas un cuadro pequeño que ocultaba entre sus baúles con tanto valor.

Un dibujo de ella junto a sus hermanas estaba grabado en aquel lienzo, una imagen que apareció hace tres meses y le dio la gran necesidad de retratarlo.

-«Aquí parecemos las mismas pero igual nos vemos diferentes...»- susurró y luego de observar aquel retrato lo abrazó a su pecho por unos buenos segundos para luego colocarlo debajo de su almohada.

Salió de su habitación y recorrió todos los pasillos hasta reconocer la hermosa voz de su hermana de cabellos naranjas y cuando bajó por las escaleras se encontró con una hermosa imagen de las ninfas y satiros tocando los instrumentos que el padrino de Rosé les había obsequiado.