- Begin again

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- Begin again


Con pasos rápidos ingreso en la iglesia, no podía creer lo que estaba por hacer. Sus manos temblaron mientras se adentraba, vio el pequeño hall y al notar todas las personas dentro del recinto se asustó. El pasillo que dividía ambas salas llevaba a unos cuartos a la derecha, tenía que encontrarlo antes de que sea tarde. Se movió en esa dirección, su diestra tirando del nudo en la corbata en su cuello, sentía que el traje era más para un funeral que una boda.

La primera puerta estaba abierta pero no había nadie, así que avanzo a la segunda esperanzado pero las voces dentro lo detuvieron. Ella estaba ahí. Se asomó por el espacio de la puerta entre abierta y pudo verla, el enorme y claramente caro vestido caía por su cintura de forma exagerada, era horrendo y muy sobrecargado, algo totalmente esperado en ella. Vio como dos chicas vestidas igual permanecían a su lado, sus vestidos amarillo patito eran ridículos. Ella les gritaba, con fuerza, con enojo, otra vez había estallado, algo tan común.

Se alejó de la puerta con algo de miedo, ella no lo quería ahí, lo sabía, aun cuando la invitación llego supo que no era porque quisiera verlo. No, ella quería que sufra.

Toda la situación era irreal, no podía creer que estuviera presenciando la boda del que creyó seria su pareja por mucho tiempo.

Un sonido en la sala principal lo hizo dar vueltas y regresar. El salón estaba lleno, el cura ya estaba en su posición y todas aquellas personas sentadas de ambos lados. Se ocultó de la mirada de los padres del mayor, sabia que ellos tampoco lo querían ahí, su madre seguro estaba sonriente de que esa estúpida boda se llevara a cabo. Acomodándose en uno de los últimos asientos –del lado del novio- trato de respirar de nuevo. Eso era una locura, estaba seguro. ¿Cómo podía solo pararse ahí y oponerse a la boda? Desde que escucho la idea pensó que era un disparate, sin embargo, ahí estaba, arrepintiéndose claro está. Paseo la vista por el lugar, todas esas personas en trajes pastel y tonalidades cálidas lo irritaban, ella lo había pedido así. Su vista se clavó en el final del pasillo, ahí estaba él en un horrible traje crema. Crema. Ella incluso eligió su traje.

Aun si sentía que lo amaba él estaba odiándolo ¿Por qué se dejaba manipular así, porque había aceptado eso? La idea de que el realmente la amase le dolía. No, el no podía hacerlo, no cuando hace un par de noches estaba en su cama repitiéndole lo mucho que lo amaba.

La marcha comenzó a sonar y todos se giraron en dirección a la puerta, el no pudo evitar imitarlos, todo el tiempo pensaba en cómo se opondría, como detendría esa boda. Ante la – en su opinión- deprimente melodía Eunji apareció, su horrendo vestido ocupaba todo el pasillo y su padre, vestido en colores salmón, la llevaba con dificultad. No pudo evitar ver hacia Jaebum, él sonreía, lo hacía, pero no podía ser una sonrisa real ¿Verdad? No podía ser como las que le daba a él.

Su corazón se oprimió cuando el padre la entrego en manos de Jaebum, ellos se miraron, una sonrisa, una corta risa y esa mirada estúpida que tanto le dolía.

< ¿Realmente vas a hacerlo, vas a casarte con ella? Si me opongo, si digo que no quiero esto ¿Vas a huir conmigo?>

Se suponía que ese sería el plan, él se pondría de pie cuando dijeran la frase y trataría de convencerlo. Tenía que ceder, tenía que irse con él, no importaban sus familias, no importaba nada en ese momento. El solo quería huir con su mayor. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no escucho sus palabras, la suave risa de Eunji lo hizo volver, el cura vio de uno a otro y dijo la frase.

-si alguien se opone a esta boda, que hable ahora o calle para siempre.

Como si de una alarma se tratase él se puso de pie de inmediato, todo el lugar quedo en silencio y las miradas se clavaron en su persona de forma inmediata. Jaebum lo vio, su sonrisa borrándose, su boca abriéndose y ahí...en ese momento lo vio, un brillo en sus ojos, una señal. Los ojos del mayor decían algo, algo que él no podía terminar de entender pero su corazón le decía que él quería que hablara.

Perfect jinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora