Amigas, ¡Otra Vez!

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Chica x Mangle.




Hace un tiempo ella ha estado manteniendo cierto secreto que podría ser perjudicial para su vida. Algo que sería desagradable para algunos, mientras que para otros sería curiosos e interesante. Chica, está pequeña niña rubia y tímida, con su cabello corto, bastante, que la hace ver como un chico, sus lentes adornando esos grandes y redondos ojos púrpura tan puros y inocentes, nació con una deformidad que le daría un infarto si alguien descubre eso.

Es algo pequeño, bueno, es un problema grande mejor dicho, me refiero a la deformidad de su entrepierna. Si, estoy hablando de un pene. Chica nació no solo con un órgano sexual femenino sino que también con el masculino. Los doctores se sorprendieron, dijeron que su hija sólo era hermafrodita o que hubo un error en el transcurso del desarrollo del bebé. Pero nunca llegaron a una respuesta en concreto.

Para ella nunca ha sido un problema, pero con el tiempo el cuerpo madura y junto a ello la vergüenza e pena de esta chiquilla que sólo quería ocultar ese secreto tan asqueroso a su parecer, vivir su juventud normal y listo, eso es lo único que desea.

Pero hay un obstáculo en su camino:

—Miren a quien tenemos aquí.—recostandose a su lado, la más alta observó a la tímida pequeña que acababa de cerrar su casillero.—Si no es más que la pequeña cabezona de la clase.

—P-por favor, Mangle. D-déjame.—tartamudeo y dijo en voz baja.

—¿Eh?, no te escucho.—burló.—Deberías hablar más alto. ¡Dios!, así nunca tendrás amigos.

—N-no cre-

—¿Que no necesitas amigos?—soltó una risilla.—Que arrogante. Supongo que siempre serás una cabezona solitaria.

—No entiendo porque siempre me molestas.—dijo, de forma entendible después de tragar saliba.

—Pues, digamos que es solo una riña pasada.—tocó su cabeza.—¡Pero no te lo tomes a mal cabezona!, pensé que éramos amigas, hasta que dejaste de hablarme y juntarte conmigo.

Y ahí esta el problema, es ella esa chica. Mangle y Chica eran amigas de la infancia, pero la rubia se empezó a separar de ella con el tiempo, esto la molesto mucho, al punto de que pensó que Chica la odiaba en su momento. Pero en realidad eran las inseguridades de esa rubia al saber su problema físico, que no era ser pequeña, de senos pequeños, un poco regordeta, de piernas gordas y caderas un tanto anchas, no, sino era ese miembro colgante presionado contra sus pantis que le molestaba el día entero. Pero para Mangle era otra cosa.

Esta linda amistad se rompió, o eso parece ya que Mangle aún se junta con Chica aunque sea para molestarla, como un desahogo por la actitud tan distante de la pequeña. Con el tiempo, ella también cambió, su cabello castaño y largo se lo corto, ese color tan natural lo cambió por uno blanco puro, manchado con uno largos mechones rosas en ambas esquinas de su flequillo, sus ropas de princesa las cambió por estilos más punks y callejeros, piercings en su cara, dos en su oreja derecha y uno en la izquierda, una perforación en la nariz y otro en la lengua. Chica no es la única que ha cambiado.

—T-te dije que no fue mi intención, yo nunca quise alejarme. ¡Lo juro!—exclamó tímida.

—Ajá, no me digas.—rodó los ojos.—Eres tan hipócrita. Haciéndote la inocente y tímida no me convenceras caperucita.

FNAF one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora