Karma Akabane Y Tu <3

Desintegración.

Pasado ya el tiempo, volví a faltar a clases. A comparación de la vez pasada, este periodo solo duró una semana. Debo decir que me siento muy triste ya que tras una junta con el CEO, decidió que nuestro grupo de Idols sería disuelto, ya que no podemos reunirnos, escribir canciones y ensayar coreografías, se llegó a la conclusión de que esa decisión sería lo mejor para todos, excepto los fans. ;u;

Por supuesto que la decisión me afectó, puesto que aún así trabajaba en la empresa había "perdido" lo que más amaba hacer en ese lugar.

Llegué toda decaída a la escuela, la tristeza no la pude esconder por más que quise.
Un círculo de compañeros alrededor de mi banca previamente seleccionada. Sólo escuchaba los murmurllos de el círculo y algunos gemidos de lamentos, por supuesto, todos aquellos preguntaba que me pasaba pero personalmente prefiero que me abracen y apoyen en lugar de preguntar y cuestionarme.

Sonó la campana, dando inicio a una nueva jornada escolar, la verdad es que solo me limité a ver la ventana, ver el paisaje verde, árboles moviéndose, hojas caer y el viento soplar suavemente. (Besame, que yo quiero sentir tus labios besandome otra vez)
Sentí un pequeño golpe en mi cabeza que me hizo gruñir y voltear con ojos endemoniados al culpable quien era Nagisa, viéndome con pena mientras apuntaba hacia el frente, en ese momento sentí el verdadero terror. Pues Koro-Sensei estaba viéndome, no tenía en mi pequeña mesa ni cuadernos ni libros, tampoco lápiz, plumas, etc. Con los cuales podría hacerme mensa.

Me limité a sacar rápidamente a sacar mis cuadernos y libros correspondientes para posteriormente poner atención. Las clases pasaron normales, pude concentrar mi atención hacia el profesor y sonó la campana del receso, lo cual agradecí con el alma porque estaba agotada. Ya pronto vendría San Valentín, estamos a dos días de el día donde se regalan chocolates. Bien, tengo que confesarlo, desde que sucedió el beso entre Karma y yo por supuesto que empecé a sentir algo por él y no podía mirarlo a la cara, todos lo sabían, entre nosotros había tensión, al menos de mi parte así lo es.

—_____, ¿vienes con nosotros a almorzar?— Comentó Nagisa. A lo cual solo miré y asentí con una sonrisa. Nagisa se volvió muy cercano conmigo, casi siempre pláticamos, jugamos y demás. Podría decir que es como un mejor amigo para mi.

Me ha confesado que le atrae Kayano y espero que su relación se vuelva realidad, podría gritar a los cuatro vientos: ¡Pareja de chaneques!, no podría aguantar eso. Regresando a lo que nos truje chencha, bueno, lo que nos importa.

Tomé mi almuerzo de la mochila y me levanté lentamente del asiento.

—Nagisa, ya viene el día de San Valentín, ¿no piensas regalarle algo a Kayano?— Lo miré pícara y empecé a codearlo, él hizo una mueca y se quedó parado mientras bajaba la mirada sonrojado. —Yo te puedo ayudar, chaparrito, regalale un chocolate— Sugerí, quería ayudarlo pero, yo también quería hacer lo mismo. Y como si me leyeran la mente, justamente Nagisa aBRIÓ EL HOCICO.

—¿Tú que le regalarás a Karma?— Quedé estupefacta, en shock marico.

—¿Qué cosas dices, cabezón?— comenté avanzando de donde nos habíamos quedado platicando mientras me rascaba la cabeza. En ese momento veo pasar a Karma y Okuda, estaban hablando muy comodamente y Okuda estaba sonrojada, Karma también lo estaba un poco y lo ocultaba con su risa de siempre. Mi mente pensó lo peor y claro, volví a decaer, Nagisa también lo vió pero a diferencia de mi él sí pensó y no sacó conclusiones rápidas como yo. —Nagisa... lo que ví no me gustó.— Volteé y me dirigí al salón mientras que mi acompañante me veía con pena y me seguía.

—No deberías sacar conclusiones así de rápido y lo sabes, yo te conozco un poco, y sé que no sueles ver las situaciones así.— Nagisa trató de ayudarme.