Estaba tan nerviosa que me costo dormir, a las 5:30 a.m. ya me encontraba arreglada y lista para ir a mi nuevo trabajo, ese día me puse un traje gris un poco serio con unos tacones negros y me maquille muy poco, agarre mi cabello en una cola de caballo y me fui directo al trabajo. Al llegar al edificio, me encontré con Brenda, me dio las ultimas cosas que necesitaba, ella se quedó en el quinto piso, mientras yo iría hasta el piso quince. Salí del elevador y me encontré con una recepcionista, que me miro de arriba abajo.
― Buenos días. ―Iba caminando a la puerta de cristal para poder entrar al piso.
― ¡Querida! ¿Tú para donde crees que vas? ― Dijo furiosa mientras se ponía de pie y se ponía frente a la puerta, hizo un gesto de desaprobación con su boca.
― A trabajar. ― Dije mirándola.
― No me hagas reír, media vuelta y te largas de aquí. ― Me chasqueo los dedos.
― No soy un perro. ― le dije molesta, tendría que buscar a Brenda y decirle que me ayude; me gire y me golpe con alguien. ― Lo siento. ― Dije sin mirar a la persona.
― ¡Buenos días señor Mills! ― Escuche a la señorita hablando. ― Estaba sacando a esta niñita que se trato de meter, no se cómo entro en el edificio, pero me encargare de eso. ― Refunfuño contenta.
― Señorita Blakes ¿Esta bien? ― Asentí, Alexander sonrió y miro a la mujer algo enojado.
― Verónica ella es mi nueva asistente, Brenda lo dejo todo listo, Nina ya lo sabe me sorprende que usted no lo haga, espero no tener más inconveniente con más cosa por hoy. ― La expresión de la chica cambio de golpe.
― Si señor Mills lo siento. ― Dijo Verónica volviendo a su puesto de trabajo.
― Señorita Blakes, vamos que tenemos que empezar a trabajar. ― Caminamos rápidamente hasta su oficina. ― Buenos días Nina.
― Buenos días señor Mills. ― La mujer ni siquiera levanto la mirada y seguía escribiendo en su computadora; entramos en su oficina.
― Bueno este es su primer día y veo que no está mi café.
― Perdón Señor Mills ya voy por él. ― Dije mientras caminaba a la puerta.
― ¡Lauren espera! ― dijo y me frene. ― Por hoy te lo paso, siéntate por favor. ― Tome asiento frente a él. ― Hoy va hacer un día muy tranquilo solo tengo dos reuniones, en las cuales espero que estés presente, para la hora del almuerzo necesito que vengas conmigo y la tarde hasta ahora será tranquilo ¿Alguna pregunta? ― Asentí un poco nerviosa.
― ¿Qué preguntas tienes?
― Perdón señor Mills, no, no tengo ninguna pregunta. ― respondí más tranquila.
― Has una reservación Sinfonia's Alfredo. ― saque la pequeña agenda que tenía en el bolso.
― ¿Cuántas personas?
― Solo dos. ― Respondió muy relajado.
― Ya mismo me encargo de eso. ― dije poniéndome de pie.
― Lauren mi café. ―Asentí, había olvidado donde estaba la maquina de café que me había dicho Brenda. ― La maquina esta detrás del puesto de trabajo de Nina. ― Sonreí y salí de la oficina, alcance a escuchar que se reía.
― Hola buenos días soy Lauren. ― Dije mirando a la secretaria de Alexander. Ella por fin levanto la mirada sobre sus gafas, era una mujer que pasaba los 50 años, parecía molesta.
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Desastrosamente Enamorados
Teen FictionAlexander y Lauren destrozadas por el amor, incapaces de dejar sus pasados de lado se niegan lo que sienten el uno por el otro causando solo sufrimiento entre ellos, ninguno es capaz de decir lo que siente realmente, ocultarlo es la mejor solución...