Había pasado una semana desde lo de Gabriela, y ahora cada día se me estaba dificultando ir a trabajar, no era por madrugar o por cumplir la lista de Alexander al pie de la letra, por ir vestida siempre elegante y con tacones, en realidad eso era lo que menos me preocupaba; empecé a verlo con otros ojos, ahora notaba cada detalle de él, si sonreía, si arrugaba la nariz, si se reía, o incluso cuando estaba molesto; eso no me podía estar pasando era mi jefe.
— ¡Lauren! — escuche mi nombre, pero me encontraba hundida en la miseria de mis pensamientos.
— ¡Tierra contactando a Lauren Blakes! — Reaccione de golpe, Brenda me mira algo preocupada.
— ¿Qué pasa? — Dije intentando volver en sí, no sabía cuánto tiempo estuve fuera de mí, esto era una situación complicada no sabía qué hacer, pero no quería hablarlo con nadie ni siquiera con Sam, sé que se molestaría conmigo cuando le dijera pero quizás ahora estaba equivocada y no quería un sermón de solo es un gusto pasajero porque sé que es eso pero es muy difícil aceptarlo, lo mejor era intentar dejar de pensar en Alexander de esa forma, es mi jefe nada más.
— Mueve el trasero es hora de almorzar tengo muchísima hambre, así que apúrate, voy a pedir el ascensor. — Asentí mientras recogía mis cosas y corría para encontrarme con Brenda, esto era una sensación tan horrible Alexander estaba fuera de mi alcance; desde el día de la pizzería y del cementerio me sentí tan bien en poder compartir todas esas cosas con él pero sabían que era un error, antes solo me parecía atractivo pero conociendo ese hombre tan sensible, tierno y dulce hizo que todo en mi interior se estremeciera al pensar en él, incluso pensé en renunciar pero era la peor idea de todas, necesitaba el dinero ahora que vivía sola, necesitaba encontrar una solución pronto.
— Y eso fue todo lo que hice este fin de semana y ¿tú que hiciste? — Brenda me había dicho algo y no le puse nada de atención.
— Realmente no mucho, me quede en casa viendo películas y durmiendo, la semana pasada fue muy pesada, no me había agotado tanto en días, cuando llegue a casa el viernes en la noche, me deje caer en mi cama y me desperté el sábado casi al medio día, no quise hacer nada solo dormir y descansar.
— Si, Alexander y tú corrían de un lado para otro, era desesperante verlos parecían dementes ¿Pero todo bien con él? — Brenda me miro algo preocupada.
— Si la semana pasada fue un caos total con nuevos clientes, reuniones, firmas de contratos salimos muy tarde de la oficina y con Alexander... si ... todo bien. — «Solo que al interactuar tanto con él me di cuenta que me gusta y aparte se abrió conmigo, podría decir que demasiado, su esposa falleció y nadie sabe de ello, pude contarle mi turbio pasado con mi exnovio, pero de resto nada más ... uy que tonta casi dejo pasar algo me abrazo por casi diez minutos, pude sentir su pecho, escuche su corazón, estar tan cerca de él fue increíble de verdad no quería que ese abrazo terminara nunca y lo mejor de todo huele delicioso»
— ¿Segura? No suenas muy convencida, si tienes algún problema sabes que puedes contar conmigo, se cómo es Alexander, pero quiero ayudarte cuando lo necesites.
— Si Bre, estoy bien solo que aún me siento algo cansada la semana pasada no dormí muy bien pero no hay ningún problema en serio, el trabajo con Alexander es agotador y algo pesado, pero puedo con él.
— Lo sé, por eso ahora me encanta estar en marketing no es tan atareado como estar con él, de verdad no creo que nadie le dure mucho por ser tan exigente, perfeccionista, el necesitaría a otro Alexander Mills para que todo saliera cómo quiere porque exige demasiado. — Brenda comenzó a reírse, yo la seguí fingiendo mi risa, realmente a mí no me parecía que el trabajo con Alexander fuera tan pesado como ella decía, lo era más en el hotel, pero aquí me sentía bien y cómoda hasta que me di cuenta que mi jefe me gustaba pensar en eso me hacía sentir muy mal ese detalle podía dañar mi trabajo y no quería perderlo. Brenda y yo pedimos el almuerzo del restaurante de la empresa y nos sentamos con otras personas a comer, eran compañeros de ella, yo realmente no recordaba muy bien sus nombres y casi no interactuaba con ellos, termine de comer algo rápido y estaba por retirarme.
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Desastrosamente Enamorados
Novela JuvenilAlexander y Lauren destrozadas por el amor, incapaces de dejar sus pasados de lado se niegan lo que sienten el uno por el otro causando solo sufrimiento entre ellos, ninguno es capaz de decir lo que siente realmente, ocultarlo es la mejor solución...