Roma
Con Ron estaba todo más que bien, compartimos más tiempo que antes, también se quedaba más días en casa, los tenía para mí todos los días, y eso me encantaba. No puedo creer que callé durante meses el cariño que sentía solo por miedo, miedo a su rechazo inexistente, porque así era, él jamás me rechazaría, incluso si teníamos discrepancias, jamás me dejaría caer, y eso era algo asombroso.
Ambos estábamos con planes en la universidad y con un hijo, Román fue lo más maravilloso que me pasó en la vida, cuando lo veo su cabello igual al mío, es como una parte de mi, que no se gestó en mi vientre, pero si en mi corazón, porque de eso se trataba amar sin condiciones, amar al prójimo en todo momento.
Hoy llegaba mi familia, mis padres y mi hermana Rosalie, amaba a esa pequeña, ya había cumplido sus once años, extrañaba tenerlos cerca, incluso pelear con mi padre. Llevaba muchos años lejos de ellos, había aprendido a vivir por mis medios, trabajaba para no tener que deberle nada a nadie.
Después del accidente papá me estaba ayudando ya que trabajar me sería muy difícil, tenía comodidades y eso de debía a mis padres, pero quería obtener logros por mis propios medios, muchos podrían pensar que era orgullo, y tal vez lo era, pero era mi pensamiento, y no quería que papá me echara en cara mis logros.
—¿Vas a ir al aeropuerto?— preguntó Ron.
—Si, estoy ansiosa por verlos, y ellos también por Román.— Mi familia amaba a mi hijo, lo amaban profundamente,
—Tu padre principalmente, él está como mis padres, bobo— dijo Ron con burla.
—Tenés toda la razón, pero además quiero saber que piensan de esto —dije señalandonos.
—¿Esto?— preguntó.
—Si, lo que tenemos, porque amigos no somos—puntualizó.
—¿No lo somos?— dijo con una sonrisa burlona, me estaba picando.
—No, los amigos no se besan Ron, bueno yo no lo hago con mis amigos— sonreí.
—Gracias a Dios que no lo haces con tus amigos— suspiró.
—¿Por qué agradeces?
—Porque te quiero para mi, y tus amigos no son dignos—beso mi frente.
—Entonces ¿vos sos digno?— pregunté.
—No, no soy digno—se mordió el labio— no soy para nada digno de tenerte, pero aún así, soy afortunado— se acercó un poco más, nuestras frentes estaban casi unidas.
—Te quiero Ron, en serio —tomé su rostro con mis manos, nos fuimos acercando, cada vez más, hasta que Román gritó y nos separamos, nuestras respiraciones estaban aceleradas.
—¡Mamá, mia!— Le dijo muy autoritario Román a Ron.
—No, mamá es mía— contradijo Ron, y no fue la mejor decisión.
—Mía— Román se acercó a mí y pidió que lo tomara en brazos.
—No, es mía— Ron se acercó a mi mejilla, y Román con su pequeña mano tapó donde iba a recaer el beso.
—¡NO!— gritó el pequeño.
—¿Puedo ser de los dos?— pregunté. Ron asintió y se acercó, pero Román no cedió, cuando son pequeños tienen una etapa en el desarrollo donde comienzan a experimentar celos por el familiar del sexo opuesto, y en este caso Román me amaba y a Ron no le quería ni ver.
—Creo que no voy a ganar hoy— sonrió Ron, se acercó y depositó un beso rápido en mis labios, incluso cuando Román gritó.
Dejamos el departamento listo, para ir al aeropuerto por mis padres, Román estaba ansioso, hacían videollamada todas las semanas, por lo tanto los reconocía.
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Román
Teen FictionRoma, estudiante de psicología se encuentra involucrada en un accidente fatal, mientras intentaba cruzar la avenida queda en medio de un auto y una camioneta familiar. Ron, quien estudia odontología y tiene una vida sin ningún tipo de problemas, p...