cursed; Kakashi Hatake [actualizando]

De Tal Palo Tal Astilla

"父が父なら子も子"

— Definitivamente no creo que puedas ocultarlo —solté, mirando curiosa desde el colchón de la cama el gran bulto que sobresaltaba entre sus piernas cuando vistió su pantalón. Kakashi se colocó por completo su uniforme y ajustó la máscara en su rostro.

Había sido bonito mientras duró.

— No es fácil controlar las reacciones de mi cuerpo si te tengo de esa manera tendida en mi cama —aclaró con un gruñido, intentando de acomodar de alguna forma lo que resaltaba ahí abajo. Solté una risita y me paré de la cama para buscar en el piso mi kimono, lo tomé y deslicé la fina tela por mis brazos para reposarlo sobre mis hombros.

Me había emocionado tanto para nada. Que molestia... Pero supongo que no importaba, cada paso era más largo.

— Espero la próxima vez terminar lo que iniciamos —comenté con una pequeña sonrisa en mi rostro mientras ajustaba el nudo en mi kimono para que este no se abriera.

— De eso me encargaré yo —dice en un tono irritado para después depositar una suave caricia en una de mis mejillas— espero no tardar tanto.

Eso también esperaba yo. La puerta se cerró, dándome a entender que me encontraba sola dentro del apartamento de Kakashi.

¿Y ahora que se supone que debía de hacer?

Narrador Omnisciente.

Ahora se encontraba solo debido a que Naruto había sido ingresado al hospital para que atendieran su brazo que fue dañado por el uso de su nuevo jutsu. Obito no sabía cuanto tiempo más estaría en este tiempo, temía a revelar accidentalmente la verdad. Pateó unos pequeños gijarros, pensativo. Era muy raro para él que sus padres actuarán con totalmente indiferencia hacia él, obviamente sabía el porqué, pero no podía acostumbrarse a no escuchar alguna palabra cálida y dulce por parte de Nashiro o algún reclamo por parte de Kakashi. Incluso se había puesto celoso cuando la albina había ido corriendo a estudiar el estado de Naruto, recién habían regresado con Shikamaru. Se miraba tan preocupada por el rubio.

— A mi me quiere más, después de todo soy su hijo —se susurró en un tono solo audible para él. ¿Qué estaría haciendo en estos momentos su mamá? Se encogió de hombros y decidió dar una vuelta para familiarizarse con este antiguo Konoha. No pensó que está aldea se fuera a modernizar en tan sólo quince años más tarde. Una bocanada de aire escapó por sus labios al ver las figuras talladas de todos los Hokages en una de las paredes de la aldea— ¿quién diría que una persona como tú se convertiría en Hokage? ¿Cómo llegaste hasta ahí, viejo? —se preguntó mientras deslizaba una mano por su barbilla— ¿En serio eres tan fuerte como mamá siempre te presumió?

Sus heterocromaticos ojos se entrecerraron y una mueca se formó en su rostro al divisar a Yamato y a Kakashi caminar con algo de prisa por la misma calle que él.

— ¿Llegarás a estar orgulloso alguna vez de tu hijo? —murmuró sin despegar la vista del peligris.

Kakashi sintió la mirada de alguien sobre él, dirigió su vista en dirección hacia el responsable. Su único ojo al descubierto hizo contacto con los ojos disparejos de aquel muchacho.

Su pecho subía y bajaba desenfrenadamente. Todo su alrededor daba vueltas y sentía que en cualquier momento vomitaría. Su padre lo había castigado con una clase de entrenamiento mortal.

— Eres un niño, Obito. No puedes ir jugandote la vida nada más porque sí —su padre le miró con los brazos cruzados desde su posición. Le extendió la mano para que el niño se levantará del piso, pero lo único que hizo fue rechazarla y levantarse en un tambaleo por cuenta propia.