Agitato

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Durante esos diez largos días nadie supo nada de la pobre Vaggie y de todo lo que estaba viviendo en aquel edificio abandonado en manos de Alastor... hasta que milagrosamente lograron dar con ella donde dieron por hecho que fue el mismo Alastor quien había planeado y ejecutado el secuestro tras las palabras de la misma Vaggie.

Afortunadamente para todos Vaggie fue rescatada del edificio abandonado con vida por los dos pequeños sirvientes de Charlie. Lo único a lamentar del caso era la misteriosa desaparición de Alastor del cual ningún demonio volvió a verle.

Charlie estaba tan feliz y agradecida de al fin tener a Vaggie de vuelta en el hotel sana y salva que no podía dejar de llorar de la conmoción que le dio tenerla de nuevo en sus brazos.

Jamás pensó que Alastor sería capaz de semejante atrocidad contra ella, se sentía arrepentida de no haber escuchado a su querida Vaggie desde el comienzo, de ahora en adelante cuidare de ella y si Alastor regresa ¡Tendrá que vérselas conmigo! Así tenga que usar todo mi poder para proteger a mi querida Vaggie, dijo muy determinada abrazando de nuevo a su lastimada novia.

Pasaron varias semanas y podía notarse que aquella mala experiencia tomo un cobro significativo en la mente de Vaggie, sus heridas habían sanado pero lamentablemente no había cura suficiente para el estado mental que ello le dejo. Y pese a que estaba siendo medicada ello no parecía suficiente para los repetidos ataques que sufría durante el día. Creía fielmente que Alastor volvería por ella para secuestrarle de nuevo y tenerle como su objeto de obsesión pese a que ningún demonio le volvió a ver jamás.

Ha veces lloraba sin razón al oír las melodías de un piano o incluso de mirarse en un espejo y ver sus cicatrices para retornar a esos recuerdos que le hacían revivir esos diez días cautiva.

Durante las noches ella dormía abrazada con fuerza a su querida Charlie quien calmaba sus pesadillas que le despertaban en medio de la noche.

Aquellas pesadillas la atormentaban todo el tiempo a la hora de dormir: sus pesadillas evocaban a sus recuerdos más traumáticos en aquella oscura habitación. En donde ella podía únicamente gritar mientras Alastor despejaba los pensamientos de su propia e inestable mente tocando aquellas notas en el piano, tocaba una singular y rítmica melodía que para Vaggie siempre significaba el final de su existencia acercándose.

Aquella bendita, rápida y acelerada pieza musical que escandalizaba sus emociones y su agonía en escapar de allí y que Alastor ejecutaba con tal destreza en su vacío intento de silenciar sus tormentos que más que calmar parecía que alimentaba más la locura de ambos individuos.

(Esta es la pieza que tocaba Alastor de la cual Vaggie recuerda: Beethoven- Piano sonata no 14- 3rd movement, III. Presto agitato)

1...

Y sobretodo, el recuerdo que más le atormentaba era soñar con las mordidas, esas malditas mordidas, ver y sentir de nuevo a Alastor encima de ella para deleitarse mordiéndola sin piedad para saciar sus extraños gustos por su piel y su sangre.

Esas pesadillas hacían que despertara sobresaltada gritando alarmada ¡NOOO, BASTA YAAA! Al punto de llorar dormida. Era en ese momento que Charlie quien dormía a su lado la abrazaba con mucha fuerza llorando a su lado de ver a su amada en ese estado. Todo está bien Vaggie estoy aquí, esas eran las palabras para calmarla.

Aun así Charlie pensaba que sería un capitulo a superar en la relación de ambas, le gustaba pensar que pronto lo superarían juntas y que todo sería como antes... pero había cosas más allá que ella ignoraba...

Obsesión | Alastor & VaggieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora