Capítulo 2

1.4K 157 32
                                    

Volkov

Algunos días pasaron, y con ello mis esperanzas. Vigilaba la playa, donde no había ninguna actividad fuera de lo normal. Me llegaba a frustrar de volver a estar en un callejón sin salida, que tan difícil era  encontrar a dos tíos. Claro sería más fácil si alguien me ayudará, pero por algún motivo no quería a nadie involucrado así me ahorraría las explicaciones. Pero que alguien los haya visto, acompañados de un tercero usando una máscara no daba buena espina. Lo más seguro es que estén traficando, si fuera el caso no tardarán en llegar a comisaría siendo arrestados. Debería relajarme, deje mis obligaciones de comisario para seguir el rastro de dos sujetos. Aunque no quiera admitir debo despejar mi mente, a este paso quedaré como un loco... O tal vez, ya lo soy.

—Aqui subinspector Dan ¿Se encuentra algún agente disponible? Hay alerta de robo en el badulaque, y nos falta uno para estar completos — Decía por la radio.

Algo de acción es lo que necesita mi  cuerpo, ya dejar de pensar en el crestas. Sin dudarlo tome la radio.

— Comisario Volkov, estoy disponible. Si puede mandar 10-20 llegaré enseguida.

— De acuerdo — fue lo último que dijo.

Me saltó la ubicación de mi compañero, arranque con mi zeta hacia la zona. No me demore en llegar hasta ver a dos policías, encapuchados lo cual me pareció extraño.

—Disculpen, pero se puede saber ¿Por qué usan máscaras? — Dije de modo autoritario

—Porque soy feo —Me respondió el de la capucha blanca —por cierto soy  subinspector Fred, un gusto Volkov.

— Comisario volkov — Le corregí amargado.

Me parecía un abuso de la autoridad que dos de mis agentes usen máscaras, pero ahora no era momento de echar una charla. Mire por encima del hombro de Fred, estaba Dan o algo así había dicho por radio. Parado con los brazos cruzados hablando con el atracador.

— Supongo que tú compañero ya se está encargando, revisemos perímetro. En esta zona es muy habitual que exista un tirador. — Dije antes de marcharme.

En un atraco todo es esencial, tanto para el atracador como para la policía. La mente criminal debe planificar cada elemento, circunstancias, huida. Por eso un policía debe pensar como un ladrón, adelantar sus movimientos lo que provoca que estamos en la gran desventajas, hay tantas opciones. Pero debemos ser capaces de enfrentar cada una sin miedo, este trabajo no es fácil. Cada uno tiene una bala con su nombre apuntándose directo a la frente, nadie está a salvo ... Nadie.

Buscaba alguna señal en los techos de los edificios que rodean el badulaque, aunque es muy común que un tirador se encuentre en el edificio de al frente. No bajaba la guarda en ningún momento.

—Bueno compis, lo que acordamos fue; huida libre, 2 segundos, y nada de códigos. — Informaba Dan por la radio.

Guarde mi pistola, comencé a caminar hacia mi vehículo. Pero la voz de Dan y Fred se me hacían muy familiares. Incluso algo muy dentro de mi se revolvía, que sensación más extraña.

—A mi señal — Dijo Fred, ya todos estaban en su respectivo coche.

La sirena sonó, dando inicio a la persecución. De la tienda salían dos sujetos enmascarados, para terminar de montarse en un vehículo deportivo rojo. No dudó en arrancar y salirse a toda velocidad, una emoción corría por todas mis venas. ¡Joder esta es la emoción que quería! Fred dio el permiso de avanzar, mi carro arrancó sin pensarlo. Pero debo calmarme, baje un poco la velocidad para abrir el paso a las Maris. Bueno la emoción que tenía se fue bajando poco a poco, los atracadores solo daban vueltas por la cuidad, idiotas, de seguro deben estar haciendo tiempo. La verdad no me sorprendería que algún bloqueo nos este esperando. Cada vez que miraba por el retrovisor, el carro de los subinspectores desaparecía.

— Ni conducir pueden — Dije de mala gana.

— ¡Abrieron fuego! — Notificó un agente que estaba en la moto. — me he caído.

— ¿Se encuentra bien? — Dije

— Solo unos rasguños, joder — susurró avergonzado.

— Esta bien, todos los agentes pueden disparar a las ruedas. — informé

No se en que momento quedé atrás de todos, pero solo veía la parte de atrás del zeta de Dan y Fred, al parecer cuando no los veía se adelantaron por los callejones. Nada mal. Incluso, creo que mi presencia está de sobra me está sorprendiendo toda la malla están mejorando. Escuchaba los disparos de los dos bandos.

—¡Me pincharon, me pincharon! — Informó la segunda Mari.

No tener la dos motocicletas era una gran desventaja, pero no para mí. No podían dejarme atrás,

— Voy hacer código 100, prepárense — Dije por la radio

Me metí por un callejón, gracias por la experiencia de tantos atracos era un poco obvio por cual calle irían. Me apresuré, y daba los giros aunque este carro dar las vueltas no eran su especialidad yo podía maniobrar a la perfección. Al salir del callejón, use el carro como bloqueo miraba a lo lejos el deportivo rojo. Ya se miraba que trataría de meterse en un espacio libre que dejó, pero avance más hasta sentir el impacto. Donde me sacudió de manera brusca, pero se carro se detuvo. Por detrás estaba el otro zeta, empezaron a disparar a las ruedas.

—Salgan del vehículo, con las manos en alto — Decía Dan apuntando con la pistola.

Me sume saliendo un poco aturdido, para ver cómo los dos ladrones bajaban con manos en alto. Los dos subinspectores arrestaron a cada uno.

— ¡A chuparla! ¡ASQUEROSOS! —Gritaba emocionado Dan

— Otro éxito de Dan y Fred — respondió Fred

— ¿Disculpen? ¿Acaso estoy pintado o que? — Dije molesto, pero más por la soberbia de los agentes.

— Otro éxito de Dan, Fred y Volkov. Mmm... No. Tres son multitud — decía de modo de broma Fred

— A ver, no se suban a las nubes. Yo he tenido más éxitos que ustedes así que por favor— explicaba hasta que fui interrumpido

— ¡A chuparla! — Seguía gritando Dan, incluso llegó a escupir sobre ellos.

Aquella acción me dejó descontento, no me evito recordar a Horacio. Sin darme cuenta, me quedé callado mirándolo con una sonrisa como si quisiera que fuera Horacio emocionado por atrapar a un maleante. Joder, de nuevo pensando en él. No puedo ni hacer un trabajo sin pensar en él, ¡Sal de mi cabeza! Las cosas que me hace sentir, felicidad, enojo, desesperación. ¿Este es mi castigo por no haberte apreciado?

—Se los encargo — Fue lo último que dije antes de marcharme.

IN THE NAME OF LOVE - VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora