Volkov
Dichosa es la suerte de cada persona, las relaciones son un campo inexplorado por mí. Pero por lo poco que he podido ver llegue a la conclusión, una persona enamorada no es la misma cuando entra en una relación. Al inicio todo puede ser hermoso, siempre está la presencia de los pequeños detalles para poder llamar su atención. Los cuales desaparecen con el tiempo, el miedo de perder a una persona se esfuma al tenerla. Sin pensar que realmente siempre está el riesgo que se vaya.
— Te dije que no nos íbamos a tardar — Dan me despejó de mis pensamientos
— Esto es una falta de irresponsabilidad de nuestra parte, como superiores debemos buscar el bienestar. Brindar aquella seguridad que está siendo arrebatada por putos maleantes, el trabajo es todo Dan.— respondí enojado.
Soltó un suspiro, el tiempo que nos tardó llegar al 10-20 me di cuenta que Dan no estaba con sus zapatos. La desesperación que tomé de seguro provocó que se olvidará en la playa. La culpa entraba en mi, si no fuera porque recordé que en primer lugar estábamos ahí por su falta de compromiso. Ya podía escuchar los disparos, tome mi arma cargada. Al bajar del patrulla me dispuse a correr, siempre teniendo a la mira a los que disparaban. Dos personas encapuchadas estaban disparando a lo loco, es muy común que en la zona se produzca la acción de vender sustancias ilícitas. No me di cuenta hasta que Dan paso por mi lado corriendo con su pistola en mano.
— Abatido — Dijo al instante
Miraba el perímetro, al parecer un compañero estaba tirando en el piso al frente mío. El enojo recorría todo mi cuerpo, al igual que la culpa no debo dejar que me influya. El trabajo es lo más importante que tengo, esto nunca más se va a repetir.
— ¡Detrás tuyo! — Un agente gritó a Dan, seguido de un disparo.
Todo comenzó a pasar en cámara lenta, dispararon a Dan. Por un momento no escuchaba que pasaba a mí alrededor, mi mirada estaba fija sobre su cuerpo que estaba cayendo lentamente. No me daba cuenta cuando mis piernas comenzaron a correr, y dispararon aquel encapuchado dos balas acertaron. Haciendo que cayera.
— Dan — Mi voz temblaba
— Estoy bien, solo es mi brazo — jadeaba de dolor
— pidan un 10-38 ¡De inmediato! — grité desesperado.
Varios minutos pasaron, donde no dejaba de ver a Dan. Incluso está actitud era extraña en mí, nunca me había preocupado tanto por alguien.
— Deja de verme así, no estoy muerto— Dijo divertido — acaso ... ¿Estás preocupado?
— Obvio que lo estoy, no seas sensato. Como se te ocurre ir de frente, ¿Estás mal de la cabeza? — Decía aún molesto, pero estaba más preocupado sobre lo que le vaya a pasar.
Nos quedamos en silencio, el solo me seguía viendo. Su mirada era penetrante, incluso me llegó a incomodar así que solo me levanté y me marché a paso lento. Mi corazón latía, por el miedo creo yo. Esto no va a durar mucho, la sirenas anunciaban la llegada de la ambulancia. De los cuales varios paramédicos bajaron, y daban su servicio a los que estaban lastimados.
Ha pasado más de una hora donde yo miraba a lo lejos como un doctor curaba a Dan, parecía que estaban muy bien. Pese que no puedo ver el rostro de Dan, si podía de aquel doctor que no paraba de sonreír o reírse. Asqueado por aquella situación, pedí a los alumnos que hicieran todo el papeleo. No voy a estar soportando todo esto, tome el patrulla de Dan y me marché. No creo que le moleste, se le ve tan feliz con ese doctor que ni lo va a notar.
— Conway, necesito hablar contigo. Te espero en tu despacho — Comuniqué por radio
— Que sea rápido — Dijo ronco
Estoy muy molesto, y no es por el simple hecho que viera como un doctor tocaba a Dan. Al contrario, es la actitud incompetente e infantil que muestra sobre el trabajo, yo quiero un policía de verdad no una nena que se la pasa divirtiendo como si todo fuera un puto juego. Hay vidas en medio, frustrado por todo esto ya ni cuenta me di de haber llegado a la comisaría donde solo entre a paso rápido, y con mala cara.
— Conway — Grité
— ¿Qué pasa nena? — Dijo curioso al verme.
— Me niego a trabajar con Dan, es un irresponsable. Solo se pasaba jugando a la hora de trabajo, ¿Cómo se hizo subinspector? Es bueno con las armas, pero no tiene importancia sobre su vida, yo ya no quiero trabajar con él. No lo soporto — Explicaba bastante frustrado
— Cálmate — Se cruzó de brazos — Eres un puto comisario, demuestra quien manda. Además si pasó eso, es por TÚ culpa. Mano dura, y disciplina.
— Ya no quiero, no voy a quitar mi palabra ¡Me molesta! ¿No entiendes? — me empezaba a exaltar
— Pero ¿Qué coño te pasa? Deja de hacerte el capullo, no eres un niño de 15 años. Madura ¿Quieres? Además, no es una pregunta vas a trabajar con él, y punto. Esta es mi puta comisaría, y aquí se sigue mis reglas. — Era claro la soberbia en cada una de sus palabras.
Pase mi mano por todo mi cabello, en forma de liberar un poco toda la frustración. Mi respiración se volvía más agitada, ¿Pero que coño me pasa? Es verdad yo no actuó de esta manera, soy alguien tranquilo y sabe cómo llevar cada problema que se le afronta. Últimamente, el mundo está cambiando y ese cambio me arrastra con él.
— Está bien —Dije antes de marcharme, sin antes cerrar la puerta de un portazo.
Conway dijo algo detrás mío, pero no alcancé a escucharlo. Tomaría un patrulla y me marcharía del lugar, a patrullar o lo que sea necesario para poder calmarme. Quiero tomar.
— Volkov, me dejó abandonado. — Dijo alguien, y regresé a ver, era Dan.
— Perdón, no tengo mi propia patrulla. Además, vi que te estabas divirtiendo bastante con aquel doctor, no quería interrumpir — Estaba siendo sarcástico.
Su brazo estaba vendado, así que lo tome por el otro con fuerza. Y lo lleve al vestuario, así estaríamos es una zona más privada.
— Dan, quiero trabajar contigo. Pero me complicas las cosas, deja de ser tan infantil. ¿Sabes que es esto, verdad? El cuerpo nacional policial, nuestro deber es cuidar del resto. No divertirnos, así que pido por favor dejé esa actitud a un lado, tampoco de estar coqueteando con los doctores, al menos este periodo que vamos a estar juntos— Trataba de no sonar molesto.
— ¿Puede soltarme? — Fue lo único que dijo, no me dí cuenta que le seguía apretando el brazo.
— Perdón — Dije de inmediato al soltarlo.
— Yo no coqueteo con los doctores — Desvío la mirada
— Jajaja ¿Enserio? No creíste que estaba viendo cómo se estaban tocando, mientras sonreían. — Dije claramente molesto
— ¿Te importa? — usaba aquel tono burlón.
— No me importa, solo no quiero que estés "coqueteando" debes dar una buena imágen, eres un subinspector.— me crucé de brazos.
— El doctor muerte es solo mi amigo — se empezó a reír, lo cual me molestó más.
— Me da igual lo que sean, si son amigos o pareja. Me vale, solo debe comportarse mientras esté siendo policía
— Calma volkov, yo no hice nada malo. Además ... Tranquilo, mejor salgo de servicio y me voy a verlo — Ahora me miraba fijamente
Aquel comentario me molestó, y mucho. No sabía la razón, pero solo me quedé callado por varios segundos, mientras lo miraba sorprendido.
— ¿Qué mierdas dices? — Ahora si estaba molesto.
— Digo, puedo hacer eso — Alzó sus hombros
— Ahorita, tú te vas a patrullar hasta que no puedas más. Es una orden de mi, como tú superior. — le grité.
El coraje pasaba por todo mi cuerpo, él lo sabía por eso solo se reía y decía aquellos comentarios. Me da igual lo que haga en su vida, pero lo que no voy a soportar es su falta de compromiso. Después de darle la orden me marche muy furioso, necesito despejarme. Me voy a volver loco.
ESTÁS LEYENDO
IN THE NAME OF LOVE - Volkacio
RomansaEstar enamorado es lo más hermoso que puede pasar, o eso saben decir. Te das cuenta que la única persona que te puede hacer la más feliz, solo te hace llorar. Cuando te dice adiós, es como una daga en el corazón. Pero, ¿sabes que es peor? Que no se...