La merced de las Flamas.

Inicio del sueño

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  Dicen que el color blanco representa la pureza, que la blancura de algo no es si no una clara muestra de una indudable simetría y divinidad, pero para mi es el rejunte de un conjunto de cosas mezcladas hasta el punto en el que no se distinguen las unas de las otras, donde tanto lo bueno como lo malo de une en, y en esto si coincido, lo más parecido a lo que he podido encontrar a la perfección.

—...

Yo nunca ví o encontré algo medianamente parecido.

No sé quién es el que dice estas cosas... solo salen de mi cabeza.

Pero algo me dijo que a aquello se refería. Es lo único semejante a un pensamiento que tenía en ese momento, para serte sincera, mi mente estaba en blanco.

Mi cabeza estaba casi tan vacía como aquel impoluto lugar. La luz era tan prístina que hasta llegaba a dañar los ojos, si es que los tenía... no estoy segura de tenerlos allí.

No recordaba mi nombre, o siquiera si tendría que recordar algo, la blancura etérea me mantenía absorta en un trance del que no había razón para salir.

Es que... había tanta paz allí. Todo resultaba tan simple, tan tranquilo. La paz reinaba y estaba realizada con ello. Me sentía nada y todo a la vez.

Hasta que aquella flama surgió.

Al principio fue un leve destello que detecté con el rabillo del ojo, luego una llama que se encendió con brío como deseando ser admirada. No tardé mucho en salir de mi calmado ensimismamiento y dirigir mi mirada a ese suceso atípico en aquel escenario.

Poco a poco me acerqué a esa flama que flotaba sola en la inmensidad.

Algo tenía aquella luz casi fantasmal que hizo que, despacio, retomará la conciencia, despegara mi "yo" del todo y vuelva en mi. Mi mente se sentía lenta y nublada, como si pesara demasiado y le costara moverse. No dejé de admirar la flama, algo me tiraba a ella, me tenía absorta en su fiera belleza cálida.

Ya estaba a menos de un par de metros cuando desapareció. Sorprendida me desplacé más rápido a donde había estado el curioso fenómeno.

Nada. Allí no quedaba nada.

Por fin desde que estaba allí sentí una emoción negativa: desazón.

la ahora solitaria paz retomó su reinado en el lugar.

De pronto, una gran llamarada incandescente apareció frente a mí. Retrocedí de la sorpresa, me detuve cuando comencé a dilucidar como entre el cálido brillo de las llamas una figura parecía formarse. Indomables flamas ascendentes buscaban juntarse para crear algo semejante a un vestido largo ceñido al cuerpo, eso o solo una figura humana femenina, las pinceladas anaranjadas bailaban tanto que era difícil discernir con claridad. Lo último que se formó fue un rostro joven,que con ojos llenos de emoción me miró y dijo:

—¡Eres tú!

"¿Quién soy yo?" Pensé.

—¡Aquí estás!

"¿Dónde estoy?"

—¡Al fin te encontré!

"¿Quién eres tú?"

Todas esas palabras nunca llegaron a salir de mí. Para colmo, tenía la extraña sensación de que aunque miraba en mi dirección, sentía que no era a mí a quien iban dirigidas esas palabras. Era como si su mirada me atravesara o viera otra cosa junto donde yo estaba. Tampoco no le podía replicar nada, yo tampoco me sentía como yo.

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                                                    ¡Hola! ¡Muchísimas gracias por leer!

  Este es un proyecto que lleva años rondando por mi cabeza, por fin me he animado a escribirlo y compartirlo. Algo que me motiva a seguir son los comentarios y votos, ayudan un motón.

  ¿Qué te a parecido la historia?

  ¿Qué piensas que pasará?

( En serio me intriga estas preguntas, me crié con mi abuela así que tengo alma de chismosa,perdón)

  Si llegas a encontrar cualquier error o alguna cosa que se podría mejorar no dudes en escribirme, estoy abierta a cualquier critica constructiva.

                Muchas Gracias de nuevo! <3<3<3 (*≧∀≦)

  Edición: (practicamente un año después) y yo sigo aquí, borracho y sin terminar esto XD. Espero ponerme con este proyecto con todo, el año lectivo pasado fue super pesado para mi y pasaron muchas cosas. Pero nunca me olvidé de está historia.