𝙐𝙣𝙖 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙧𝙚𝙨. ♡

Capítulo 2 🌈

"Te desviste del camino más de lo que esperabas, tu ideal se deformó hasta convertirse en una mentira. "

—¡No sé! —exclamó desesperada frente al tribunal. —¡Sentí que estaba haciendo algo bueno! ¡No sé por qué la asesine!

Porque cuando entraban ahí, a Shinichi se le borraban los rastros de su falso aprecio.

—¡Creo que alguien me ordenó hacerlo! —indicó, por primera vez, dando una respuesta que servía.

Kisaki se limitaba a observar sus acciones, ella estaba de su lado, una molestia para Kogoro.

—¿Quién? —preguntó el juez.

Ella se mantuvo en silencio, trago saliva desesperada.

—¿Hoy me invitarás algo, Shinichi? —cuestionó por el celular cuando fue a recogerla a su casa para salir un rato, y continuar con su investigación.

—¡Claro! ¡Después de todo estamos saliendo! ¿No? —le respondió, manteniendo su engaño aún más realista, mordiendo su lengua de puro odio.

Pero para su sorpresa, cuando arribó nadie abrió. Se oían gritos desde dentro, se aventura y la encontró rompiendo papeles.

Un episodio de rabia.

No podía calmarla, se sentó a su lado hasta que horas después la irratibilidad se estabilizó un poco, cuando preguntó el motivo volvió a estallar. Unos días después, estaba de nuevo bien.

—¿Cómo va tu cabeza?¿Has recordado algo?

—Yo... —hacía muecas desconcertadas. —Tal vez un hombre alto, tengo recuerdos con él.

—¿Cómo era?

—... Albino y de ojos fríos. Él me ordenó matarla.

Shinichi golpeó la pared cuando salió de ahí, no soportaba su presencia. Ellos habían asesinado a decenas de personas y ahora tenía que lidiar por voluntad propia con esa mujer.

—¡Pero fue por mi bien! ¡Ellos me atacarían si yo no actuaba según sus órdenes! —recordó vagamente. —¡Ella amenazaba a la corporación...! —volvió a decir frente al juez.

Días después llamó exaltada a Shinichi.

—¡Mi nombre... Recuerdo mi nombre! —le exclamó eufórica del otro lado, un episodio más pero ahora de euforia.

—¿Y cuál es? —preguntó una vez en su hogar. Por alguna razón, Shinichi se las arreglaba para verla a cualquier hora que lo necesitará.

—¡Ellos me llamaban "Brandy"!¡Cómo un licor! Espera... ¡Creo que todos se llamaban como licores! ¡Que interesante! ¡Pero creo que no quieren verme! —hablaba muy rápido.

Brandy, un destilado del vino.

Shinichi salió de ahí sin decir nada.

Y Haibara le confirmo haber escuchado de un miembro así, una mujer con varios problemas que siempre tenía trabajos sucios.

"Curacao, es parecida a ella, pero no son iguales. Las dos tienen colores rodeandalas." Señaló Ai.

Los colores de un licor, los colores de las emociones.

—Ellos me entendía mejor que nadie. —recordó la chica con un melancólica sentimiento, de inmediato informo a Shinichi.

—¿Quién diablos eres? —le preguntó, pero ella no escucho en su eufórica.