My magic life

01. El calor familiar.

Eran las 3:00 AM y el se había despertado por otra pesadilla, observó como sus ojos, acostumbrados a la oscuridad, buscando signos de algo extraño en su habitación. Mantenía su mente calmada y contaba hasta 100 mientras evitaba que el miedo a la oscuridad lo invadiera. Por igual rememoraba parte de su pesadilla, no era distinta a las otras: una luz verde, una risa malvada y el grito de una mujer.

Por las historias que le habían contado sabía que se trataba del ataque de Voldemort contra sus padres. Tal ves debería volver a hablar con su tío Sev para que le enseñase como deshacerse de las pesadillas.

Volvió a observar su habitación, en las paredes habían muchas fotos familiares y posters de diferentes equipos de Quidditch, su abuela se había emocionado al decorar su habitación aunque por suerte su papá Remus la detuvo de pintar todas las paredes de verde, evitando así una discusión entre su papá Sirius y su abuela.

Eran raras las ocasiones en que sus padres y su abuela discutían, al principio cuando habían llegado a la casa su papá Sirius lucía muy incómodo, su papi le contó que él no tenía muchos recuerdos bonitos sobre ese lugar. Sus padres al estar en Londres buscaron una nueva casa en donde vivir pero en todos los lugares bonitos les decían que no, ellos eran dos hombres criando a un niño y aunque Harry sabía que eso no era malo parecía que el resto del mundo se negaba a verlos. Otra razón para quedarse en Grimmauld Place era la seguridad de la casa, toda su familia fueron a visitarlos y ayudaron a sus padres a poner "hechizos de seguridad y trampas".

Un hogar seguro es importante, le había dicho su abuela, de esta forma nadie os hará daño.

Era cierto, su tio Luci había comentado una vez, sin darse cuenta que Draco y él podían escucharlos, que unos hombres malos habían caído en la trampa de su papá Remus. Está consistía en dejar varios objetos de aspecto no relevante con hechizos confundos que afectaría a cualquiera que quisiera dañarlo.

Cerca de cumplir 9 años de edad Harry era conciente de la diana que estaba dibujada en su cabeza y lo crueles que podían ser las personas, magos o muggles, con su familia. También era consciente que el apellido Black conllevaba distintas cargas; debía lidiar con quienes hablaban a sus espaldas temiendo de su historia, con quienes codiciaban sus lujos, aquellos que trabajaban bajo su nombre y principalmente lidiar con los adultos que buscaban utilizarlo al ser una figura pública.

Uno de ellos fue el ministro de magia que en su intento por mejorar la opinión pública del Ministerio de magia había abogado por convencer a su papá Sirius de regresar con los Aurores, sin embargo su papá rechazó la oferta al notar que el ministro prácticamente había ignorado a su papá Remus. La excusa del ministro sólo logró que ellos se fueran más rápido de su oficina, "tú sabes como es la gente Sirius, estarían asustadas sólo por estar en la misma habitación que él".

Su papi le explico que no era lo que dijo sino el cómo lo veía lo que había causado que su papá estuviera tan enojado.

Volteó hacia la izquierda y tomo el peluche de lobo que siempre mantenía junto a él, bajo el animal de felpa estaba la revista de el Quisquilloso donde Rita usualmente publicaba sus opiniones. En esta ocasión había escrito sobre Peter Pettigrew y como el Ministerio aún no lo encontraba tras descubrir en el juicio de sus padres que él era el verdadero culpable, incluso había insinuado que la calidad de los Aurores disminuyo en la última década al aún no saber la ubicación de el anterior Heroe Mayor. Pese a las famosas opiniones de Rita sobre el ministerio a la revista aún le faltaba mucho para compararse con el Profeta, sobre todo cuando el Ministerio impuso restricciones para la publicación de la revista.

Observó como los rayos del sol comenzaban a colarse tras las cortinas y suspiro pesadamente, hoy tendría clases con su tía Cissy sobre etiqueta. Bueno, al menos Draco vendría con ella.

Poco después se levantó para ir a la cocina donde se escuchaba nuevamente una discusión entre Kreacher (el elfo domestico de la casa) y su papá Sirius. Esperaba aún quedará algo de cereal, y con esos pensamientos descendió al piso principal.

❤❤❤❤❤
Sí, tal y como lo ven.
Estamos comenzando con una nueva historia. Espero verlxs seguido por aquí y ansío que les guste lo que se viene.

Los amo, Ciao 💖.