Perversa obsesión [Jihan]

14.

JOSHUA HONG

Intenta volver salir pero lo tomo deteniendo su acción.

La habitación se encuentra rodeada casi completamente de espejos. En las paredes, y parte del techo, el único lugar en el que no hay es el suelo.

Quiero que se de cuenta de lo perfecto que nos vemos siendo uno mismo.

El unico mueble que hay en este lugar es una gran cama en la que disfrutaremos mucho.

- Te gusta amor - Inquiero curioso.

- ¡No! - Gruñe.

Suelto una risa porque no puede hacer que lo suelte, el afrodisíaco debe estar haciéndole efecto y su cuerpo estara muy sensible a cualquier cosa que le haga.

Cierro la puerta con seguro mientras veo su reflejo, en estos momentos se debe encontrar muy nervioso y confundido, pero yo me dedicare esta noche a complacerlo y de paso a mi.

Lo empujo contra la cama de manera suave, me subo sobre él y beso su clavícula.

Escucho los gemidos que salen de su boca, no puede detener las sensaciones que esta sintiendo aunque no las quiera.

Le quito la camisa
- No lo hagas - Susurra en voz baja.

- Lo deseas tanto como yo - Emito - Te dare lo que tu cuerpo pide. Mira tu cara de placer en el espejo -.

Le quito los pantalones junto con la ropa interior y lo dejo desnudo mientras yo hago lo mismo.

Cuando ya no tengo nada puesto me acerco a él y acaricio sus piernas hasta llegar a su intimidad. Noto que ya se encuentra duro y ya que siempre he querido que se corra en mi boca eso sera lo primero de la noche.

Pongo mis labios sobre su entrepierna mientras él se tensa pero no hace nada para alejarme. Comienzo lentamente a lamer y chupar esa sensible parte de su cuerpo, decido penetrarlo con mis dedos mientras con mi mano libre cubro uno de sus pezones.

Minutos después siento como se viene en mi boca, es la primera vez que hago que tenga un orgasmo sobre mis labios y quiero hacerlo de nuevo.
Junto nuestros labios para que se pruebe en mi boca, me corresponde el beso torpemente por lo perdido que esta en el placer.

- Ti amo, non smetterò mai di dirlo - Digo a centimentros de sus labios.

- Ten-go calor - Balbucea.

Le doy una sonrisa torcida antes de besar su frente.

- Hare que ya no tengas calor - Informo - Pero te pido que no dejes de mirar nuestro reflejo en el espejo, si lo haces me detendre -.

Aunque esa es una gran mentira, no me detendría por nada del mundo.

Asiente repetidamente antes de abrir los ojos.

Me alejo de su cuerpo un poco para tomarlo de la cintura y darle la vuelta. Hago que quede sobre sus rodillas con una perfecta vista para reflejar en los espejos.
Beso su espalda mientras me pongo a sus espaldas.
Tomo mi pene para pasarlo por su piel, compruebo que se encuentre bien lubricado para empezar a penetrarlo poco a poco.
Suelto un gruñido de placer cuando me encuentro completamente dentro de su cuerpo, dirijo mi vista hacia el espejo y miro como toma con fuerza las sabanas mientras muerde sus labios. Noto que tiene sus ojos cerrados asi que le doy un leve azote.

- Crei haberte dado una orden - Manifiesto aparentando enojo.

Se queja pero abre los ojos, su rostro se muestra confuso e intenta alejarse.

Tomo sus caderas con fuerza para evitarlo y empiezo a embestirlo con lentitud. No dejo de mirar el espejo mientras me muevo dentro de él.

Tomo su cabello sin dejar de penetrarlo y pego su espalda a mi pecho.
- Mira que hermoso te vez siendo poseído por tu hombre - Declaro tomando uno de sus mechones - Tu cuerpo se muevo junto al mío, quieres esto tanto como yo -.

Se queda callado mientras observa nuestro reflejo, no tiene palabras.

Quisiera estar asi con él todo el tiempo sintiendo lo estrecho y lo humedo que puede llegar a estar, pero no me acepta y solo hace miserable nuestras vidas.

Lo único que se escucha en la habitación son el sonido de nuestros cuerpos chocar y los jadeos que ambos emitimos.

Esta apunto de correrse de nuevo, lo se al sentir como se contrae alrededor de mi pene.

Aceleró mis embestidas para terminar junto con él, inclino su cara a un lado para tener acceso a sus labios. Se corre mientras segundos después termino yo, dentro de él, muy dentro de él.
Ni siquiera cuando le quite la virginidad hizo que me corriera tanto.

Salgo de su interior robándole un último gemido.

Me acuesto en la cama y lo pongo sobre mi cuerpo para darle pequeñas caricias a su cuerpo. Lo siento a un caliente y eso quiere decir que aun no le pasa el efecto, justo esa fue mi intención.
Espero unos minutos para que recupere el aliento.
Cuando ya lo creo permitido empiezo a mover sus caderas sobre mi. Una de las muchas fantasias que tengo con Jeonghan ha sido que él lleve el mando y esta noche la hare realidad, debo sacar provecho.

Ya que cuando vuelva a pensar me mandara al infierno por lo que le estoy haciendo. Pero no me arrepiento de nada.

Escucho su respiración hacerse mas pesada, mordisqueo y estimulo su cuerpo para que vuelva a estar listo para mi.

- Vamos amor, es tu turno de llevar el mando - Emito golpeando su trasero.

- Ya no quiero... - Musita mintiendo.

- Eso no es lo que dice tu cuerpo - Me burlo porque él solo es quien se restriega en mi en un acto involuntario - Vamos esta sera la ultima de esta noche -.

La levanto un poco para poder entrar en su cuerpo, se queda quieto mientras yo siento su cuerpo perfectamente acoplado al mío.

Es tan perfecto para mi, su cuerpo es pequeño pero esbelto me vuelve loco. Mi amado hombre es tan delicado pero al mismo tiempo una fiera.

- Muevete lindo - Ordeno ronco.
- No... - Masculla.

Lo tomo por la nuca no dejándolo terminar y lo beso bruscamente. Lo muevo sobre mi mientras muerdo su labio inferior hasta hacerlo sangrar logrando que se queje.

Me separo de sus labios pero no suelto mi agarre, la hago separar unos centímetros pero sin dejar de movernos.
- Mira - Fijo su vista en nuestros cuerpos unidos.
- Yo no quiero es-to - Susurra.

Me rio de él también viendo nuestra unión. Es una imagen tan caliente.

- Te puedo hacer sentir muy bien amor - Emito - Lo único que tienes que hacer es aceptarme, aunque si no lo haces nada cambiará tu destino solo te haras desdichado -.

Cierra los ojos queriendo evitar mis palabras.
No le tomo importancia y contempló los movimientos de su cuerpo, beso su cuello queriendo dejar marcas en su piel.

Quiero que recuerde que estuvo conmigo, aunque por la mañana que despierte y vea mi semen entre sus piernas se volverá loco.

Lo fuerzo a que se mueva mas rápido cuando estoy por venirme de nuevo, muerdo su hombro con fuerza cuando ambos terminamos.

Lo arrecuesto sobre mi aún sin salirme de él.
Cansado al igual que él acomodo nuestros cuerpos para poder dormir, necesito dormir bien para soportar todo lo que me diga dentro de unas horas.

Pero valió la pena, fue mío de nuevo y logre que se corriera sobre mi y con mi polla dentro, nada me quitara la satisfacción de eso.
Con una sonrisa en mi cara me quedo dormido.

*
Trad:
Ti amo, non smetterò mai di dirlo :

Te amo, nunca dejare de decirlo.