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JEONGHAN

Termino de cubrir los pequeños moretones de mi cara.
Suspiro a causa de toda esta situación. Escucho como se abre la puerta, por el espejo noto que se trata de Joshua.

Se acerca y me voltea para verme a los ojos.
Recorre mi rostro buscando que todo este como me pidio, cuando ve que todo esta perfecto me da una sonrisa torcida.

- Quedaste perfecto amor - Comenta acercandome para abrazarme.

- Si, ahora vamos a ver si tu hermano ya llego - Intento distraerlo.

No me permite alejarme. Mete su cara entre mi cuello y empieza a besarlo, muerdo el interior de mi mejilla para evitar empujarlo o decirle algo. Debo engañarlo para lograr escapar.

- Te amo tanto - Emite - Quiero hacerte mío, no hay momento del día en que no quiera estar haciéndote el amor -.

Me quedo callado sin responder nada. Escucho como tocan la puerta, casi quiero agradecer por ello.

Frustrado se aleja de mi para ver de quien se trata. Miro que es una de las personas que atiendan la casa.
- Señor su hermano acaba de llegar - Escucho que dice.

- Bien, ahora bajamos - Cierra la puerta.

Me da una sonrisa antes de tomar mi mano.

- Espero que te comportes y no me des problemas, porque aunque no quiera hacerte no me dejaras opción - Amenaza.

- Lo hare, me portare bien - Respondo bajo.

- Así me gusta, que hagas todo lo que pido - Se mofa.

Desvío la mirada para caminar hasta donde se encuentra su hermano.

Al llegar lo miro, se encuentra dandonos la espalda pero cuando oye nuestros pasos se voltea, me mira con sorpresa y es cuando lo reconozo.
Carajo, su hermano es por quien tuve un pequeño enamoramiento. Fue mi profesor cuando iba a la escuela, no creo que me reconozca.

O eso es lo que espero.

- Mingyu, te quiero presentar a Jeonghan, mi prometido - Es lo primero que dice Joshua.

¿Prometido? eso no estaba en el plan, nunca me pidio algo asi. Lo hubiese mandado a la mierda en cualquier caso.

- No tenia ni idea de que estabas comprometido - Inquiere observandonos.

Me quedo callado solo dando una sonrisa falsa, pero lo que quiero es gritar de la rabia.

- Era un pequeño secreto, Jeonghan quería que lo mantuviéramos solo entre nosotros dos. Pero ya que estas aquí acepto que fueras la primera persona en enterarse - Comenta feliz mintiendo perfectamente.

- ¿Y a que se debe tu visita? - Pregunta Joshua.

- Quería visitarte, la ultima vez que fuiste a londres no me dijiste nada y decidi venir -.

- Tenia que volver rápido, no podia dejar a Jelnghan solo - Informa.

Imagino que esa ultima vez de la que habla fue para traerme a esta casa. Al parecer lo tenia bien planeado.
- Ya veo - Me mira - ¿Por qué tienes tanta seguridad? -.

Para que no pueda escapar pienso.

- Jeonghan es un poco extremo en la protección y quiere que estemos seguros por cualquier cosa - Habla neutral.

¿Me estas jodiendo imbecil?

Aparte de hacerme todo lo que me ha hecho, me usa para dar las malditas excusas.
- Entiendo - Es lo único que dice, no puedo dejar de observarlo.

Siento un pequeño apretón en mi espalda, desvío la vista de Mingyu para mirar el piso.
- ¿Cuánto tiempo te quedaras? - Pregunta curioso.

- Unos días, espero conocer mejor a mi futuro cuñado - Musita.

- Lo haras - Comenta aunque se que miente.

*****

Después de una comida incomoda con los dos hermanos me encuentro en la habitación por fin cambiandome de ropa para poder ir a dormir.

Peino mi cabello mientras recuerdo a Mingyu, era y es me imagino un hombre muy divertido.

Cuando me daba clases siempre usaba un pretexto sobre las materias para poder hablar y pasar mas tiempo con él. Cuando sali no lo mire más, por momentos quise volver a verlo pero no lo consideraba correcto era un hombre mucho más mayor que yo.

Perdido en mis pensamientos observa a Joshua entrar y cerrar con seguro, me incomodo de inmediato se acerca a mi para quitarme el peine y seguir él con la labor.
Se encuentra haciendo eso por unos minutos hasta que habla.

- No me gusto para nada que estuvieras mirando a cada maldito momento a mi hermano - Gruñe molesto.
Me tenso de inmediato.

- No es verdad - Balbuceo tratando de parecer seguro.

Me hace acostarme para poner sus manos en mi cuello haciendo presión.

- No me quieras ver la cara de estúpido - Escupe a centimetros de mi cara.

- Sueltame - Logro decir nervioso.
Me deja libre para caminar hacia un cajón y sacar un pañuelo junto con una corbata.

Se acerca a mi y me amordaza con el, cuando termina de hacerlo toma mis manos para amarrarlas con la corbata.

Lo miro asustado temiendo de lo que pueda hacer.
- Eres mio, no una maldita zorra para mirar a otros mucho menos si se trata de mi hermano - Expresa entre dientes.

Me besa el cuello al igual que da pequeñas mordidas dejando marcas.

Observo el techo tratando de imaginar que esto no me esta pasando.
Cuando termina de hacerme marcas se aleja para mirarle a los ojos.
- Te quitare la mordaza, ¿No vas a gritar verdad? - Cuestiona.

Niego con la cabeza respondiendo su pregunta.
- Por favor no me lastimes, solo lo miraba por curiosidad no tengo ningún interes en él - Inquiero en voz baja.
- Eso espero. Al único que debes mirar es a mi - Advierte.

- Solo a ti - Respondo tratando de sonreir.

Me besa y le sigo el beso para no enojarlo mas, cada que se enoja me da pavor siempre que eso pasa soy el único que termina mal.
- Podrias soltarme las manos - Hablo cuando se separa.

- Me gusta más asi, te vez tan indefenso esperando mi siguiente movimiento - Comenta con una sonrisa.
- Te gusta hacerme daño a pesar de que dices amarme - Aseguró.

- No, jamas he querido lastimarte pero no me arrepiento de nada porque te tengo - Confiesa - Lo que me gusta es someterte a mi -.
- ¿Por qué? -.

- Siempre me llevas la contraria, es muy sastifactorio verte hacer lo que yo digo - Dice mientras juega con mi pelo.

- Dijiste que soy tu prometido - Digo al recordarlo.
- Aja, ¿y qué? - Habla despreocupado.

- No lo soy - Mumuro.
Suelta una risa como si lo que acabara de decir fuera estúpido.

- Lo eres, tú eres todo lo que yo digo - Afirma - Si digo que eres mi prometido es asi, si digo que eres mi esposo también es asi, si digo que eres mi maldita zorra tu solo lo aceptaras -.
- Como digas - Desvío la mirada.

Toma mi mandíbula haciendo que vuelva a mirarlo a él.
- Lo siento, ambos sabemos que no es verdad lo que dije, eres mio - Habla - Eres el hombre que amo -.

Asiento sin tomarle importancia, siento como libera mis manos para después acariciar la zona en la que estuvo la tela.
- No mires mas a mi hermano, se borde con él cuando intente hablar contigo, no me importa - Oigo que dice.

Sonrio de manera hipócrita mientras asiento para que deje el tema, me hace acostarme en mi lugar para después abrazarme.


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Perversa obsesión [Jihan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora