Todo mundo conocía al chico de Hufflepuff, Cedric Diggory. Todo mundo conocía a la chica de Ravenclaw, Vesper Tonks. Sin embargo jamás se habían dirigido la palabra, no hasta que llega a Hogwarts el famoso Torneo de los Tres Magos.
Todos los derecho...
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SEAN HONESTAS... ¿SON TEAM ROMINE O NO?
SINCERAMENTE Y CON TODO RESPECTO NO LO SOY... :(
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Cuando llegaron por fin a la estación la lluvia estaba más fuerte que nunca, y como de costumbre, al bajar ya del tren se subieron al carruaje que los llevaría al castillo. Vesper subió a éste junto con Clarissa, un chico de Gryffindor llamado Jackson Connory y Mason Gray quien pertenecía a Ravenclaw un año arriba que ellas.
Una vez que llegaron al cavernoso vestíbulo del castillo, Vesper bajó de un salto con su amiga siguiendo su acción por detrás. Su cabello ahora se encontraba húmedo por la fuerte tormenta, los rayos iluminaban el cielo un par de segundos para después los truenos los siguieran pareciendo que el cielo quisiera romperse en mil pedazos.
"Mira... ahí está tu chico dorado" llamó Clarissa señalando discretamente hacia el frente. Vesper levantó la mirada para encontrarse a Cedric, quien se encontraba no muy lejos de ellas, hablando con un par de Hufflepuffs de su mismo curso. "Creo que puedes reconocer que se ve sexy con el cabello mojado".
La castaña rodó los ojos fastidiada y le dio un codazo en las costillas. "Para". le advirtió a su amiga. Clarissa se rió entre labiosa divertida.
Entraron al Gran Comedor, con la decoración para el banquete de inicio de curso, con cientos de velas flotantes en el techo sobre las cuatro mesas y los brillantes platos y copas de oro. Como de costumbre los estudiantes se acomodaron en su mesa según su mesa seleccionada, los profesores ya se encontraban sentados en su mesa frente a la cuatro restantes.
Vesper y Clarissa no tardaron en acomodarse en algún lugar disponible, una a lado de la otra. La castaña vio frente a ella a Harry acomodándose con sus amigos en la mesa de Gryffindor, sin embargo los chicos chorreaban agua por sus cabellos y vio al pelinegro quitarse un zapato para escurrirse el agua que había dentro.
Vesper no pudo evitar burlarse un poco haciendo una mueca. "Espero que la selección no tarde mucho, me estoy muriendo de hambre. Podría comerme un caballo ahora mismo". Esuchó a Clarissa decir a su lado.
