Todo mundo conocía al chico de Hufflepuff, Cedric Diggory. Todo mundo conocía a la chica de Ravenclaw, Vesper Tonks. Sin embargo jamás se habían dirigido la palabra, no hasta que llega a Hogwarts el famoso Torneo de los Tres Magos.
Todos los derecho...
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Una vez que todos pasaron al Gran Comedor, los alumnos de las otras escuelas lograron acomodarse en los espacios que habían entre las mesas de las Casas de Hogwarts. Curiosamente la mayoría de los alumnos de Beaxbatons se habían acomodado en la casa de las águilas, mientras que los de Durmstrang en Slytherin, y los que no habían tenido espacio se habían acomodado en las mesas de Gryffindor y Hufflepuff.
Vesper se dio cuenta que los alumnos extranjeros miraban el castillo y sus alrededores con curiosidad, la mayoría de las miradas parecían impresionadas, pero otros después de ver las copas y platos de oro se susurraban al oído como si estuvieran juzgando algo erróneo en ello.
En la mesa de profesores, Karkarov y Madame Maxime ya se habían integrado a la mesa, y como siempre, Dumbledore en el centro se puso de pie, logrando un silencio inmediato por el resto de los estudiantes para prestar atención.
"Buenas noches, damas, caballeros fantasmas y, muy especialmente, buenas noches a nuestros huéspedes" dijo Dumbledore, dirigiendo una sonrisa los estudiantes extranjeros. "Es para mí un placer darles la bienvenida a Hogwarts, Deseo que su estancia aquí les resulte a mismo tiempo reconfortante y placentera y confío que así sea".
Una de las chicas de Beaxbatons, que no estaba muy lejos de Vesper y Clarissa en la mesa de Ravenclaw, seguía aferrándose a la bufanda que le envolvía la cabeza y al mismo tiempo profirió lo que inconfundiblemente era un risa despectiva.
Vesper levantó una ceja hacia la chica, mientras que su rubia amiga, sin temor alguno como siempre, expectó: "¿Por qué no nos dices de lo que te ríes? compártenos el chiste".
La chica de Beaxbatons pareció quedarse sin palabras, mirando a la Ravenclaw con los ojos como platos, obviamente no esperando aquella pregunta. "Eso pensé" gruñó Clar por lo bajo al ver como la chica francesa parecía querer hundirse en su asiento.
Vesper lo único que pudo hacer fue tragarse su risa, pero cuando miró alrededor, se dio cuenta que la mayoría de los chicos de Hogwarts estaban fascinados con la llegada de las chicas de Beauxbatons. Y como si le leyeran la mente, James Solo, un compañero de Ravenclaw de 5to año le dijo: "Lo sé, realmente son hermosas".
