Usualmente las personas solamente tenían un tatuaje, una alma gemela, una marca que solo dos personas en el mundo tenían similares, pero no era del todo extraño tener dos marcas. Valencia Hernández tenia dos nombre en su dedo anular y la persona con...
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Valencia había llegado al set con una sorpresa. Por la mañana se había levantado mas temprano de lo normal y paso por una tienda que había descubrido hace días. Una tienda de galletas y cafés, si Florence no caía por ella gracias a su caballerismo, caería por la comida que le regalaría. Cómo decía su hermano, la menor manera de ganarse a una chica es por su estomago. La chica entro a la estación de maquillaje de la menor con una sonrisa ganandose miradas curiosas ya que sabían que esta no pertenecía en esa estación "¡Hola! Solo vine a dejarle un pequeño regalo a Florence." explico tímidamente la chica con la caja de galletas en su mano ganandose una sonrisa grande de la rubia quien le dio un corto beso en la mejilla abriendo la caja y abriendo su boca sorprendida junto a un jadeo
"¡Son galletas!" exclamo la chica enseñándole al resto la comida que recién le había traído su amor prohibido. Valencia le extendió su mano regalándole el pequeño vaso con liquido caliente "¡Y un café! Gracias." las chicas se vieron compartiendo una mirada tierna entre estas
"¿Y nada para nosotras? Vaya que se nota quién es tu favorita." proclamo Saoirse a quién la estaban maquillando. Parecía que estas habían tenido una relación de amigas en esos últimos días de tanto grabar tan solo estas dos. La rubia mayor rio tomando una galleta de la caja de Florence y dándosela a su nueva amiga para luego regresar hacia Florence y acercarse a ella dandole un corto beso en su frente la cual aun no estaba maquillada. Con una pequeña sonrisa esta se retiro. Era día de excursión, lo que significaba que irían en carro hacia aquel lugar del que tanto les había hablado la productora. Una casa vieja lo suficientemente grande para que algunos productores y actores grabaran ahí dentro. Dias como esos sonaban como los de las películas donde iban en un viaje a carretera. Las chicas rubias tomaron asiento junto a la otra, era un auto pequeño lo cual daba a entender que solo pocas personas entraban en este, dos productores en el frente y esta dos chicas detrás. Valencia al sentirse mas cansada que nunca descanso su cabeza en la ventana dejando a un lado los golpes que se llevaba. Florence noto eso y tomo su pequeña libreta con la que siempre cargaba y comenzó a dibujar un bosquejo de esta captando los detalles que hacían de esta lo que era ella. El camino parecía más corto de lo que se esperaban, Florence distraída dibujando a la chica mientras esta estaba en un sueño profundo que necesitaba desde hace tiempo. Una vez que llegaron las actrices rápidamente se cambiaron en su ropa y se dirigieron hacia la casa no sin antes rastrear cada detalle de esta admirándola por completo, no siempre tenían la oportunidad de estar en ese tipo de casas. Actuar junto con Florence parecía su actividad favorita a partir de ese día. La manera en que esta se acurruco en sus brazos cuando estaban leyendo la carta de su 'padre' fue algo de lo que nunca se olvidaría. La ojo verde acurrucada en las piernas de ella mientras tomaba su brazo y lo abrazaba era algo de lo que no se esperaba entrando a esa película, al audicionar nunca esperaba enamorarse de una chica y que adorada cada vez que se miraban o que sus cuerpos tocaran. Finalmente llego la hora de la comida, y esto porque el estomago de Valencia no dejaba de rugir en las tomas arruinando de estas. Un nuevo apodo se sumo a las burlas de la chica, un apodo del cual aprobaba ella misma. Valencia ahora estaba comiendo, estaba de pie, fuera de la casa viendo hacia el monte que estaba ahí disfrutando de la hamburguesa que le habían regalado anteriormente
"Hola gorda," se burlo Florence colocandose junto a esta captando la mirada de esta quien sonrió al nuevo apodo. Parecía un apodo un tanto ofensivo si lo veías de una manera fuera de estas pero lo único que había entre las chicas era cariño y burlas inofensivas "Tengo algo para ti." la chica levanto sus cejas un tanto curiosa y trago la comida que recién masticaba
"¿Qué es estos?" pregunto la chica abriendo el sobre que le había entregado Florence con cuidado encontrándose con una pieza de papel
"Un pequeño regalo." la menor dijo nerviosamente mordiendo su labio. Valencia tomo la pieza admirando del dibujo sin poder evitar pero sonreír por el bosquejo de una mujer durmiendo en un carro. Parecía un bosquejo que le había tomado tiempo ya que tenia sombras y estaba remarcado con el mismo lápiz
"¡Esto es excelente Florence!" la chica le dio una corta sonrisa examinando detenidamente notando algo familiar en aquella chica "¿Soy yo?" pregunto esta al ver esa nariz que todos los días veía al espejo y qué sonreía cuando la veía. Era su propia nariz, no era tan perfecta como la de Florence pero era de sus cualidades físicas favoritas
"Si lo eres." ella enredo sus manos juntas mientras la veía. Después ella sonrió cuando vio lo mucho que disfrutaba de aquel dibujo que salió de su corazón
"Oh, Florence," la rubia suspiro y después enredo sus brazos en ella "¡Lo amo! ¡Gracias!" estas dos se separaron, pero muy poco ya que quedaron a centímetros de que sus labios se tocaran. Sus sonrisas se desvanecieron al notar lo cerca en que se encontraban, sus narices tocándose y básicamente presionadas contra la otra
"Estaba pensando en que puedes vivir en mi apartamento. Podemos repartir los pagos y será mucho más fácil que cada quien vivir en un cuarto. Hay mucho espacio en el mío." Valencia sonrió y asintió levemente sin poder evitar ver sus labios queriéndolos probar pero con un tanto de miedo. Florence tomo valor y se acerco a esta pero la mayor coloco su mejilla haciendo que esta besara tan solo esa
"Nunca he experimentado con chicas." susurro apenada la rubia mayor cerrando sus ojos con miedo de lo que Florence dijera después
"Callate, ¿nunca has experimentado con chicas?" la rubia jugueteo mientras la ojo azul escondía su cara en sus manos separándose de esta antes de ver hacia sus lados para darse cuenta que no había nadie ahí
"No solo eso. No he experimentado con nadie. Pero a diferencia de ti, no soy increíblemente hermosa, ni tengo un acento ni soy lo suficientemente sexy como para que la gente cuestione su sexualidad." la chica contesto saliendo de su escondite con una pequeña sonrisa tímida. Florence sonrió burlonamente
"¿Así que piensas que soy sexy y que le atraigo a las chicas?" ella pregunto inclinando la cabeza hacia un lado. La chica se ruborizo diciendose a si misma que estaba bien tener un pequeño amor hacia su amiga recordando que no tiene que actuar como una chica nerviosa ya que eso era lo que la menor quería
"¡Claro que si! Solo vete a ti misma cariño." ella rio a su respuesta. Viendo hacia la casa por un momento antes de regresar ru mirada. Algo en su mirada intenza estaba diferente. Un tipo bueno de diferente. Sin otra palabra esta la tomo de la cintura y la jalo hacia ella. Eso era nuevo para Valencia, un nuevo excitante y claramente se veía en sus ojos
"Esta bien cariño, estoy aquí." Florence susurro acercándose lentamente y la rubia espero a que sus labios se conocieran impacientemente. No podía quererla más esa noche. Con sus ojos la chica le rogaba que hiciera el primer paso y ahí fue cuando ella la beso gentilmente y sonrió en el beso cuando la mayor se lo regreso. Era un beso corto ya que la mayor ni siquiera sabia dar un beso. Un beso sin movimiento, era mas como un pico largo
"¡Lo lamento!" dejo salir Emma una vez que vio a las chicas quienes se separaron al instante apenadas. La castaña las vio con una mirada de perdón y salió de ahí lo mas pronto posible. Estas dos se vieron y rieron antes de darse un beso pequeño y separarse. Un beso que tenia un sabor tan dulce y que se sentía tan real. Aquel primer beso que obtuvo Valencia, aquel primer beso que no le hizo sentir fuegos artificiales en él estomago, le hizo sentir mariposas, y una adrenalina de seguir haciéndolo más seguido.