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Los días después de volver a su cuerpo, pasaban lentos y repetitivos

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Los días después de volver a su cuerpo, pasaban lentos y repetitivos. Se acostumbro tan rapido a la vida en el pequeño cuerpo de Dongseung, que le hacia falta sentir la deliciosa comida que preparaba aquel mayor de cabello negro, llamado Taeyong. Su vida dio un cambio grande luego de haber vivido esa vida de niño mimado y solitario.

Le hubiera gustado quedarse un tiempo más  en aquel pequeño y inocente cuerpo. Se familiarizo tanto con la rutina del niño, que ahora desayuna un tazón de yogur con frutas como solía hacerlo cuando estaba viviendo en la casa de los Lee. No recuerda la dirección exacta del lugar, pero sabia que estaba ubicada en un residencial del centro de la ciudad. Dongseung debe de estar más calmado con su vida.

Los años pasaron, para ser exactos fueron 7 años. Si bastante, lo sé. Para ese entonces ya se había graduado de la universidad y esta desarrollándose en el campo que le apasiona. Trabaja en una editorial corrigiendo los escritos antes de publicarlos y publicando libros, como sub-director de la empresa. No se queja de su trabajo, mejor dicho le agrada mucho lo que hace.

Al inicio de marzo le llego una noticia algo impactante para el. Pues una escuela secundaria busco de sus métodos de enseñanza, puesto que les trajo demasiado interés este. Ofreciéndole un trabajo como profesor de literatura; El cual acepto pero de medio tiempo, ya que aveces tiene cargos importantes y de supervisión en el editorial. Estaba nervioso y a la vez emocionado, aunque no debía de confiarse mucho ya que va estar impartiéndoles clases a estudiantes que vienen de terminar la primaria.

—Un gusto es tenerlo entre nosotros Sr. Kim. —dio una sonrisa ante las palabras de bienvenida de los directivos. —Suerte mañana a las 7 am.

—La necesitare, sin dudarlo.

—Son chicos tranquilos, pero sabes que no falta uno que descontrole a la multitud.

Asintió anotando eso en su mente. Se despidió con una reverencia y salio de las instalaciones de la gran escuela. En sus manos llevaba una carpeta con los horarios, nombres de los estudiantes, asistencias y la hoja de la planeación de las clases, también le dieron los temas que debía de abordar en lo que transcurriera el curso.

Tenia que hacer el planeamiento de mañana, sabia que es el primer día después de unas cortas vacaciones de dos semanas. Trataría de meter dinámicas que no parezcan forzosas porque sino llegaría ver caras largas y disgustadas.

Al llegar a su casa, los brazos largos de su ahora esposo lo recibieron de manera cálida. Se habían casado hace 4 años, una de las mejores decisiones que pudo tomar. Johnny en su entorno es una de las cosas que lo hace sentir lleno, seguro y feliz. Ama tenerlo a su lado.

—¿Como te fue hoy, mi vida? —pregunto al verme con la cara un poco afligida.

—Muy bien como siempre. —respondí al dejar colgado el abrigo en el perchero.— Solo que ahora tengo un problema, mejor dicho un bloqueo.

A Mystic Case; kdyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora