Abrí los ojos, tome el reloj de mi escritorio y mire la hora. ¡Carajo! eran las 3:00 am ¿Que estaba haciendo despierta a esta hora?
Mire por la ventana, la luz de la luna irradiaba dentro de mi habitación iluminándola, me levante.
-Demonios- exclame.
Estaba helando así que decidí bajar a prender la calefacción, nevaba como todos los inviernos, baje y prendí la luz, fui a la sala, encendí la calefacción, me dirigí a la cocina y puse agua a calentar.
De repente escuche un ruido, parecían pasos fuera de la casa, se me hizo extraño, vivía lejos de el pueblo aun lado del bosque y nadie estaría fuera de sus hogares a esta hora y menos nevando, me arme de valor y decidí salir, me acerque lentamente a la puerta, gire la perilla y salí de la casa.
- ¿Hay alguien?- Pregunte con voz fuerte
No escuche nada, entre a la casa, cerré la puerta, fui a la cocina, el agua estaba hirviendo, apague la estufa, serví el agua en un vaso y prepare café.
Comenzó a llover, un trueno hizo un ruido espeluznante, subí corriendo a mi habitación y vi un árbol atravesando mi ventana, al parecer un trueno lo tiro, en eso escuche un ruido, baje y una sombra paso por fuera de mi casa y paro en la puerta, me acerque y gire la perilla, algo empujo la puerta haciendo que yo cayera al piso, vi unos brillantes ojos verdes en la oscuridad.