Tome un pantalón y una playera, me vestí y me peine, de repente oí un toc toc.
-¿Puedo pasar?- Dijo Alexander.
-Claro.
Abrió la puerta, traía una camisa azul con cuadros negros y unos pantalones negros, como su pelo estaba mojado me di cuenta de que se acababa de bañar.
-Estaba pensando en que hay solo una forma de que nadie te pueda dañar.
-¿Como?.
-Pues- hizo una breve pausa -comvirtiendote.
-¿Combirtiendome como?.
-Pues transformándote en una como yo pero si no quieres no te preocupes.
-Si quiero, pero ¿En que consiste?.
-Tendrías que tomar sangre mía y morir.
-¿Cuando me transformas?
-Mañana mismo, no hay que perder tiempo.
-Bien.
-¿Tienes hambre?.
-SI.
Nos dirigimos a el comedor allí me dieron de comer cuando havía terminado Fernando abrió la puerta y entro en el comedor.
-Alexander hay un problema.
-¿Que pasa?.
-Germán entro al país.
-Sofá tendremos que adelantar la transformación, Fernando pásame el arma y un cuchillo.
Fernando le paso las cosas, Alexander agarro una copa y el cuchillo, se corto la mano y vació un poco de sangre en una copa, se acerco puso la copa en la mesa, me tomo la cara entre sus manos y me beso.
-Te amo.
-Yo también- le respondí.
Tome la copa y bebí toda la sangre de un trago, lo ultimo que oí fue un disparo.
Abrí los ojos y vi todo con mas detalle.