04!

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Bajamos del auto y nos detuvimos frente al oficial. Estaba armado y llevaba una expresión seria que intimidaba.

— Señor oficial ¿por qué no podemos continuar?— preguntó la dulce chica de pelo rojo.

— Serán llevados al campamento militar donde están todos los sobrevivientes— todos nos miramos, algunas expresiones felices otras no— Corea está invadida por estos seres, y estamos haciendo lo posible por salvar a los que aún siguen con vida.

— Según tenemos entendido, sólo Incheon, Ulsan y Chuncheon están fuera de peligro, aquí no tenemos seguridad— aparecen más oficiales y nos rodean.

— Nadie a dicho que se quedarán aquí— respondió el oficial— Sólo suban al auto militar, si es que quieren sobrevivir.

— Nosotros ya tenemos un plan para sobrevivir, si nos permite quisiéramos seguir por nuestra cuenta— todos miramos al chico gruñón.

— Estamos obligados a cumplir con nuestro trabajo y nos ordenaron llevar a todos los sobrevivientes al campamento, tienen prohibido el paso— a nosotros cuatro nos convenía irnos a ese campamento, de todos modos, ibamos a estar en peligro en cuento a ese chico insoportable le diera la gana.

— Maldita sea.— murmuró el tal Yoongi, dando un golpe en el neumático de su auto.

Cuando las dos chicas y el chico, sacaron todas sus cosas de la van, pudimos ponernos en marcha al campamento. Me sentía más tranquila, por lo menos estaremos seguros en ese lugar, aunque no sabemos que nos espera al llegar allí.

— Creo que...estamos regresando a Daegu— comentó Jungkook, al observar por la ventanilla.

— Si, estamos regresando— afirma el de ojos gatunos— Yo no me confío de esta gente, a que refugio de mierda nos van a llevar si nos están metiendo en la mata de bichos esos.

— Yoongi, ellos deben saber lo que hacen, no te desesperes.

— SuRi, nada del gobierno es de confiar ¿vale? Ellos algo deben tramar— él tiene algo de razón, pero tampoco creo que nos vayan a hacer algo malo.

— Al menos ten mente positiva ¿de acuerdo?— ella acaricia el cabello de su chico, mientras que el seguía moviendo sus pies.

Coloco mi cabeza encima del hombro de Jimin, tratando de mantener mi mente relajada. Dejé de pensar en esos montruos y comencé a recordar los lindos momentos que pasé en esa bella ciudad que ahora está destrozada. Recordé cuando reía con mi novio mientras veíamos película cómicas, cuando llegaba al trabajo y saludaba alegremente a mis compañeros que de seguro la mayoría de ellos murieron y ahora son lungets. Esto es demasiado triste y agobiante, no dejo de preguntarme si algún día todo volverá a la normalidad.

(...)

El viaje fue sumamente largo, llegamos al mediodía del día siguiente. Al bajar del auto, nos fijamos en la gran protección que tenía el lugar, todo estaba cercado y habían guardias armados por doquier.

— Siganme— ordena el oficial.

Al traspasar las grandes puertas metálicas nos encontramos con varias tiendas de campaña, niños corriendo alegremente y personas hablando tranquilamente. Sin dudas en este lugar respiraremos tranquilidad.

— Wow, esto es relajante— murmura Taehyung.

— Si, creo que aquí estaremos a salvo.— agrega Jungkook.

— Claro que estarán a salvo, pero primero deben ser examinados— se detiene el alto oficial frente a una puerta blanca— Queremos asegurarnos de que todos ustedes esten sanos, las chicas entrarán primero.

Desastre en Daegu ➳ ᴘ.ᴊɪᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora