Siete (#7)*

71 4 0
                                    

Mire por la ventana del auto, nubes grandes y grises cubrían el cielo y sabia lo que significaba; una tormenta.

Odiaba admitirlo pero les temía, odio el sonido de los truenos junto con las pequeñas gotas de agua que se estrellan contra mi ventana, odio vivir sola en la casa porque cuando hay una tormenta, me siento sola e insegura.

Tome mi bolso y rápidamente busque mi teléfono para marcar a Jace, no quería dormir sola en mi apartamento sabiendo que va a haber truenos y demasiada lluvia. Cuando lo encontré rápidamente busque el nombre de Jace y su número para marcar, llame al número pero me mandaba a buzón intente 5 veces más y me rendí.

-¡Mierda!- exclamé tirando mí celular a la bolsa, Harry que estaba conduciendo se sobresalto un poco cuando hable ya que estábamos en silencio.

Después de mostrarle mis tatuajes y la promesa que me hizo, terminamos la pizza mientras platicábamos y cuando acabamos optamos por irnos ya que estaba oscureciendo.

-¿Qué ocurre?- preguntó manteniendo la vista en la autopista pero pude ver como su ceño se fruncía con un poco de confusión.

-Jace no contesta el celular y habrá una tormenta de noche- conteste impaciente, estaba perdiendo la calma y me estaba asustando, las tormentas son mi debilidad y por eso Jace duerme en mi casa cada que hay una, para tranquilizarme y ayudarme a dormir.

-¿Y hay algún problema con la tormenta?- preguntó confundido.

-Mmm... si, muchos-conteste apenada viendo a la ventana ya que mis mejillas comenzaron a ponerse rojas.

-No me digas que le tienes miedo- volteó a verme con una sonrisa burlona, yo solo no conteste mientras bajaba un poco la cabeza avergonzada por mi miedo tan estupido- ¿Oh, es enserio?- soltó una pequeña risita y yo le di un golpe en el hombro.

-No te burles, yo solo me altero con ellas- agh mis mejillas ardían de lo avergonzada que estoy en este momento.

-Bien entonces te quedarás en mi casa-dijo como si fuera lo más normal en el mundo.

-¡¿Qué?! No, no me quedaré en tu casa- negué con la cabeza.

-¿Por qué no?- giro el volante un poco mientras daba la vuelta en una curva.

-Porque apenas te conozco, no me puedo quedar en casa de alguien que apenas conozco de 2 días-justifique poniendo un mechón de cabello atrás de mi oreja.

-¿Y eso que? Yo no te voy a matar o a secuestrar- dijo riendo.

-No lo se yo solo... no puedo- pase mi mano por mi cara y el me veía gracioso.

-¿Te da pena?- cuestiono gracioso.

-No entiendo porqué te burlas de todo, no es gracioso Harold- dije ya sería pero el explotó en risas y no soporté y yo también.

-¿Desde cuando me llamas Harold, eso que?- dijo calmándose- Bueno regresando al tema te quedaras en mi casa y no me importa lo que digas-y no hablamos más del tema.

(:::::)

-Leah- alguien susurro en mi oído.

-Hmhm- le gruñí dándome la vuelta del asiento.

Volví a sentir su aliento en mi oreja y lo que hice fue poner mi mano en su mejilla y empujar su cara para que me dejara.

-Déjame Harold, solo 5 minutos más- le pedí volviéndome a acomodar en el asiento.

-Leah ya llegamos a la casa- me dijo y soltó una pequeña risa.

Giré mi cuerpo y me senté correctamente en el asiento y voltee a verlo. Estire mis brazos como si quisiera darle un abrazo y el me miro confundido.

Just a little bit of your heart [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora