v. verisaterum

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Rachel no estaba escuchando a Sirius

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Rachel no estaba escuchando a Sirius. Él  trataba de explicarle su inocencia. Pero la rubia lo dejó de escuchar después de que el profugo dijera que él era Blacky. Sólo asentía para hacerle creer que le estaba prestando atención cuando en realidad no dejaba de pensar que su suerte era una mierda. No podía ser que de todos los perros del mundo Effy justo se haya cruzado a Sirius Black en su forma animaga. ¡Había tenido a un asesino viviendo bajo su mismo techo! No es como si fuera la primera vez. Había estado con Evan pero la diferencia era que él no se hizo pasar por un perro.

—Oh por Merlin—murmuró la mujer.

Sirius cortó su charla y la miró expectante. Era la primera vez que la escuchaba a hablar después de que lo hubiera maldecido por haberla atado el sillón. En su defensa, Rachel había enloquecido y comenzó a arrojarle todo lo que estaba a su alcance. Aunque sabía que no se pondría a saltar de emoción al verlo pero no pensó que se pondría de esa forma.

—¡Eres un pervertido! ¡Dormiste conmigo!—chillo Bones totalmente asqueada.

El prófugo abrió la boca ofendido—. Dormí en los pies de la cama. ¡Además tú me dejabas subir! ¡Y el piso estaba frío!

—¡Porque pensé que eras un perro! ¡No un asesino!

Sirius se pasó la mano por el puente de la nariz, sintiéndose frustrado. Había estado hablando más de una hora, contándole todo con lujos de detalles, y Rachel parecía sólo haberse quedado con la parte de que él era Blacky.
Tomó una bocanada de aire antes de volver a comenzar. No podía gritarle. Necesitaba tener a Rachel de su lado. Si no lograba convencerla entonces tendría que hacerle un obliviate e irse por su cuenta hasta Hogwarts. Le convenía más seguir con las Bones. En Hogwarts a nadie le parecería raro ver al perro de la enfermera deambulando por los pasillos o por los jardines. Así podría vigilar a la sucia rata de Pettigrew. También podría ver a Harry y a su pequeña Cassie.

—Soy inocente. No entregué a los Potter. Tampoco maté a los muggles. Fue Peter Pettigrew—dijo Sirius, aunque él pensaba que también entregó a James cuando dijo que Pettigrew tenía que ser el guardián. Si hubieran elegido a otra persona entonces seguirían vivos.

Rachel comenzó a reírse. ¿En serio Black pensaba que era tan estúpida para creer que Peter Pettigrew era un asesino? Ella conocía a Peter, él y Remus habían sido quienes mejor le agradaron del grupo de Merodeadores. Comenzó a encontrarse con el grupo cuando April inició su relación con Sirius, pero siempre se habló más con Peter. Así que no fue una sorpresa que se siguieran hablando después de que sus amigos rompieran. En los últimos años en Hogwarts Rachel ayudaba a Peter a estudiar y después los sábados iban juntos a Honeydukes porque a él se le terminaba rápido si reserva de dulces. Incluso en las vacaciones se juntaban un par de veces. Ella había conocido a Peter y él era incapaz de matar a otra persona.

Mientras Sirius escuchaba a Rachel reír comenzó a pensar que quizá hubiera sido mejor revelar su identidad primero a Effy. Seguramente ella hubiese sido más cooperativa que su madre. O el problema podía ser que Rachel seguía borracha. Antes de que se fuera al cementerio con su hermano, vio como guardó una petaca en su abrigo.

—¿Estas borracha?—preguntó él prófugo pensando en prepararle un café.

—No. Aunque no me vendría mal un trago—respondió la rubia—. Mira, Black. No sé que impresión tienes de mi, pero no soy estúpida. Peter nunca hubiera hecho eso. Así que deja de mentir, desatame y hazme un obliviate para que pueda seguir con mi vida en paz. También podrías matarme, pero eso sería grosero teniendo en cuenta que deje que vivieras en mi casa.

—No voy a matarte—dijo Black—. Sólo quiero que me creas. Necesito tu ayuda para entrar a Hogwarts. Peter estará ahí. Y sí, está vivo, es un animago. Fingió su muerte cortandose un dedo y después se transformó.

—Toma veritaserum.

—¿Qué?—dijo el hombre confundido.

—Toma veritaserum o muestrame el recuerdo de lo que pasó esa noche—exigió Bones—. Si quieres que te crea hazlo.

Sirius no parecía cansado de hablar y podía seguir por horas. Y Rachel sabía que no podía creerle. No importará que  las palabras que usará o los detalles que le diera. Ella seguiría sin creerle al menos que tomara la poción de la verdad. Después de lo de Evan se había vuelto una persona desconfiada. Además que nadie en su sano juicio creería en la palabra de un prófugo.

—¿De dónde quieres que saqué veritaserum? No puedo ir al callejón y pedir una poción. Terminaré de nuevo en Azkaban—dijo Black como si le estuviera explicando a una niña pequeña.

—Ya lo sé, idiota—respondió la mujer frunciendo el ceño—. Tengo en la cocina. En el tercer gabinete.

—¿Por qué tienes veritaserum en tu cocina?

—A veces pongo un poco en la comida para saber si Effy me está mintiendo.

—La madre del año—se burló Sirius. Se alegro de haber atado a Rachel porque seguramente ahora lo hubiera hechizado.

—Black—dijo ella usando el mismo tono que utilizaba para retarlo cuando era Blacky—. Ve a buscar la poción—ordenó haciéndole acordar cuando lo obligaba a bajarse del sillón.

—Ya no soy un perro—refunfuño antes de ir a la cocina.








Sufrí un bloqueo y salí de el gracias a estos dos tontos aka Sirius y Rachel

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Sufrí un bloqueo y salí de el gracias a estos dos tontos aka Sirius y Rachel.
Espero que les haya gustado el capítulo, lo hice con mucho amor ah

DOG ✧ SIRIUS BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora