Mi mejor desición

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~ Emma ~

Mientras Lis y James recogían sus cosas para la mudanza (Con la ayuda de Leah, Scorpius y un Albus atado como apoyo moral) y Draco estaba en el trabajo como siempre, decidí escaparme por un rato. Hace unas noches, cuando todos los Weasleys y Potters vinieron a la mansión, Lis se me acercó después de hablar con Albus. Me dijo que no quería matar a Albus, que él no podía morir. Y yo, como tonta, le prometí que eso no pasaría, que lo resolveríamos, pero siendo honesta no sé si puedo cumplir mi promesa. El tipo de magia que Bellatrix está usando es una de la que solo escuché una vez en mi carrera, entrevisté a un par de personas hace muchos años sobre un incidente que tuvieron. La historia nunca llegó al profeta, no me permitieron publicarla. Después de eso investigué sobre ese tipo magia un poco más, pero es tan oscura que muy pocos magos de verdad la han utilizado. Lo único que sé es que, alguien tiene que morir. Usualmente matar a la persona que tiene la maldición es la solución, o a alguien que la persona de la maldición elija como sustituto. Pero entre mis sueños, y la historia sobre esta magia, es muy probable que Albus muera. Y yo le prometí a Lis que eso no pasaría, ¿Ahora qué se supone que haga?

La nieve empezó a caer, distrayéndome de mis pensamientos y permitiéndome concentrarme en algo más. Había algo de este lugar que era tan familiar, supongo que extraño venir a Hogsmeade. O tal vez es Hogwarts, ese lugar tiene tan buenas memorias que tristemente han ido disipándose, dejando solo las tristes. La casa de los gritos siguen ahí, igual que siempre, me pregunto si todavía hay historias de terror sobre ese lugar. Cada vez que la veo pienso en Remus, y la verdad es que lo extraño todos los días. Al igual que mis padres, que dejé de ver en mis sueños hace años. Recuerdo que la primera noche después de perder a mi primer hijo rogué que los pudiera ver. Rogué que me vinieran a visitar, que me ayudaron con el dolor que sentía. Nunca volvieron, simplemente los sueños y las visiones desaparecieron. Las cosas solo se volverían peor después de eso. Después del nacimiento de los mellizos tuve depresión post parto, fui a terapia por casi un año, me empecé a medicar. La verdad es que todo me hizo más fuerte, y si no fuera por mis pequeños y Draco simplemente no estuviera aquí. Siempre me arrepentiré de no quedarme con Lis, fui irresponsable y la hice sufrir por años. Y ahora que puedo decir que es mi hija solo quiero que sea feliz, por eso no puedo romper esa promesa.

– ¿Me estás siguiendo, Weasley? – Lo escuché acercarse por detrás de mi, suspirando porque lo caché.

– ¿Cómo supiste que era yo?

– Está en la sangre Malfoy –. Creo que lo acabo de escuchar rodando los ojos tan dramáticamente que se le quedaron atrás.

– Tú no tienes sangre Malfoy.

– No, pero tengo el nombre así que cuenta. Además de que Lis, Leah y Scorpius son Malfoy así que no solo tengo el nombre si no también...

– Okay, okay ya entendí –. Fred se puso a mi lado, no se volteó a verme solo miró hacia la casa de los gritos.

– ¿Por qué te casaste con Aurora? – Fred no respondió inmediatamente, suspiró y volteó a mirarme pero yo solo seguí viendo al frente.

– ¿Por qué te casaste con Malfoy?

– Porque lo amo.

– Bueno, yo amo a Aurora.

– ¿Entonces qué haces aquí? – Se quedó callado, no sabía que decir. Aurora seguro piensa que está en el trabajo.

– No lo sé Emma, simplemente no me puedo olvidar de ti.

– Tú elegiste tu lado, yo elegí el mío. Tenemos que madurar y enfrentar las consecuencias. – Fred se cubrió su cara con sus manos, alborotando su cabello pelirrojo. Tenía ojeras, se veía verdaderamente cansado. Hace muchos años que dejé de ver esa chispa de felicidad en los ojos de Fred, y George.

Rivalidad a lo Slytherin (3) (Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora