Imagina con los 5SOS.

Calum.

Viernes y mi completa atención estaba puesta justo frente a la pantalla de mi móvil, divagando en Twitter. Realmente consideraba cada uno de mis días así sin Calum. Un día simple recostada en el sofá de la sala de nuestro pequeño pero suficiente apartamento, me hacía sentir de alguna manera vacía sin él aquí. Constantemente sentía que el haber adquirido nuestro espacio, haberme mudado con él sinceramente era un gran paso en la relación, en nuestros años juntos. Amaba cada momento con él, cada recuerdo dentro de estas paredes me hacía sentir protegida y en casa.

Cada mañana de los últimos meses, mientras los chicos estaban de gira, Calum me llamaba vía Skype y lograba ver la nostalgia en su mirada, la sonrisa que instantáneamente se colocaba en nuestros labios y el latido desenfrenado de mí corazón al verle así.

Sabía de antemano que esto era parte del proceso de su crecimiento musical y estaba sumamente orgullosa, de él y de los chicos.

Un sueño que estaban cumpliendo juntos, un amor compatible hacia la música.

Los apoyaba de una forma infinita desde el primer momento que los conocí. El largo trayecto de la carrera musical de 5SOS fue por fortuna un sueño que pocos alcanzan a cumplir. Ellos lo lograron.

Finalmente le di un pequeño vistazo a mis mensajes, respondí unos cuantos que tenía pendientes, incluyendo uno de Sierra. Me sentí avergonzada de hacerlo después de 3 días que no respondí a ella, pero justamente no me considero una persona del todo adicta a mi móvil o a las redes sociales, quizá solamente Instagram, debido a mi adicción entera a las fotos de Calum y claramente a 5SOS.

Instantáneamente, Sierra respondió sin darme tiempo de cerrar el chat. Maldije y me obligué a responderle durante los siguientes cinco minutos.

Luego de un largo tiempo ocioso, me levanté del cómodo sofá y me fui a la habitación principal; sabía que no estaba hecha la cama y resté puntos a mi productividad matutina. El gran cobertor blanco voluptuoso me hacía sentir en paz puesto que lucían como enormes nubes blancas, sin dudarlo me lancé de espaldas y reí al aire sin temor alguno. Me contuve mirando el techo liso de la habitación y recordé la primera vez que Calum intentó de alguna forma demostrarme lo mucho que físicamente yo le atraía.

Todo sucedió después de que finalmente había logrado trasladar la mayoría de mis pertenencias a nuestro apartamento. Ese día, Calum realmente no paraba de abrazarme por detrás o tocarme de alguna manera inapropiada, pero sin hacerme sentir incómoda, me gustaba. Me sentí nerviosa por segunda vez en mi vida con él, sabía que esto era normal entre las parejas que finalmente pasaban sus años de relación a vivir juntos. Quizá me tranquilizó pensar eso puesto que una vez y Calum decidió que era tiempo de tomar un descanso, yo sabía que necesitaba de él tanto como él necesitaba de mí.

Flashback.

—Te ves tan preciosa —la voz ronca de Calum justo a la altura de mi oído detrás mío, impactó realmente mis sentidos, sus tersas manos abrazando mi cintura en un acto de cercanía mutua.

Sonreí divertida posando mis manos encima de las suyas. Sus constantes halagos habían incrementado desde el momento en que me recibió esperando en la puerta del apartamento. Incluso sus cariños hacia mi después de exactamente dos meses sin vernos, sin tenernos físicamente, los sentía llenos de amor.

—¿Sí? —murmuré dudosa con un tono suspicaz terminado de acomodar las vajillas en la alacena, mi espalda recargada del todo en su pecho, Calum gimió en respuesta. Instantáneamente mi estómago dió un vuelco de nerviosismo y atracción.

Con un movimiento fugaz, Calum giró mi cuerpo en un ángulo de 180° y finalmente estábamos frente a frente. Su rostro estaba unos cuántos centímetros por encima del mío, nuestra diferencia de altura era notable y él se obligaba a inclinarse lo suficiente para alcanzarme los momentos en que le pedía un beso. Mis manos por instinto fueron a trasladarse a cada uno de sus anchos hombros, sintiendo su musculatura por encima de la típica playera negra de algodón que usaba pero amaba verle así.